Después de pasar unos días de lujo con James en las Bahamas, me alegré de estar de regreso en su casa. Las cosas habían sido maravillosas y, sin embargo, a pesar de todo, poco a poco había dejado caer el muro que había construido. Había algo en él que me dio la esperanza de que cambiaría de opinión.
Había una delgada línea entre ser un idiota y ser físicamente abusivo, y Chad la había superado. Fui una tonta al pensar que nuestra última conversación habría sido el final de las cosas, porque claramente él no captó la indirecta.No estaba seguro de cuánto tiempo estuve sentado en el suelo cuando
Al despertar a la mañana siguiente, sentí rigidez en las articulaciones de mi cuerpo protestando por el altercado que ocurrió la noche anterior. James había sido un hombre de palabra. Se quedó conmigo toda la noche y me abrazó hasta que el sol naciente brilló a través de las cortinas.Insegura de có
Por mucho que disfruté mi tiempo aquí con James, me sentí un poco fuera de lugar. Estaban sucediendo muchas cosas y demasiadas complicaciones. Una parte de mí extrañaba muchísimo a mi padre, pero la otra parte de mí no quería que se preocupara.—Bueno, escúpelo. ¿Qué ha pasado?—Oh, no ha pasado nad
Jaime.No había manera de describir cómo me sentí en el momento en que vi a Becca en el estado en el que se encontraba. Quería matar a Chad... pero no importaba cuánto lo deseara, sabía que ella me necesitaba más de lo que yo necesitaba venganza.No toleraba lastimar a las mujeres, e incluso cuando
No había ninguna razón conmigo en este momento, y si Chad continuaba como estaba, se encontraría en el hospital.—¿Quién diablos te crees que eres, viejo? ¿Sabes quién soy?La risa se me escapó mientras lo veía tratar de actuar en grande y malo. Chad se puso de pie, con la mandíbula apretada y los p
Beca.Después de la conversación con James el día anterior, sentí la necesidad de escaparme por unos días. No estaba seguro de qué iba a hacer ni adónde iría, pero la confusión que sentía me hacía inseguro de todo.Estaba yendo completamente en contra de mis creencias y actuando como un tonto.Sin e
—Oh, ¿jódeme?— Él casi se rió mientras me empujaba contra la pared, inmovilizando mis brazos por encima de mi cabeza. —¿Es esto lo que quieres, Becca?— susurró con una sonrisa.—¿No deberías decir que eso es lo que quieres?— Espeté, antes de que sus labios capturaran los míos con una pasión acalorad