POV: Adam.
No tengo que ser adivino para saber lo que pasa por su cabeza. Y sí, yo también soy consciente de las evidentes diferencias sociales entre nosotros; pero nunca he sido de esos que necesita de un tipo específico de mujer para sentirse bien con la sociedad y sus exigencias.
Puede que Amaia, desde el primer momento que nos conocimos, con todas las dudas que me embargaron, no era lo que yo buscaba ni mucho menos. Pero fue difícil resistirse a su atractivo y a esa emotiva forma que tiene de moverse y demostrar lo que siente; eso está claro ahora, mientras la observo a mi lado mordiendo su labio inferior. Lo que parecía solo una atracción física, se ha ido convirtiendo en una necesidad extraña de permanecer a su lado, protegerla, estar para ella. Tengo claro
POV: Amaia.El mundo desaparece a mi alrededor en cuanto sus labios se unen a los míos; en cuanto damos rienda suelta a esto que nos ahoga y no podemos evitar. En mi subconsciente se prende la alarma de que estamos en el Club, el centro mismo del hervidero, pero no me detengo a pensar en eso ni un segundo. Prefiero enfocarme en su sabor, en la desesperación que siento y comparto, a medida que nuestras bocas se funden en una sola.La mano que él tiene en mi cintura, sigue ahí, fija. Aunque es evidente que sus dedos arden con la necesidad de moverse; lo sé, porque presiona con fuerza contra mi piel. Sin embargo, en medio de esta locura temporal que nos tomó desprevenidos, él se mantiene al tanto de lo que esto significa.Para nosotros mismos y para los demás.Estamos jugando con fuego.Y no solo es el fuego que ya no puedo negar, existe entre nosotros. Es que estamos cruzando la fina líne
POV: Amaia.En cuanto escucho sus palabras, siento un balde de agua fría caerme encima. Aguanto el tipo solo para no darle el gusto a ese maldito que me observa con arrogancia y superioridad. A ese malnacido que siempre ha deseado mi rendición. Y bueno, de una forma irónica, ya la tiene, si resulta que mis "servicios" son bien remunerados.Adam busca mi mirada en cuanto Richard nos da la espalda y en sus ojos veo una petición de confianza, un ruego. Pero yo no puedo evitar transmitirle la nada en la que me sumerjo cuando me doy cuenta en el lugar que siempre estoy, y estaré, realmente.—No, por favor —susurra, con un mínimo movimiento de sus labios.Sus dedos se aferran a los míos y sé que me está pidiendo comprensión, tranquilidad.Lo observo con la frialdad que siempre me caracteriza, la que había dejado atrás por unos intensos minutos en los que
POV: Adam.Mi sangre hierve y eso es lo que mis ojos deben transmitir; la rabia que ahora mismo me recorre y que deseo desquitarme con ella, de la forma más pasional que pueda. Le hice una promesa antes y se la repito ahora. No le permitiré a nadie que la juzgue, que la ofenda o que siquiera la miren si lo hacen con malas intenciones.Mi hermano es uno de esos. Y mi madre lo será también. Pero poco me importa lo que puedan o pretendan decir.Amaia es ahora mi punto débil y a la vez, mi fortaleza. Por sacarla a ella de este mundo, por salvarla de su propia oscuridad, haré todo. Y necesito que ella lo sepa.Se lo enseño en la profundidad de mi mirada y en la presión de mis manos ahuecando su rostro. No pueden quedarle dudas, ni una sola.Su asentimiento viene luego de un resplandecer de sus ojos. De su brillante verde acompañando los sentimientos que nos rodean.—Fuerte y cla
POV: Amaia.Estoy a punto de quemarme, así lo siento.No sé de dónde salió el atrevimiento de hace unos minutos, tampoco sé realmente cuánto tiempo ha pasado. Solo soy consciente de que me importa un bledo estar en su cama o encima de un sofá, en el piso o pegada a la pared; porque lo verdaderamente trascendental aquí es el hecho de que lo quiero ya, dentro de mí.Adam es puro fuego. Pura seducción. Y yo quiero abandonarme a sus brazos y dejar que haga de mí, por unas horas, lo que quiera. Porque sus gemidos y jadeos roncos son lo más excitante que alguna vez he escuchado, porque sus dedos hacen maravillas con mi cuerpo y su boca, ¡oh, por Dios!, su boca es pecado abrasador.Ahora, con mi cabeza apoyada en su hombro, mientras intento recuperar mi respiración, mantengo mis ojos cerrados para controlar mis emociones. Su olor delicioso me envuelve, acapara el &ua
