Lagrimas caían de mis ojos, tanto que por un momento me quedé completamente ciega, mientras siento como Hunter me abraza con fuerza, hundiéndome en su pecho. Algo que realmente necesitaba, por un momento sentí que me estaba protegiendo.

–¿Qué es lo que pasa? –Se pregunta realmente preocupado, pero no fui capaz de contestar, así que él toma de mi mano y me lleva hacía uno de los comedores del lugar, que estaba completamente vacío.

Al estar en el lugar, lo único que puedo hacer es mirar el suelo mientras las lágrimas siguen cayendo de mis ojos. ¿Era en serio que tenía que aguantar tal falta de respeto? No había forma de que yo pudiera compartir a Leonardo con otras mujeres, y a pesar de que Leonardo nunca hizo nada, me sentí decepcionada, ya que pude ver en Esther un aire de conformidad, que realmente me desagrado. No quería ser como Esther, no quería solo aceptar que mi hombre hiciera esas cosas.

–¿Seguirás llorando? –Pregunta el joven de ojos azules, quién luce genuinamente preocupado