Viajar a Colombia no era parte de mi plan pero papá decidió que hacer un viaje de negocios era lo mejor, olvidar lo sucedido en mi país era difícil, la muerte de mi madre y mi hermana nos marcó de por vida. El país era muy bello y el clima ni se diga muy agradable, sin embargo lo único bueno que me había sucedido en este desconocido país era conocerla a ella, A mi estrellita a como la venía nombrando en mi mente desde aquel día que la vi.
Su cuerpo delgado, su rostro pálido y demacrado era algo que me venía llamando la atención, la veía venir despacio parecía un gatito asustado, como si todo a su alrededor le asustaba, ella cursaba 2 años menos que yo, parecía de 12 o 13 años en ese entonces, la pase observándola casi todo el tiempo libre, era lo que más me gustaba, esa chica callada y asustadiza, se estaba metiendo en mis entrañas, me empezaba a gustar, hasta su forma de comer... Pero nunca llegue a imaginar que vivíamos en la misma cuadra, Sino hasta aquel día.
—¿Esperas a alguien?— Pregunté sin dejar de verla.
—Uh, si, espero a mi chófer— Dijo tan despacio que me costó escucharla.
—Pero llevas rato aquí, si gustas puedo llevarte— ella negó bajando la cabeza—No te haré daño, estamos en la misma escuela, y siempre te veo entrar y tu igual. — Le dije observándola, sus ojos son de un azul cielo, hermoso.
—Bueno si tienes razón, tampoco dije lo contrario— Espeto poniéndose un mechón de su cabello detrás de su oreja, su rostro lucia sonrojada.
—Entonces Que tal si te llevo en mi motocicleta, me das tu dirección y te paso dejando, Juro que no te haré nada.
—¿Porque deseas llevarme?
Dios, quien entiende a las mujeres, Bueno debo entenderla ella no me conoce o si, sólo que nunca hemos platicado.
—Llevas más de 2 horas aquí. —Le digo y ella me mira sin creerlo. En serio que ella es muy especial, observa su reloj que cuelga en su mano derecha.
—Oh Dios mío, no me di cuenta, tal vez no vendrá por mí—Asentí sonriendo. Al salir no puede dejar de verla ahí de pies, cada vez que yo salgo ella está subiendo a su auto o ya no está, pero hoy cuando salí sólo quise mirarla desde el parque y la vi desesperada con ganas de irse, sin embargo su chofer se atrasó, ya casi no había nadie en la escuela, papa me llamo varias veces pero le mentí y le dije que estaba haciendo unas tareas, era una mentira piadosa con tal de ver a la chica que me quitaba el sueño.
—Entonces anda sube, tus padres se preocuparan. —Ella sonrío y fue lo más bello que puede a ver visto este día, se sujetó de mi cintura con miedo, la anime y le pase mi casco, luego arranqué saliendo del parqueo del colegio.
Lo que más me sorprendió fue saber que ella vive a 2 cuadras de la casa de donde vivíamos, ella era la hija de don Carlos Holfama, el socio de papa, me lleve una gran sorpresa, quien diría que la chica que me gustaba vivía muy cerca de mí y mejor de todo fue saber que su padre y el mío eran muy buenos amigos. Así fue que nos hicimos amigo, supe que su madre no le presta atención, su papa pasa más en los viajes de negocio que en casa, ella vive una vida monótona, se la pasa aburrida y encerrada, pero desde aquel momento decidí en que la enamoraría y la haría sentirse bien y quitarle la idea de la cabeza de decir que es una buena para nada a como se lo ha hecho sentir su madre, una mujer sin escrúpulos. Desde entonces Luzclarisa Sonríe más y sale más, su padre me dio la confianza de poder hablar con ella y sacar la de su encierro, al parecer el don Carlos no tiene idea del mal trato que recibe su hija en las manos de su propia madre.
Pasaron unos meses cuando le confesé mi amor. Estábamos en el parque de la residencial comiendo helado cuando observo su pequeños labios rosados llenarse de chocolate, me acerqué y la besé despacio, Luz clarisa sorprendida se levantó de la banca dispuesta a irse, sin embargo la detuve y sin poder contarme la volví a besar, fue lo más magnífico que jamás había probado, bueno en mi país besé a una chica pero nada era comparado con este beso y lo mejor es que ella es mi primer amor.
