POV: Leo.
«No me siento bien».
Es difícil aceptar que cometí un error. Y ese es el problema, que aún no comprendo del todo por qué es un error. Yo amo a Jenny. La amo de una forma diferente, más sencillo, más fácil. Más, como un sentimiento retribuido. Y ahí, está el otro problema.
«¿Hago bien, dejándome llevar? ¿Estoy seguro que no me arrepentiré de haber tomado una decisión como esta?»
Mis pensamientos van a mil por hora y culpo de ello, además de a mí, a Maddie. Por siempre decir lo que debe y lo que no. Por no morderse la lengua. Nunca.
Y al final, no puedo negar que es necesario. Por más que desee que mi decisión no sea criticada, yo mismo soy consciente de lo que estoy haciendo. Aun así, creo de verdad que es el camino a seguir. Lo intentaré por todos los medios. Aunque el c
POV: Mary«No lo puedo creer».Asustada, reviso otra vez. No soy capaz de aceptar lo que mis ojos ven tan claramente. Es imposible. Aunque puede ser una casualidad. Una falsa alarma.Tomo una decisión en el mismo instante, así sin pensarlo mucho. Termino de vestir a Lianny, para poder salir antes de que Harry regrese. Antes, paso por la habitación de Harry y tomo lo necesario, él nunca se imaginará que he estado aquí, tan seguro que está de todo cuanto aconteció hace años.Cuatro años. Cuatro largos años en los que ha pasado de todo. Pero en los que, básicamente, he vivido con tranquilidad. Mi hija me ha dado todo, incluyendo la felicidad que tanta falta me hacía. En medio de mi realidad y en medio de la actual y compleja situación que vivo con mi madre.Cuando tengo todo listo, salgo de la casa sin hacer mucha algarabía. Generalment
POV: Mary.Llegamos a la casa y mi madre me espera, sentada en uno de los amplios sillones del salón, con una expresión nerviosa dibujada en su rostro. Su piel demasiado pálida, es lo primero que noto. Su pose, ausente de rectitud, es lo segundo. Hoy, no encuentro el brillo permanente de sus ojos, ni la fortaleza en la rigidez de sus hombros. Hoy, mi madre, no luce como ella misma.«Algo sucede».Con Lianny en mis brazos camino hacia ella. Su expresión se relaja un poco cuando nos ve llegar, intenta levantarse, pero un desequilibrio la hace quedarse en el lugar. Su estampa me preocupa demasiado, pero no quiero comentar nada delante de la niña. Miro a mi madre a los ojos y ella, me mira entristecida. Sabe que algo no está bien, pero sonríe, lo hace por nosotras.Coloco a Lianny en el suelo junto a ella. Mi niña le da un abrazo enorme y la acaricia constantemente. Tal vez ella no sepa lo qu
POV: Leo.«¿Qué hago?».Llevo más de cinco horas sentado en este lugar, dándole vueltas a la misma pregunta en mi cabeza. Una botella de whisky me acompaña y ya creo, que voy sintiendo los efectos.«Aunque se tardaron un poco», pienso irritado, porque hace horas debería haber caído completamente borracho, atormentado por lo que acabo de descubrir e intentando aliviar la rabia que me llena.—¿Cómo es posible? —hablo conmigo mismo. Con mis manos me aferro a mis cabellos y jalo, con fuerza, desesperado—. ¿Qué se supone que haga ahora?Mi vida avanza, o eso pretendo. Esto es un obstáculo que hará mella profunda, en mi rutina, en la normalidad de mi relación, en mis fieles promesas de no verla más. A ella. A la culpable de todo. A la que me destrozó tan hondo, que me hizo romper un juramento. Aquel mar
POV: MaryUn mes. Solo un mes bastó para que mi vida se fuera al carajo. Otra vez.A veces pienso que nunca podré tener un descanso. Cada vez que siento que el rumbo tomado, es ligeramente fácil de seguir, algo nuevo estalla, como si una bomba de tiempo rigiera los hilos de mi destino.Un mes. Solo un mes duró todo. Pero el dolor queda ahí, persistente y angustiante. Constante.Perder una de las pocas cosas que había mejorado en mi vida, se siente demasiado mal. Me culpo por muchas cosas y, entre ellas, por llevar una maldición encima, que afecta a todos los que me rodean y que, a la larga o a la corta, trae consecuencias.Mi madre murió. Solo duró un mes. Desde que supimos sobre su enfermedad, hasta que llegó a la fase terminal, solo pasó un maldito mes.Antes me preguntaba cuántas cosas pueden cambiar en tan poco tiempo. Pues acabo de descubrirlo y de la pe
