Capítulo 8Vanessa Ya había caído la noche y me encontraba mirando por la ventana del despacho de mi padre sin saber como voy a enfrentar esto que se me viene encima. Sabía mejor que nadie que Dante no era un hombre de quedarse de brazos cruzados y de seguro ahora que sabe que las niñas son suyas va a tratar por todos los medios de estar cerca de ellas. Cosa que obviamente no pensaba permitir porque él nos alejó de su lado sin importarle absolutamente nada aquella noche. Además, era más que obvio que ahora su madre y Lisandra harían hasta lo imposible por volver a hacerme daño como en el pasado. Lástima que para ellas las cosas no serán tan sencillas como la última vez y yo se los dejaría claro.Nunca he sido mujer de tomar más alcohol del que debía y ahora me encontraba bebiendo en el despacho de mi padre que es el único lugar donde hay. Solamente podía observar las estrellas desde la ventana y las envidiaba un poco. Ellas estaban a cientos de kilómetros de aquí y no tenían problemas
Capítulo 9Dante Escucho a lo lejos la voz de mi padre y sus incansables golpes en la puerta, pero como estoy que ni siquiera puedo con mi alma únicamente me quedo sentado en la cama sin intenciones de moverme.Siento como todo a mi alrededor se mueve y ese sonido taladra mi cabeza, pero para cuando quiero levantarme para abrir y que dejen de hacerlo. Mi padre entra como un torbellino por la puerta y suspira aliviado en cuanto me ve, al parecer él había pensado que tal vez había terminado con mi vida. Algo que obviamente pensé y cuando vi la cara de Bruno supe que ambos habían pensado lo mismo, más que nada porque mi amigo escuchó toda mi frustración siendo tratada de calmar mientras destrozaba todo a mi paso.– Por dios que es todo este desastre – dice mi padre mientras mira a su alrededor – ¿Estás bien Dante? Apestas a alcohol.– Apesto más que a solo alcohol, apesto a cobardía y a infeliz miserable – digo con la m****a perdida mientras pienso en todo – Soy una basura de ser humano.
Capítulo 10Dante Sin duda las palabras de Vanessa estaban siendo como un puñal que se clavaba en mi piel una y otra vez, ya que recordaba que efectivamente esas palabras tan hirientes salieron de mi boca. Jamás debí de usarlas y mucho menos debí de desconfiar de ella, sin embargo, lo que no podía permitir ahora era que dijera que sea arrepentía de haberse casado conmigo porque eso significaría que se arrepiente de haber tenido a esas dos bellas niñas. Esas dos bellas niñas que también son mías.– No digas eso Vanessa, no lo hagas porque eso sería como decir que te estás arrepintiendo de nuestras hijas – le digo acercándome a ella y al hacerlo vuelve a voltearme la cara de una sola bofetada más fuerte que la anterior.– Nunca más vuelvas a decir la palabra nuestras o te juro que te mato, Dante y hablo en serio. Violeta y Valentina son solamente mías, son mis hijas porque tú jamás las quisiste desde que estuvieron en mi vientre. Así que no tienes ese maldito derecho para referirte a el
Capítulo 11 VanessaSabía perfectamente que Dante no se quedaría quieto. Ese hombre cuando se proponía algo podría ser un verdadero grano en el trasero y todo por su terquedad. Sin embargo, ni con todas sus palabras o esas lágrimas tan falsas que él muy miserable se atrevió a soltar, iba a conseguir que le dejara ver a mis hijas. Yo ya no soy la idiota que se enamoró perdidamente de él años atrás y mucho menos soy la que estaba dispuesta a dar la vida por estar a su lado.Siento la risa de mis hijas cinco minutos después de que él se haya ido de aquí y me pregunto si las habrá vuelto a ver en el camino. Afortunadamente al parecer no fue así, ya que de haberse dado el fatal incidente, de seguro Dante hubiese vuelto a mi oficina por más.En cuanto veo a mis niñas entrar acompañadas de Bea, de inmediato trato de cambiar mi carácter por ellas. Ya suficiente tuvieron ayer con verme en esa faceta totalmente fuera de control y no quiero que vuelvan a llorar como lo hicieron por mi culpa. No
