"Hijo, deberías escuchar a tu pareja". Henry suspira. "Al paso que vas, te vas a hundir antes de que acabe la semana". Sinclair solo frunce más el ceño, y sus manos se cierran en puños. "Agradezco tu preocupación, pero...". "Si aprecias nuestra preocupación entonces escucha, Dom". Roger interviene. Noto cómo aumenta su frustración, y cuanto más aumenta, más me inquieta. Sinclair golpea bruscamente la mesa con uno de sus puños antes de abrir y cerrar la boca. Al final se aparta de la mesa y
Ella La capital vanariana parece otro planeta. Dondequiera que miremos, los cristales están encima de nosotros, tallados en las formas más intrincadas que jamás haya visto. Los cambiaformas que pueblan la ciudad son amables y abiertos en su curiosidad, y nos detenemos con frecuencia para que Gabriel pueda charlar con los residentes y presentarnos. Todo es tan fácil y pacífico, sin mentiras, sin secretos, solo lobos viviendo abiertamente juntos en armonía. Al observar a Gabriel, veo a un lí
‘Esto no me hace gracia, Ella’. Su voz gruñona suena en mi mente. Ignorándole, salto y me ato a sus piernas, dándole codazos y repitiendo mis súplicas una y otra vez. En el momento en que le muerdo los tobillos, el estoico alfa cede y su enorme lobo se libera con un rugido. Mi loba está al mando y solo quiere celebrarlo. ‘¡Sí!’. Grita, abalanzándose sobre él en cuanto se completa la transformación. La energía premonitoria de Sinclair se tiñe de humor ahora, y sé que he ganado. Luchamos y jugam
3ra Persona Mientras Sinclair y Ella se alejaban corriendo por las calles serpenteantes de la capital vanariana, Roger encontró que su mirada se detenía en Cora. La humana seguía a su hermana con asombro, como si no pudiera creer lo que veían sus propios ojos. El viento agitaba sus cabellos negros, llevando su ya familiar aroma hasta el fuerte lobo. Roger se había mantenido cerca de Cora desde que huyeron del Valle Luna. Cuando apareció por primera vez en su puerta diciéndole que tenían que
Se detuvieron en la puerta del salón y Roger estudió a Cora con detenimiento, tratando de leer entre líneas sus palabras. "¿Te sientes culpable? ¿De no haber sido capaz de sacar este lado de ella?". Cora dejó escapar una carcajada sarcástica. "Me siento culpable de muchas cosas", confesó ominosamente. "Pero no por esto. Necesitaba encontrar a su pareja para sentirse segura y salir de su caparazón. Eso es algo que yo nunca iba a poder hacer por ella". "¿Y tú?", preguntó Roger con astucia, gui
Ella "¿Qué quieres decir con que perdiste a mi hermana?", exijo, enseñándole los colmillos a Roger. Sinclair me sujeta por la cintura, impidiendo que me abalance sobre su hermano tal y como mi loba me está exigiendo en estos momentos. Roger levanta las manos en señal de defensa. "Probablemente haya vuelto al palacio. Estuvimos hablando, se enfadó conmigo y se fue". "¿Entonces por qué no la seguiste? Es la única humana en todo un continente de lobos, ¿y la dejaste huir sola?". Siseo, atacan
‘Claro, culpa al cachorro’, bromea mi loba. ‘Olvida al alfa que te da placer hasta dejarte en coma cada pocas horas’. Tiene razón. Si no lo supiera, pensaría que Sinclair utiliza el sexo para agotarme, pero así es como ha sido siempre con su lobo. Nunca parece tener suficiente de mí, y sé que no desviaría su atención de la guerra en absoluto si pudiera evitarlo. Es puro instinto, y no me quejo en absoluto. Me pongo una bata y me dirijo a la otra habitación, donde oigo a mi pareja hablando c
Ella "¿Qué quieres decir con que quizá no me lleves contigo?". Exijo, apenas procesando las palabras de Sinclair. "Estamos apareados, donde tú vas yo voy". "Cariño, no quiero estar lejos de ti". Sinclair suspira, enviando una ola de genuino pesar a través de nuestro vínculo. No es la primera vez que hace esto, dejarme sentir sus emociones para confirmar su veracidad, pero esto es lo más fuerte que las he sentido. Con la ayuda de nuestra conexión, puedo sentir cuánto odia Sinclair la idea de