POV: Leo.Hoy hace tres meses que supe en el problema que estaba metido. Tres meses de no hacer nada. Absolutamente nada. Una extraña sensación me llena cuando pienso en la única solución. Pero no encuentro las fuerzas para enfrentar todo. No es tan simple como llegar hasta donde ella está y preguntarle qué fue lo que sucedió. No. Solo pensar en verla altera mis sentidos. No sé si de rabia. De dolor. O de algún residuo antiguo, de todo lo que sentí junto a ella.La verdad, estos tres meses, me han hecho ver claramente la mentira en la que vivo. Lejos de acelerar el proceso para poder ser feliz junto a la mujer que escogí para que fuera mi esposa, estoy cada vez más indeciso con lo que debo hacer. No es que dude acerca de la anulación. Para nada. La única solución sería un divorcio, no queda de otra, luego de todo este tiempo. Lo que me cuesta, es tener que en
POV: Mary.«Leo. Es Leo».Mis piernas tiemblan mientras camino a su encuentro. O bueno, no a su encuentro, pero sí bien cerquita de él.Llegamos al frente de todo y nos colocamos, Andrea y yo, del lado derecho del novio. Sin poder evitarlo, mis ojos se dirigen hasta él. Es tanto lo que estoy sintiendo, que quisiera gritar a todo pulmón para desahogarme. Él, está mirando a Aarón, en su gracioso traje, copia del suyo. Luego ve a Lianny y noto el momento exacto en que su cabeza hace clic. En el que comprende que ella es mi hija.Sus ojos viajan hasta encontrarse con los míos y hay algo en ellos que no logro entender. Decepción, tal vez. No estoy segura. Hace tanto tiempo que no interactuamos, que no estoy segura de conocerlo realmente.La ceremonia avanza y yo trato de mantenerme en pie. Mantenerme erguida. Intento que mi mirada no se desvíe más. Hacia él.
POV: Mary.Llego hasta donde están Sofía y Nora, acompañadas de Lianny. Mi hija está bien cerquita de las mesas con delicatessen, esperando la menor oportunidad para darles una probada.Verla vestida de princesa, con sus hermosos rizos castaños moverse a medida que ella camina, corre y salta, me llena de ternura. Aarón, el pequeño de Maddie y Aiden, se mueve a su alrededor como si quisiera acercarse, pero no se atreve. A pesar de que ya van casi tres meses de que frecuentamos la casa de Maddie y a su familia, ellos aún no se sienten en confianza el uno con el otro.Me acerco a Sofía y le pregunto qué tal se ha portado Lianny, cuando Nora, sincera como siempre, me hace una pregunta que no sé cómo responder.—Tú y Leo, ¿terminaron de malas formas? —murmura con voz extrañada. Yo en el momento me quedo en shock, no sé qué deber&ia
POV: Leo.«Estoy jodido».Demasiado jodido.El tiempo sigue corriendo y yo voy a la deriva. Me dejo llevar por la corriente porque no tengo fuerzas para irle a la contraria. Creo que en cualquier momento me volveré loco de tanto pensar, pensar y pensar, sin solución a la vista. Porque la única que se me ocurre no es la mejor, ni la más justa, si vamos al caso.—¿Estás seguro, Leo? —pregunta Maddie. En su voz se nota la inseguridad que le produce lo que acabo de decirle.—Sí, estoy seguro. No hay nada más que pueda hacer —respondo, aunque no quisiera que esa fuera mi única posibilidad.Apoyo los codos sobre mis muslos y, con mis manos, tapo mis ojos. Me frustra no poder hacer nada más.—Al final, la rueda del destino, vuelve al inicio, Leo ¿Por qué te empeñaste tanto en aplazar las cosas si sabes que el r