POV: Adam.El auto se detuvo hace unos minutos, pero no encuentro la forma de contener todo esto que nos envuelve ahora mismo.Tengo mis sentidos, todos, enfocados solo en ella.Y es que, de qué otra manera podría ser, si este nivel de atracción que sentimos es demasiado. Y no es ahora que hemos tenido acercamientos, que nos hemos dejado llevar…no. Desde que la vi, sentí una conexión con ella. De esas sensaciones profundas que están, la mayoría de las veces, limitadas a una cantidad específica de personas. Nosotros tuvimos la suerte de sentirla, porque también sé que ella se siente así.Amaia es desconfiada, con toda razón si se desenvuelve en un mundo de mierdas constantes. Pero ella confió en mí, de una forma tan sincera, tan espontánea, que me hace entender lo afortunado que soy.Es tanto lo que quiero hacerle, en este mismo instante,
POV: Amaia.Su pene es largo y grueso. Se siente caliente y aterciopelado. Suave y a la vez, duro.No puedo ocultar que mi boca se hace agua, mucho menos, mientras Adam deja salir un gruñido ronco que me eriza la piel cuando muevo mi mano arriba y abajo, cuando lo saco del todo de sus calzoncillos. La orden dada por él, solo un segundo atrás, me excitó a tal punto que sentí mis bragas mojarse aún más. Mi cuerpo es todo un recipiente de emociones contenidas y solo serán liberadas cuando lo tenga dentro de mí.No mentí cuando le dije que daría lo mismo aquí, allá o dónde fuera. Lo cierto es que necesito sentirlo de una vez.Y cuando su cuerpo se levanta un poco y su mano viaja hasta uno de sus bolsillos traseros, puedo entender que la cosa comienza a volverse real. Muerdo mi labio inferior con la expectativa, Adam observa el movimiento con mirada sagaz y su otr
POV: Adam.La puerta se cierra de golpe, cuando estampo a Amaia contra ella. Tomo su boca con ansias y tal parece que no puedo aguantarme las ganas de estar dentro de ella otra vez. De hecho, lo más seguro es que sea así.¿Cómo llegamos hasta aquí? Ni siquiera lo sé. Desde que por fin dimos rienda suelta a nuestros evidentes deseos siento que floto en una nube de anhelos. Solo soy consciente de que la tengo donde quiero, donde deseaba tenerla desde que la vi.Amaia gime cuando muerdo su labio con fuerza y mis manos presionan sus caderas cuando las ganas se hacen inmediatas. La ropa, que tuvimos que acomodar antes de salir del auto, comienza a sobrarnos una vez más. Pero esta vez, quiero hacer las cosas bien, aunque el ardor de tomarnos sea imposible de aguantar.Con sus piernas rodeando mi cintura, sus brazos alrededor de mi cuello y los míos sosteniendo su peso, camino con ella por todo mi apartamen
POV: Amaia.Un dolor delicioso se extiende por mi cuerpo cuando intento acomodarme. Y una sonrisa se expande en mis labios cuando recuerdo el motivo. Me estiro y al instante noto a Adam recostado a mí, con su brazo fuerte y grande rodeando mi cintura. Me acurruco contra él, porque necesito sentir que es real, que la noche pasada no fue producto de mi imaginación.Mantengo los ojos cerrados porque quiero fingir que el amanecer demora en llegar, que el tiempo no corre y que seguiré aquí mucho tiempo más. Sé que tengo responsabilidades, que la vida sigue su curso normal, pero necesito una pausa, solo una.Decido recordar cada segundo, cada toque, cada beso. Puedo sentir la temperatura de mi cuerpo incrementarse sin poder evitarlo y un cosquilleo recorrer cada centímetro de mi piel con cada memoria. Adam es puro fuego, tanto en personalidad como en actitud. Y ahora, rememorar su rostro desencajado mientras me f