EllaCora se gira para mirarme, con los ojos muy abiertos, y las dos corremos hacia la ventana. Cora llega primero, descorre el pestillo y abre de par en par la ventana, asomándose para poder ver. Yo también me asomo, con los ojos fijos en el suelo.Mi mirada se fija, al instante, en la acción.Un h
Pero antes de que pueda dar más de un paso, Xander aprieta a Jessica contra él y saca una navaja del bolsillo y se la aprieta contra la garganta. "Un paso más", gruñe, "y la mataré, loba. Puedes quedarte con la vieja, ya no me sirve. Pero ésta...", dice, mirando a Jessica y pasándole una mano lasciv
EllaDesvío la mirada hacia Jessica y veo que ya me está mirando. La miro fijamente, esperando que pueda intuirlo, esperando que tenga el valor de huir cuando..."Si crees que mi hermana humana es una zorra", digo, dando otro paso preciso hacia delante, obligando a Xander a levantar el pie para dar
Jessica gira la cabeza hacia mí, con ojos asustados."¡Ven conmigo!", le ordeno, tendiéndole la mano libre.Los guardias vacilan, pero sueltan a la chica al ver mi rostro serio. Jessica corre a mi lado, envuelve su mano en la mía y gime de miedo.La acerco a mi costado sin la cortada y la rodeo con
EllaGiro para enfrentarme a mi pareja, con las manos en las caderas, dispuesta a defenderme.Pero él acorta la distancia en un instante y me toma la cara entre las manos."¿Estás bien?", gruñe, mirándome a la cara y recorriendo mis rasgos con rapidez.Me quedo con la boca abierta y parpadeo sorpren
Bueno, es bueno saber que me cubre las espaldas.Me visto apresuradamente con la ropa suave que me ha traído Sinclair, me recojo el pelo en un moño y me pongo unas zapatillas. Cuando estoy lista, asiento con la cabeza y Sinclair y yo volvemos juntos al dormitorio.Cora está sentada en el sofá con Je
EllaNos quedamos toda la noche trabajando y trazando estrategias. En su momento, una avalancha de ayudantes entró en la sala, al igual que varios guardias que trabajaron con Sinclair para informarle y empezar a trazar un plan sobre cómo manejar a la prensa.Sin embargo, confié en mi pareja para que
‘Una reina para el pueblo’, decía. Mi ceño se frunce aún más.‘¿Qué? ¿Qué es esto?’ Mis ojos se mueven un poco hacia abajo y parpadeo sorprendida al ver que reconozco el titular: el artículo está escrito por Tempest Bowers, la mujer que conocí anoche, cuyas hijas solo querían un poco de chocolate...