—Porque lo hiciste— Musito nerviosa, eleve su barbilla y sonriendo le dije.
—Porque estoy enamorado de ti, Lucecita. —Ella sorprendida quiso alejarse de nuevo. —No sé cuándo fue, quizás desde que te conocí pero estas aquí— Repliqué tocando mi corazón— Y no te puedo sacar de ahí... entiendes.
—Yo también estoy enamorada de ti Alessandro. —sin poder contenerme más la besé, ambos sonreímos en medio del beso, ese día fue inolvidable para ambos.
Aquel dia le pedí que fuera mi novia y aceptó sin dudar, hable con mi padre y luego fui a hablar con don Carlos la cual aceptó sin chistear.
Desde entonces a transcurrido 3 años y verla toda una señorita me hacer sentir el hombre más afortunado, ella es bella en todo los sentidos, hoy es su fiesta de graduación, quiero pedir su mano, ya llevo dos años de mi carrera como médico y ella desea estudiar lo mismo, ahora que ha terminado desea irse a vivir comigo a Medellín para poder empezar su carrera. Dejo de lado mis pensamiento para concentrarme en mi novia.
Ella aparece junto a su padre su mirada se dirige a la mía y sin poder contenerme más, me acerco y la abrazo como suelo hacerlo cuando la veo.
—Estas muy bonita mi lucecita.
—Tu estas guapo mi Aless.
Mi padre se acerca y la saluda, luego mi odiosa suegra, con su hipocresía latente. Como me alegra saber que mi chica se ira pronto de su lado y sé que a ella le agrada la idea, no entiendo porque no la quiere si es su única hija, y son tan parecidas, diría yo que se parece más a su madre que al Don Carlos, pero en fin no todos tiene el privilegio del amor de una madre, yo tuve la mía, mi madre nos amo mucho pero se tuvo que ir. Dejo mis pensamientos al oír a mi suegra decirme algo.
—Espero la puedas soportar por mucho tiempo, tiene suerte de haberte encontrado— Replicó escupiendo su veneno.
—No necesito ese concejo señora, amo a su hija como usted no tiene idea, o quizás si, por esa razón cree que me cansaré, eso jamás, usted no supo darle amor de madre pero si tendrá el amor de un hombre y bien merecido. —Digo ahora yo escupiendo un poco de veneno, ella se nota molesta sin embargo se traga sus palabras al ver llegar a más invitados, dudo que quera montar un espectáculo.
Me acerco a mi novia, ella me recibe sonriente, caminamos saludando a toda los invitados, unos que otros de sus compañeros, mi padre me observa y me sonríe, sé que es el momento exacto de pedirle a mi lucecita que sea mi futura esposa, algo nervioso me acerco a uno de los meseros, tomo una copa de vino y con una cuchara llamo la atención de todos los presentes.
—¿Que sucede Aless? — Pregunta mi novia intrigada.
—Tranquila mi amor. —Susurro besando su mejilla, cuando tengo la atención de todos, decido hablar nuevamente. —Buenas noches a todos, sé que en estos momentos estamos celebrando la graduación de mi novia, pero me estoy robando un poco de espacio para pedirle, a Luz aquí enfrente de todos usted presentes.
Ahora Luz me observa más que sorprendidas y más sus padres.
—Luz Clarisa, quisiera pedirte que te cases conmigo. —No logró ver su cara de sorpresa ya que me pongo de rodillas y saco una cajita de color negro, la abro y saco el contenido. —Quiero que estés conmigo toda la vida, sé que por ahora no será ese momento pero deseo estar más que comprometido contigo.
Todos están en silencio, no me dispongo a ver qué cara tiene mis suegros y no me importa saberlo.
—Yo, aceptó... —Susurro sonrojada. Le pongo el anillo en su dedo anular, este encaja perfecto, me acerco y beso su dulce labios a como a ella le gusta.
Los aplausos y gritos retumban en mis oídos, nos separamos. Mi suegro me saluda y luego saluda a su hija, igual mi papá, después mi odiosa suegra.—Espero que puedas esperar a tu prometida en estos años de Universidad, sé que se aman y les deseo lo mejor —Su hipocresía me provoca náusea.
