Giuliano Rizzo

Tomé distancia, no soportaba que Violet tuviera un problema para lo que para mí era una solución, ¿Por qué carajos es tan necia? Si fuera cualquier otra mujer le pegaría una patada en el culo y la mandaría a la mierda por más rica que estuviera, pero ¡Joder! Ella es mi esposa y no puedo hacer eso.

Después de analizar lo que había hecho volví a tomar mi postura, ella haría lo que yo quisiera, me debía obediencia, pero claro la señora estaba aún en pie de guerra. Era más fácil dominarla en el cuarto especial que en estado natural.

La discusión se prolongó por lo que pareció una eternidad. Yo estaba decidido a llevarla al médico para que de una buena vez saliéramos de dudas y no iba a aceptar un no por respuesta.

QUINCE MINUTOS DESPUÉS...

Me encontraba sentado en mi coche conduciendo a la farmacia en busca de un test de embarazo para salir de dudas porque ella se negó hasta el cansancio a ir al médico. Lo peor fueron sus malditas excusas:

-No le hablaré a la doctora- se