Capítulo 38

Nina

Después de la noche en el sillón, siento una quemazón en la parte trasera de mi cuerpo. Normalmente no hubiera dejado que un hombre me penetrara el ano, pero las cosas estaban demasiado tensas con Piero como para negarme. Ahora esa incómoda sensación me hace estar irascible, y no tengo demasiadas ganas de hablar con nadie. Aunque creo que no me va a quedar más remedio, pues me encamino a la oficina de Piero, de nuevo.

Después de la intensa noche que vivimos ayer, él, que es todo un caballero, me acompañó hasta mi hotel, el cual había reservado para ambos, y me dijo que no podía quedarse. Me dio un beso breve en la mejilla, y se giró sin mirar atrás.

Yo me acosté, y me quedé dormida casi en el mismo instante en que mi cabeza tocó la almahoda, pues me sentía satisfecha con el desarrollo que había tenido la noche. A

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo