Capítulo 25: Ecos de lo Perdido El bosque parecía infinito, envolviendo al grupo en un silencio pesado. Aurora caminaba entre Damien, Elias, Kael y Freya, mientras la memoria del templo destruido se repetía en su mente. Aunque habían logrado escapar, las imágenes del ataque de la Orden y los sacrificios que otros habían hecho por ellos pesaban en cada uno de sus pasos.Kael y Freya, quienes habían sido pilares de apoyo durante la huida, caminaban detrás de Aurora, sus miradas vigilantes. Ambos estaban tensos, con la magia aún pulsando en el aire a su alrededor. A pesar de haber dejado el templo atrás, la amenaza de la Orden seguía latente.El templo: lo que dejaron atrásCuando el grupo se detuvo en un claro protegido por runas de Elias, Aurora no pudo contenerse más.—¿Qué pasó realmente en el templo? —preguntó, mirando directamente a Elias.Elias, trazando cuidadosamente un símbolo protector en el suelo, levantó la vista con un rostro cansado pero sereno.—Selene destruyó el núcleo
Capítulo 26: La Sombra de EvangelineEl santuario, aunque seguro, no podía silenciar las tensiones entre los miembros del grupo. Aurora estaba decidida a seguir entrenando, a entender la conexión que la Orden parecía tener con su linaje. Pero había algo en el aire, una sensación de peligro inminente, como si el enemigo estuviera más cerca de lo que ellos creían.Damien había pasado la mayor parte del día aislado, estudiando mapas y planeando estrategias con Marcus. Sin embargo, su semblante se endurecía cada vez que alguien mencionaba el nombre de Evangeline, la enigmática líder de la Orden Sangre Oscura. Había algo personal en su odio hacia ella, algo que ni siquiera Marcus, su lugarteniente más leal, comprendía del todo.Evangeline y sus intrigasEn otro lugar, lejos del santuario, Evangeline estaba sentada en un trono oscuro, rodeada de sus aliados más cercanos. Su cabello plateado caía como una cascada sobre sus hombros, y sus ojos brillaban con un rojo intenso mientras observaba
Capítulo 27: La Marca de la TraiciónLa atmósfera dentro del santuario era tensa, como si el aire mismo estuviera cargado de sospecha. Aurora permanecía junto a Elias mientras él realizaba el hechizo de detección en el centro de la sala principal. Las runas que había dibujado en el suelo comenzaban a brillar con un resplandor pálido, y la energía que desprendían parecía moverse por las paredes como una ola invisible.Damien estaba de pie en la entrada, con los brazos cruzados y los ojos fijos en el proceso. Kael, Freya y Marcus observaban desde un lado, sus rostros reflejando una mezcla de preocupación y desconfianza. Aurora podía sentir la tensión en cada mirada, en cada movimiento.—Si hay magia de la Orden aquí, lo sabremos pronto —dijo Elias, sin apartar la vista de las runas.El resplandor creció, llenando la sala con una luz brillante. Por un momento, todo quedó en silencio. Y luego, una chispa de energía oscura salió disparada de una de las paredes, como si algo estuviera trata
Capítulo 28: Los Susurros de la OscuridadEl aire dentro del santuario era denso, cargado de las tensiones que el reciente ataque había dejado. Aunque habían repelido a los intrusos, las palabras del líder herido seguían resonando en la mente de todos. “Siempre supimos dónde estabas.” Para Aurora, aquello no era solo una advertencia, sino una señal de que la Orden estaba más cerca de lo que nadie quería admitir.Damien se había encerrado en su habitación, su furia evidente incluso detrás de la pesada puerta de madera. Elias, Kael y Freya estaban trabajando en fortalecer las defensas del santuario, mientras Marcus organizaba guardias para vigilar las entradas. Sin embargo, la sospecha de que había un traidor dentro del grupo seguía en el aire.Aurora busca respuestasAurora no podía quedarse quieta. Sabía que Damien ocultaba mucho más de lo que dejaba ver, especialmente sobre su relación con Evangeline. Así que, desobedeciendo su orden implícita de mantenerse al margen, se dirigió haci
