Mi risa se apaga un poco cuando vuelve a mencionar a su madre, pero hago todo lo posible para que no se me note en la cara. "Lo sé, pequeño", dice Isabel, sonriéndole y guiñándome un ojo. "Quizá hagamos que el doctor Hank venga a mirarte otra vez, a ver si mañana no puedes ir". Satisfecho con esto
Ella"Cora", la regaño, frunciendo el ceño, "sabes que no me siento así...". "Bueno, sé que nunca lo dirías", protesta ella, suspirando. "Pero entiendo que esta unión entre un lobo y un humano... que, simbólicamente, es importante. Y aunque no te decepcione, puede que sea... decepcionante". "Quier
"Sabes", suspiro, viendo cómo las pequeñas piezas de ropa de bebé desaparecen en la cesta, "probablemente será demasiado grande para ponérselas cuando estos estén limpias. Crece como un loco". "Claro que sí", dice Sinclair, haciéndole cosquillas en la barriga desnuda a Rafe, orgulloso, mientras abr
Cora"Ella", suspiro, girándome hacia mi hermana, quien está detrás de mí con las manos juntas, los ojos llenos de lágrimas, sin respirar porque se esfuerza por no echarse a llorar. "¡Estás guapísima!", grita, y no puedo evitar reírme porque parece un personaje de dibujos animados, allí de pie, com
Porque esto... esto no está bien. Y de repente, muy de repente, sé exactamente lo que quiero hacer. Antes de que Ella pueda volver, me escabullo tras el pequeño biombo y me quito el vestido, lo doblo con cuidado y me pongo la ropa con la que he venido. Cuando salgo, una de las estilistas se acerca
CoraMientras Roger conduce por la oscura autopista, le escribo un mensaje rápido a Ella en mi teléfono: [Voy a estar desaparecida en combate un par de días. Roger y yo nos vamos a tomar un tiempo para nosotros. Siento dejarte colgada con todo el trabajo que tenemos que hacer en los campamentos, ¿m
Bueno. Sabía que era perfecta. "Es perfecta", dice Roger, girándose para sonreírme por encima del techo del coche. Le devuelvo la sonrisa, encantada de que sienta lo mismo que yo. Entonces, sin más, ambos entramos en acción: Roger va al maletero a por nuestras maletas y yo me dirijo a la puerta de
Ella"Pues qué raro", murmuro, mirando el teléfono mientras mi compañero se sienta sin camiseta a mi lado, terminando el último papeleo antes de irse a la cama. "¿Qué es raro?", pregunta él, aunque me doy cuenta de que solo está prestando atención a medias. Frunzo el ceño y miro el mensaje de Cora