Capítulo 12Vanessa«Ocho años de atrás» Aeropuerto de Polonia– ¿Estás segura de que lo tienes todo cariño? – me pregunta mi padre por sexta vez y yo solo sonrío.– Que sí papá, no seas pesado. Ya lo tengo todo dentro del bolso y me sé de memoria la dirección del departamento, en cuanto llegue te llamo para que sepas que estoy bien. No dejaría que te volvieras loco al no saber de mí.– Está bien, tienes razón. Estoy siendo un poquito pesado y ya no te preguntaré más. Ahora mejor será que te vayas porque el avión te va a dejar y no quiero sonar como un padre sobre protector que atosiga a su hija todo el tiempo. Solo ten en cuenta que te voy a extrañar mucho.– Yo también te voy a extrañar y te amo mucho papá. Te prometo que te llamaré nada más poner un pie dentro de mi apartamento. Sabes que amo que sea sobre protector conmigo porque eso confirma que te importo.– Yo también te amo mucho mi princesa y sé que eres una guerrera y que sabrás valerte ti sola. Aun así si me necesitas, sin i
Capítulo 13 DanteMiro la lluvia a caer fuera del local en el que me encuentro y no sé si es normal aquí en Polonia que los días sean tan tristes y sombríos. Sin embargo, desde que la verdad me ha explotado en la cara todo me parece de color gris.Siento el sonido de la campanita de la puerta al ser abierta y otra vez volteo para ver si en esta ocasión es la persona a la que espero. Afortunadamente para mí en esta ocasión sí se trata de Bea, quién me mira diferente a esta mañana y me pregunto qué habrá sucedido ahora.– Hola, pensé que no vendrías y ya estaba nervioso – dije una vez la veo sentarse frente a mí.– Pues qué bueno que hayas pensado eso Dante porque créeme que estuve tentada a no venir. Sobre todo después de la visita de tu madre y de tu prometida a la empresa de mi mejor amiga. Es más, ni siquiera yo debería de estar aquí y mucho menos contarte todo lo que te diré hoy.– ¡¿Espera que?! – pregunto sorprendido por sus palabras – ¿De qué estás hablando, Bea? Que yo recuerde
Capítulo 14DanteEscucho claramente todas y cada una de las palabras que me dice mi nana y no podía creer lo ciego que estuve todo este tiempo, pero tampoco podía creer todo el daño que mi madre y Lisandra fueron capaces de hacerle a Vanessa. Si antes me quedaban dudas de que alguna de ellas podría haber sido la responsable de lo que sucedió hace años, ahora con esto no me quedaba duda alguna. Solamente necesitaba pruebas y entonces las haría pagar con creces sin importarme absolutamente nada.Mientras escuchaba mi nana, recordaba cada una de las veces en las que tuve la verdad frente a mis ojos y no la vi. Ahora me sentía peor que nunca y a mi mente vienen recuerdos del día en que Vanessa tenía su mano lastimada y como mi madre justificó su herida como un supuesto accidente cuando en realidad ella y Lisandra habían tenido mucho que ver con eso.También está el día del accidente de Vanessa por las escaleras y como supuestamente tropezó sin querer y terminó rodando. De solamente pensar
Capítulo 15VanessaEl hecho de que esas dos arpías fuera a molestarme ayer a mi propia empresa, solo confirmaron mis sospechosas de que todo lo que hicieron se les está viniendo encima. Nadie que tiene todo completamente seguro viene a amenazar o advertir sobre algo a otra persona. Afortunadamente Bea se llevó a mis hijas con mi padre porque lo que sucedió en esa oficina no fue nada agradable de ver. Además, aún tengo la sensación de hormigueo en mi mano tras la buena cachetada que le pegue a la bruja de Emilia y la verdad si se sintió genial devolverle al menos un poquito de lo que ella me hizo a mí.– Tu padre está con las niñas jugando a la hora del café ¿Te molestaría que te pregunte cómo estás? – me pregunta Grisel entrando al estudio y yo solamente le regalo una sonrisa mientras apago el cigarrillo.– No me molesta en lo absoluto Grisel y respondiendo a tu pregunta sinceramente ni yo misma sé cómo estoy. Es como si estuviera en el limbo en este momento – digo dejando escapar un