Capítulo 29: El Juego de la SombraLa tensión en el campamento era palpable mientras los últimos rayos de sol desaparecían en el horizonte. El claro al norte del santuario, ahora reforzado con barreras mágicas, parecía un lugar adecuado para el enfrentamiento que se avecinaba, pero Aurora no podía ignorar el temor que pesaba sobre ella.Damien observaba desde la distancia mientras Kael y Freya trabajaban en las protecciones mágicas finales. Selene estaba sentada en un tronco cercano, recuperándose mientras Elias y Marcus supervisaban los preparativos. Aurora, por su parte, practicaba canalizar su magia, aunque el temor de perder el control seguía presente en cada movimiento.La llegada de EvangelineLa noche cayó y, tal como Selene había advertido, Evangeline no tardó en aparecer. Su figura se materializó al borde del claro, acompañada de varios seguidores de la Orden. Sus túnicas negras se mezclaban con las sombras, y sus ojos brillaban con una intensidad sobrenatural. Evangeline, co
Capítulo 30 :El Veneno de la TraiciónEl regreso al santuario estuvo cargado de un silencio pesado. Aunque habían repelido a la Orden y salvado a los prisioneros, el ataque en el claro no era más que un recordatorio de lo cerca que estaban del peligro. Damien, al frente del grupo, mantenía su postura rígida mientras su mente repasaba lo ocurrido.Aurora, a su lado, observaba cómo los demás caminaban en silencio: Elias y Selene atendían a los prisioneros heridos, mientras Kael y Freya ayudaban a reforzar las barreras mágicas alrededor del santuario. Sin embargo, Marcus, siempre alerta, parecía más serio que de costumbre.El eco de una sospechaCuando llegaron al santuario, Damien reunió a Marcus y Elias en la sala principal. Selene y Freya se quedaron cerca, atendiendo a los sobrevivientes y ayudando con las defensas. Aurora se unió al grupo, consciente de que algo más estaba en juego.—El traidor que enfrentamos antes fue solo una pieza en el tablero de Evangeline —dijo Damien, su voz
Capítulo 31: La Primera FisuraEl ritual de detección había revelado lo que todos temían: había magia de la Orden dentro del santuario, pero no provenía de un objeto específico. Selene, exhausta tras canalizar su energía para el hechizo, explicó que la magia estaba conectada directamente a alguien dentro del grupo.Aurora sintió el aire volverse denso mientras las palabras de Selene resonaban en la sala. Todos se miraron unos a otros, la desconfianza visible en sus rostros. Kael cruzó los brazos, su expresión endurecida, mientras Freya intercambiaba una mirada rápida con Elias.Damien se mantuvo en silencio, observando a cada uno con una intensidad que hacía que incluso Aurora sintiera el peso de su mirada. Finalmente, habló.—No vamos a ceder ante la paranoia —dijo, su voz firme—. Pero tampoco ignoraremos esta amenaza. Sea quien sea, te daré una oportunidad para confesar ahora mismo.El silencio que siguió fue ensordecedor. Nadie habló. Nadie se movió.La primera sospechaMás tarde e
Capítulo 32: Sin Cabos SueltosLa atmósfera en el santuario se había vuelto opresiva, como si el aire mismo estuviera cargado de la tensión que todos sentían. Marcus permanecía en el suelo, con la mirada fija en Damien, su respiración entrecortada. Sabía lo que venía. Sabía que no había marcha atrás.Damien se quedó inmóvil, su figura proyectando una sombra imponente en la tenue luz de la sala principal. Sus ojos rojos, ahora más oscuros que nunca, reflejaban una mezcla de ira y decepción. Aurora podía sentir el peso de su decisión incluso antes de que hablara.—No puedo permitir que esto continúe —dijo Damien finalmente, su voz baja pero cargada de una intensidad que hizo que todos en la sala se estremecieran.Aurora dio un paso hacia él, su instinto de intervenir luchando contra su comprensión de la situación. —Damien, espera. Marcus fue manipulado. No podemos culparlo completamente por lo que hizo.Damien giró la cabeza hacia ella, su mirada penetrante. —No es solo lo que hizo, Aur