Bueno. Sabía que era perfecta. "Es perfecta", dice Roger, girándose para sonreírme por encima del techo del coche. Le devuelvo la sonrisa, encantada de que sienta lo mismo que yo. Entonces, sin más, ambos entramos en acción: Roger va al maletero a por nuestras maletas y yo me dirijo a la puerta de
Ella"Pues qué raro", murmuro, mirando el teléfono mientras mi compañero se sienta sin camiseta a mi lado, terminando el último papeleo antes de irse a la cama. "¿Qué es raro?", pregunta él, aunque me doy cuenta de que solo está prestando atención a medias. Frunzo el ceño y miro el mensaje de Cora
"¿Qué?”, jadeo, y luego lo miro con el ceño fruncido, enfadada. "¿Qué estás haciendo? Suéltame, Dominic". "Ni lo sueñes, reinita", murmura, mirándome fijamente, con un poco de oscuridad en los ojos. "Empiezo a pensar que necesitas un pequeño recordatorio de quién es el Alfa en esta relación, y el R
CoraDespués de vestirme, me sorprendo a mí misma sintiéndome un poco tímida mientras me dirijo a la puerta del baño para volver al pequeño dormitorio donde Roger me espera. Porque no es ningún secreto por qué estamos aquí. Y Roger no es tonto, probablemente se dio cuenta de lo que estaba haciendo
Una hija, un día, casándose, con un vestido como éste. Y de repente, cuando lo miro, sé que los dos estamos pensando lo mismo: que tenemos tanta vida por delante y tanta alegría y ninguno de los dos puede esperar ni un segundo más para empezar. Roger me toma la cara entre las manos y me besa, despa
CoraLe sonrío a mi pareja, pero sacudo la cabeza, sin saber qué hacer a continuación. "¿Puedo...", digo, riéndome un poco, "solo repetir lo que dijiste?". "Sí puedes", responde él, encogiéndose de hombros y devolviéndome la sonrisa. Puedo sentir su felicidad vibrando en nuestro vínculo. "O puedes
Digo su nombre y vuelvo a acercar mi boca a la suya mientras dejo que mi cuerpo se deslice contra el suyo, mientras siento cómo coloca su duro miembro en el vértice de mis muslos y luego, lenta e insistentemente, entra dentro de mí mientras yo desciendo hacia él. Gimo fuertemente hacia la boca de R
"¿Qué?”, pregunta Roger, quien se pone rígido de repente y levanta la cabeza; sus instintos alfa probablemente anticipando un ataque de algún tipo."No", digo, mirando al cielo. "Roger, mira...".Se gira para seguirme con la mirada y se queda con la boca abierta al ver...Lo que parecen miles de est