Mi corazón se aceleró ante la anticipación de lo que estaba sucediendo. ¿Era esto lo que esperaba que pasara? Pero no podía hacerle eso a Tally, ¿verdad?—Sí—, respondí incómoda, —supongo que sí. Ya no soy la misma chica tonta que era la última vez que estuve aquí. Y puedo decir que tú también has c
Jaime.—Daniel, como puedes apreciar, existen numerosas maneras en las que podemos asistirte a obtener ganancias de tu industria si decides emplear nuestros servicios. Nuestra sección de importación y exportación sobrepasa con creces la de nuestros competidores.Observé cómo el director ejecutivo de
—Pensé que me echarías de menos—, se quejó mientras yo exhalaba con exasperación.Apretándome el puente de la nariz, sacudí la cabeza y la ayudé a bajar de mi regazo.—Te dije que no me involucro emocionalmente, Katrine.Sus labios se entreabrieron y sus ojos se entrecerraron. —Hemos estado viéndono
Beca.El cálido clima de Miami tostaba mi piel mientras reposaba en una silla blanca junto a la piscina. Aunque anhelaba tener esta comodidad en Savannah, no era así. Allí la humedad superaba lo agradable, y el clima en Miami era muy diferente.Era una de las cosas que disfrutaba de este lugar.Esta
—¿No?—Sí, no—, bufé. —Mira, no sé qué te ha contado Tally, pero, sinceramente, no me interesa. Solo quiero hacer lo mío y tumbarme junto a la piscina para relajarme.—Ella me dijo que te habías esforzado por conseguirlo. Eso me gusta en una mujer.Oh, por el amor de Dios. ¿Es en serio?—No, no soy
Jaime.En el momento en que entré a la casa y vi la situación en la que se encontraba Becca, me enfurecí. Escuché su llamado de auxilio al abrir la puerta principal, pero no fue hasta que la vi que comprendí lo desesperada que estaba por que alguien interviniera.El chico la tenía inmovilizada, y co
—Tally—, dije con calma mientras intentaba mantener la compostura, —¿podemos hablar?—¡Ay dios mío!— exclamó mientras se giraba para mirarme. —Me estaba preguntando dónde estabas. ¿Cómo te llevaste con él como esperaba?Había una sonrisa en su rostro mientras me guiñaba un ojo que me hizo sentir eno
Dos días habían transcurrido. Durante ese lapso, lo había esquivado, y con cada día que pasaba, mi ansiedad aumentaba. No sabía cómo enfrentar la situación después de lo que me había sucedido el otro día. Los incidentes con Alejandro habían resultado traumáticos en cierto sentido, sí, pero me sentía