Beca.El cálido clima de Miami tostaba mi piel mientras reposaba en una silla blanca junto a la piscina. Aunque anhelaba tener esta comodidad en Savannah, no era así. Allí la humedad superaba lo agradable, y el clima en Miami era muy diferente.Era una de las cosas que disfrutaba de este lugar.Esta
—¿No?—Sí, no—, bufé. —Mira, no sé qué te ha contado Tally, pero, sinceramente, no me interesa. Solo quiero hacer lo mío y tumbarme junto a la piscina para relajarme.—Ella me dijo que te habías esforzado por conseguirlo. Eso me gusta en una mujer.Oh, por el amor de Dios. ¿Es en serio?—No, no soy
Jaime.En el momento en que entré a la casa y vi la situación en la que se encontraba Becca, me enfurecí. Escuché su llamado de auxilio al abrir la puerta principal, pero no fue hasta que la vi que comprendí lo desesperada que estaba por que alguien interviniera.El chico la tenía inmovilizada, y co
—Tally—, dije con calma mientras intentaba mantener la compostura, —¿podemos hablar?—¡Ay dios mío!— exclamó mientras se giraba para mirarme. —Me estaba preguntando dónde estabas. ¿Cómo te llevaste con él como esperaba?Había una sonrisa en su rostro mientras me guiñaba un ojo que me hizo sentir eno
Dos días habían transcurrido. Durante ese lapso, lo había esquivado, y con cada día que pasaba, mi ansiedad aumentaba. No sabía cómo enfrentar la situación después de lo que me había sucedido el otro día. Los incidentes con Alejandro habían resultado traumáticos en cierto sentido, sí, pero me sentía
********Cuatro horas más tarde, después de pasar un rato en la playa y consumir muchas bebidas, Tally y yo cruzamos la puerta principal, riéndonos de las cosas que habíamos visto durante el día. Fue agradable pasar tiempo así con Tally, considerando la diferencia que habíamos experimentado en los ú
Jaime.Ella se quedó en silencio frente a mí, observándome fijamente. La manera en que sus dientes mordieron su labio inferior hizo que mi miembro se endureciera en mis pantalones. Deseaba morder ese labio inferior más que nada, y había tenido ese pensamiento desde el momento en que la vi.—Te avisa
Con las manos inquietas, caminé por mi habitación, tratando de calmar mi mente acelerada. James me había sorprendido mirándolo en la ducha, y no tenía idea de lo que sucedería después.¿Me echaría? ¿Le diría a Tally?Algo en lo más profundo de mí me decía que no lo haría, pero no estaba segura.Sacu