LILLIEArmarme de valor y salir de una vez, es lo que debería hacer. Llevaba en el baño metida casi una hora, más o menos es lo que llegue a ver en mi reloj. Me había ofrecido que tomara una ducha para sentirme más cómoda y relajada, pero ni eso ni nada calmaba mis nervios.Soy una cobarde.Se supone que ya había decidido entregarme a él, pero aún así tenía mucho miedo. Eran por muchas cosas y no solo el echo de que perdiera mi virginidad, si no también el entregarme por primera vez a un hombre significaba para mí mucho más, y no solo eso, sino lo que comenzaba a sentir por él.Siempre esperé al hombre indicado, al que quizás llegara hacer mi esposo, si en algún momento sucedía. Pero eso se fue evaporando cuand
LILLIESus labios callaron mi boca cuando estaba apunto de volver hablar, mientras me extendía de placer en su cama, a causa de sus caricias por todo mi cuerpo.«Este hombre me volvía loca, en todos los aspectos.»Estar desnuda ante él ya no me asustaba. Dejó de besarme y tocarme, para después tomarme de mis piernas y doblar las mientras las abría lentamente. Su mirada queda fijamente en mi zona íntima.— Joder, eres muy hermosa… deseo probarte.«¿Qué ha dicho?»Y sin darme tiempo de preguntar que quiso decir con eso. De pronto siento sus dedos acariciar mi clítoris, me estremezco mientras sale un gemido de mi boca.Sus manos las cambia por s
LILLIEEl camino se hizo un poco largo, ya que en todo el tiempo guardamos silencio desde que nos subimos al auto. No sabia que decirle, no después de lo que había pasado la noche anterior entre nosotros.Era algo que estaba esperando con muchas ganas, pero ahora sentía que era distinto, no era como el principio cuando quería follarla por toda una noche y hasta hartarme de ella votarla como lo hice todo el tiempo con otras mujeres.Pero con ella era diferente, no era igual a las demás. No sabía exactamente que era esto lo que estaba sintiendo, por esa razón sabía que no era lo mismo. Moría de ganas de volver hacerla mía. Pero me di cuenta de que era virgen y yo había sido el primero, no sé porque no me lo dijo, tal vez eso hubiera
LILLIEEsto no me agrada mucho, tomar un arma entre mis manos y disparar a alguien no es algo que lindo. Se supone que estoy estudiando para ser médico, para poder salvar vidas, no para quitarlas.Él dice que es necesario para mí protección, ya que supuestamente corro riesgo por los matones esos con los que se enfrentó en el club. No creo que vuelva a suceder ¿o sí?, no creo que lo vuelva a ver después de lo que pasó entre nosotros, ya obtuvo lo que quiso. Terminara aquí conmigo y más tarde me regresará a mi casa lugar, se marchará y no volveré a verle, nunca más.No es hombre de tener una relación amorosa, él de tierno y lindo no tiene nada, así que no puedo quedarme a esperar a que me pida que sea su novia o se casé conmigo porque le haya entregado m
DANTEElla estaba parada en las duchas, su delicioso cuerpo desnudo estaba disponible para que yo la tomara en este mismo lugar. Justo frente a mis ojos se encontraba con esa figura que simple pero que ante mis ojos la miraba exuberante como ninguna otra mujer.No hay belleza más sensual que una mujer sexy sin esforzarse por serlo.Llevaba unos cuantos minutos aquí de pie, a una distancia donde ella no me podía ver, en silencio me quedé viendo como se duchaba, mientras mis ojos se desvían por todas sus curvas. Las burbujas del jabón recorrían toda su piel, mi deseo empezó a incrementar más y quise acercarme para seguir el rastro de la espuma, y así poder acariciar su suavidad. Pero aún así me quedé solo contemplando la desde el lugar donde me encontraba.Su
LILLIESe que era algo tonto discutir con él, siempre se salía con la suya, por más que insistiera, él siempre salía ganando.Por más que deteste su terquedad, admito para mí misma que me esta gustado que cuide de mí. Nunca alguien que no fuera mi familia se había preocupado por mí, ni mucho menos cuidarme.Él era el primer hombre en mi vida, y no se trataba de cualquier hombre. No lo digo porque sea mafioso, sino por su personalidad, su rudeza, lo atractivo que es, su lado malévolo y su lado dulce.Descubrí que tenía un lado bueno y eso era lo que me estaba haciendo caer, o más bien lo que ya me hizo caer.Llegamos al hospital, en cuanto se detiene en el estacionamiento del lugar, yo no pensé más, e intenté abrir la puerta para bajarme, no quería irme sin decirle nada, pero no se que decir, él tampoco dijo nada en todo el camino, sin contar nuestra pequeña discusión. Cuando estoy por salir él toma de mi antebrazo para jalar de mí y así detenerme.— ¿Te irás sin despedirte? — dice, su
LILLIEMi mirada pasaba de mi madre a ese señor misterioso que estaba de pie a lado de su cama. Los ojos de ella denotaban algo de preocupación, la conocí muy bien y por eso se que algo pasaba.¿Espero no sea nada grave?Camine hacia ella, para así acercarme un poco más. El señor desconocido no dejaba de mirarme, no era una mirada perversa que pudiera incomodar, si no parecía otra cosa, pero algo extraño, como si nos conociéramos, como si ya nos hubiéramos visto de algún lado. Pero no era así, nunca en mi vida me había cruzado con este hombre, si hubiera sido así, nunca lo hubiese olvidado. Se nota que es una persona que con su presencia demuestra poder, misterio, y elegancia. No sé si sea a todos les haga sentir así, pero conmigo así sucedió.
LILLIEA pesar de todo no quería marcharme, tenía casi una vida aquí, era difícil acostumbrarse a otro ambiente, y más otro país.— Madre, no puedo. Sabes bien que tengo una vida aquí, y no es que no dejaría todo por ti, sabes bien que si lo haría. Pero no puedo hacerlo ahora, aún me falta un mes para terminar el semestre, no puedo pedir cambio, no me lo darían. — dije todo rápido, quería que se diera cuenta porque razón no me podía ir, ya que no solo era por eso.— Lo sé. Esto tardará un poco más, da tiempo a que termines el semestre y hagas el trámite del cambio. — dice — Ya lo hablé con tu hermana y si me tengo que ir un poco antes, Lionel — le echa una mirada rápida, parecía como si no estuviera ahí, pero aún seguía en donde mismo, solo que en silencio sin dejar de ver el infinito por la ven