EllaRespiro lentamente durante las contracciones, inhalando profundamente por la nariz y exhalando el aire por la boca. El dolor es... bueno, supongo que no puedo decir que se parezca a nada que haya sentido antes, ¿verdad? No después de todo lo que he pasado en los últimos cinco meses. Pero es increíble, la forma en que se esparce por mi cuerpo, haciéndome apretar los dientes contra él. Siento que mi cuerpo se mueve, que cambia con las contracciones. El dolor, sobre todo en la pelvis, es un
Pero no, parece que Rafe y mi cuerpo tienen otros planes. Sinclair me habla suavemente durante todo el proceso, ayudándome a prepararme en los momentos entre contracciones. Me ayuda a ponerme un camisón de algodón en lugar de la ropa de viaje que llevaba de camino aquí. Me trae dos vasos de agua fría, uno para beber y otro para ponerme más tiras de funda de almohada en la frente caliente. En todo momento, mi pareja está completamente atento y apoyándome. Pero por debajo de eso, puedo ver en
Ella Estoy agarrando la mano de mi hermana, apretando los dientes y gruñendo con el primero de mis empujones, cuando la puerta se abre de nuevo. No abro los ojos, no puedo mirar. La verdad es que en este momento no me importa quien es, si Hank, Roger o si los insurgentes que vienen a matarnos. Lo único que me importa es el horrible y desgarrador dolor en mí mientras traigo mi bebé al mundo. Gimo, echando la cabeza hacia atrás contra las almohadas mientras jadeo, sintiendo que el dolor
"¡Oh, su cabecita!", Cora dice, sonriéndome. "¡Ya está aquí, Ella! Solo un par más para que su cuerpo salga!". Asiento, ansiosa, y comienzo a pujar de nuevo. Y empujo, y empujo. Jadeo, echándome para atrás y jadeo cuando siento que la contracción terminó, y miro a Cora esperando las instrucciones. Pero en vez de una sonrisa de felicidad, veo que intercambia una extraña mirada con Hank. "¿Qué?", le pregunto, haciendo un esfuerzo por sentarme y gimiendo por el dolor que me recorre la espalda.
Sinclair Agonía. Es una agonía para mí, obviamente mucho más para mi pareja, estoy seguro, pero verla sobrevivir esto me está matando. Lucho contra el agarre de Roger, él no debería ser más fuerte que yo, nunca ha sido más fuerte que yo, debería poder zafarme, pero hay algo de todo esto que me ha dejado agotado. Estoy débil viendo a mi pareja luchar por su vida, viendo a mi hijo respirando por primera vez, lo que me quita la energía. Jadeo, con pánico, mirando entre mi Ella y el beb
Mi cuerpo está lleno de dolor y no sé si es la pérdida de sangre por el corte médico de Hank, algún desgarro en mi interior o... algo más. Pero mi visión viene y va entre una borrosa vista al dormitorio del palacio y entre la oscuridad. Pero aún así, en los breves momentos que me puedo concentrar, veo a Sinclair de pie a mi lado, siento su mano en la mía y veo a nuestro pequeño bebé envuelto en una sábana en su brazo... Justo como estaba en el estado de sueño. Y encuentro una nueva determ
Ella Mientras cierran la puerta, miro a Sinclair y sonrío. No tengo palabras, pero su expresión me deja saber que siente exactamente lo mismo que yo. Calor, felicidad y con un poco de miedo por ahora tener que cuidar de esta personita, pero emocionado. Absolutamente emocionada de estar aquí, con él. "Estuviste increíble, Ella", Sinclair murmura, levantando mi barbilla con el dedo mientras se sube a la cama conmigo, ignorando el hecho de que está un poco... bueno. Que estas sabanas tendrán que ser destrozadas por no decir otra cosa. Pero a Sinclair sé que no le importa. Él solo quiere estar cerca de mí, cerca de nosotros. "Él es increíble", digo, enfocando mi atención hacia mi bebé y acercándome para darle un beso en la cabeza. Me río cuando lo veo retorcerse. "Dios, no pensé que se enojaría tanto. ¡Qué niño más enojado!", digo, pasando un dedo por su perfectamente suave cachetito mientras maúlla y da pequeños gritos. "No seas así con él", Sinclair dice, con un poco de
Ella "Me iré de inmediato", Roger añade, haciéndonos reír a todos. "De verdad", dice, "no sirvo hasta que el niño tenga la edad suficiente para lanzar una pelota. Entonces, para entonces solo será el Tío Roger". Le sonrío, complacida, y tomo su mano para apretársela, dejándole saber lo feliz que estoy que haya venido. Sus ojos se suavizan cuando me mira, y sé que él siente lo mismo. "Está bien", digo, suspirando y subiendo a la cama. "Me parece un buen plan". Entonces todos van a h