11-Ethan

—Eras tú en el acantilado...

La suavidad en su voz me espantó, no necesitó decir nada más. No lo preguntó, lo afirmó y casi vuelan las lechugas y su recipiente por los aires, quedé mirándolo estupefacta, apretando la cuchara de madera que había arriba de la mesada

« ¡Mierda!, si me vio... ay no»

Su sonrisa lo decía todo, no iba a ser capaz de desmentir, estaba completamente seguro, solo quería la confirmación y la obtuvo agarrándome con la guardia baja. Y ahora no sabía que mierda decir... ¿cómo le explico, sin quedar como una estúpida?.

—Lo siento, pero sabes demasiado, tendré que matarte —amenacé entrecerrando mis ojos y apuntando al medio de su pecho con la cuchara de madera, como era de suponer ni se movió, solo bajo su mirada hacia la cuchara y luego volvió a mis ojos. Me mantuve firme, en mi pseudo postura intimidante.

— ¿Con eso? —señaló cómicamente la cuchara—,¿Tú crees? —canturreo y se relamió sus labios y luego los apretó para no dejar salir su risa.

¡Bueno!... e