Jessica gira la cabeza hacia mí, con ojos asustados."¡Ven conmigo!", le ordeno, tendiéndole la mano libre.Los guardias vacilan, pero sueltan a la chica al ver mi rostro serio. Jessica corre a mi lado, envuelve su mano en la mía y gime de miedo.La acerco a mi costado sin la cortada y la rodeo con
EllaGiro para enfrentarme a mi pareja, con las manos en las caderas, dispuesta a defenderme.Pero él acorta la distancia en un instante y me toma la cara entre las manos."¿Estás bien?", gruñe, mirándome a la cara y recorriendo mis rasgos con rapidez.Me quedo con la boca abierta y parpadeo sorpren
Bueno, es bueno saber que me cubre las espaldas.Me visto apresuradamente con la ropa suave que me ha traído Sinclair, me recojo el pelo en un moño y me pongo unas zapatillas. Cuando estoy lista, asiento con la cabeza y Sinclair y yo volvemos juntos al dormitorio.Cora está sentada en el sofá con Je
EllaNos quedamos toda la noche trabajando y trazando estrategias. En su momento, una avalancha de ayudantes entró en la sala, al igual que varios guardias que trabajaron con Sinclair para informarle y empezar a trazar un plan sobre cómo manejar a la prensa.Sin embargo, confié en mi pareja para que
‘Una reina para el pueblo’, decía. Mi ceño se frunce aún más.‘¿Qué? ¿Qué es esto?’ Mis ojos se mueven un poco hacia abajo y parpadeo sorprendida al ver que reconozco el titular: el artículo está escrito por Tempest Bowers, la mujer que conocí anoche, cuyas hijas solo querían un poco de chocolate...
EllaPodemos ver las verdaderas consecuencias de la muerte de Xander a medida que pasan los siguientes días, que son... más estresantes de lo que me gustaría. Cora, por suerte, se queda a mi lado la mayor parte del tiempo, pues sabe que necesito su apoyo."Bueno", dice ella, recostada en la cama con
"Tuve suerte", murmuro, bajando la mirada a las mantas y suspirando, sintiéndome culpable."No la tuviste", dice Sinclair, dándome un codazo. Levanto la vista y frunzo el ceño. "Es cierto, Ella. La reina debe tener poder político y militar en la nación si el rey lo tiene, y nadie que entienda de ver
EllaLe arrebato la nota de la mano a mi pareja y le murmuro "no es mi príncipe", pero nadie me hace caso mientras abro el sobre y leo con impaciencia la breve carta que contiene. Cuando veo lo que pone, mis cejas se levantan."¿Qué dice?”, pregunta Cora, inclinándose hacia delante con impaciencia.