Por mucho que disfruté mi tiempo aquí con James, me sentí un poco fuera de lugar. Estaban sucediendo muchas cosas y demasiadas complicaciones. Una parte de mí extrañaba muchísimo a mi padre, pero la otra parte de mí no quería que se preocupara.—Bueno, escúpelo. ¿Qué ha pasado?—Oh, no ha pasado nad
Jaime.No había manera de describir cómo me sentí en el momento en que vi a Becca en el estado en el que se encontraba. Quería matar a Chad... pero no importaba cuánto lo deseara, sabía que ella me necesitaba más de lo que yo necesitaba venganza.No toleraba lastimar a las mujeres, e incluso cuando
No había ninguna razón conmigo en este momento, y si Chad continuaba como estaba, se encontraría en el hospital.—¿Quién diablos te crees que eres, viejo? ¿Sabes quién soy?La risa se me escapó mientras lo veía tratar de actuar en grande y malo. Chad se puso de pie, con la mandíbula apretada y los p
Beca.Después de la conversación con James el día anterior, sentí la necesidad de escaparme por unos días. No estaba seguro de qué iba a hacer ni adónde iría, pero la confusión que sentía me hacía inseguro de todo.Estaba yendo completamente en contra de mis creencias y actuando como un tonto.Sin e
—Oh, ¿jódeme?— Él casi se rió mientras me empujaba contra la pared, inmovilizando mis brazos por encima de mi cabeza. —¿Es esto lo que quieres, Becca?— susurró con una sonrisa.—¿No deberías decir que eso es lo que quieres?— Espeté, antes de que sus labios capturaran los míos con una pasión acalorad
—Así que ella no significa nada para ti—, preguntó Tally, mirando a su padre. —¿No te preocupas por ella?—¿Qué?— James se burló. —Por supuesto que no. Ella sabe que esto es sólo sexo.Las palabras de James fueron como un cuchillo en mi corazón. Sabía que no éramos oficiales, pero escucharlo ser tan
Hace unas semanas, vine a Miami con la plena intención de pasar el mejor momento de mi vida. A los pocos días de llegar, descubrí cuán cierta iba a ser esa afirmación.James Valentino volvió a mi vida como un huracán y lo cambió todo.La forma erótica en que me tocó hizo que mi cuerpo cobrara vida,
—No estabas bromeando sobre la comida y las bebidas—, me reí entre dientes mientras ella me miraba, riendo.—Te dije que te tenía. Ahora te serviremos un trago y luego me cuentas todo lo que pasó. Allegra no perdió el tiempo preparando las cosas. Sacó un vaso alto y transparente del mostrador y lo l