—Así será—Digo alejándome de ella para saludar a mis compañeros de la Universidad la cual están más que feliz por mí. La observo dirigirse a mi novia, ya cerca la abraza y ni idea de lo que le dice, espero que no sea algo que la moleste porque esta vez le diré al Don Carlos. No pienso soportar ver a mi estrellita llorar, no está vez, ahora la defenderé a como sea.
Mientras los demás disfrutan la velada, mi prometida se encuentra alejada de todo, Si no me equivoco su madre a sido la causa de su desdicha, lentamente me acerco a ella, su mejilla luce mojada y se que es a causa de su reciente llanto.- Mi estrellita, es tu fiesta, no deberías darle gusto a que tu madre te vea triste - Luz levantó su cabeza y me miro fingiendo una sonrisa.- Si tienes razón, no deberías darle el gusto de verme triste y más ahora que pronto me iré de su lado, sin embargo es inevitable lo sucedido, aún me afecta su rechazo, es mi madre, Me parezco mucho a ella, No entiendo su actitud jamás supo darme amor, cariño, todo eso lo hacía Papá o mi nana - Su voz suena débil, ella limpia sus lágrimas y se abraza asi misma, Me acerco y la abrazo también.- Espero que un día ella sepa valorar la gran hija que eres. - Asiente suspirando. Ambos observamos las estrellas iluminando la noche, la luna llena alumbra el jardín dejando brillo en cada una de las flore
Ya no sabía que camino tomar todo estaba boscoso, ni siquiera se veía el humo de la mansión, al parecer nos hemos perdido, observó a mi novia, luce pálida y cansada, su brazo no ha dejado de sangrar, corte un pedazo de su vestido y ate en su brazo, se quejó varias veces en toda la noche, espero no se haya infectado, ahora ya es de día, mi reloj marca exactamente las 6: 15 am, observó mi celular y aún no hay señal del todo. ¡Demonios! Que haremos esto me esta desquiciado.- Alessandro –Susurro mi novia– Ahora que haremos, estamos perdidos. –Sujete su rostro y la mire con una profunda tristeza.- Lo único que puedo decirte es que te protegeré con mi vida si es necesario, te amo mi lucecita y no permitiré que te alejen de mi.- Mataron a nuestros padres. – lágrimas empezaron a bajar por su mejilla, la abrazo con fuerzas y lloro a su lado. No tengo idea que camino tomar solo se que saldré de esta sea como sea.Empezamos a caminar por todo el bosque
Al abrir mis ojos , sentía mi cabeza fuera de su lugar, lo único que miraba era mucha agua a nuestro alrededor miré y Luz Clarisa estaba a un extremo su brazo estaba muy lastimado y su rostro igual me acerqué con dificultad y le hablé.-Luz Clarisa, amor, amor escúchame, abre tus ojitos por favor. - miré a mi alrededor y no había nadie, y tampoco estaban los tipos, ni siquiera se veía la altura del barranco, se veía como una laguna nada más con tierra mojada, al parecer la corriente nos trajo hasta acá y apenas estaba anocheciendo, eleve a Luz en mis brazos y salí con ella del agua, mi cabeza quería explotar y estaba sangrando, mis pies estaban rasgados, me costaba caminar bien, realmente esto fue una locura pero creo que valió la pena.Ya saliendo del río, caminé un poco, recosté a Clarisa en un pasto le hablé varias veces hasta que tosió un poco y abrió sus ojos, sólo me miró y sonrío. Sostuve su rostro y la besé de alegría hasta lloré de saber que es
Al subir al auto Luz Clarisa, sujeto mi brazo de una manera temerosa, no sabía que replicar lo único era agradecer a la muchacha por su buen gesto, ella me observaba de una manera rara y el chofer ni se diga, quizás es por la manera en la que estamos vestido con varios golpes.—Mi nombre es Maite, mucho gusto, qué les ha sucedido que están saliendo del bosque, al parecer fueron atacados por algo se ven lastimados.– baje la cabeza apenado de no saber que responder, seria bueno confiar en ellos.—No nos ha sucedido nada es sólo que nos perdimos cuando estábamos de excursión. – en serio que no se mentir.—Disculpa que me meta chico bonito pero la ropa que andan no se ve de excursionistas, lo que andas puestos es ropa de gala, quizás no confías en mi, pero no importa lo que si pienso es que talvez estaba siendo perseguidos – Es en serio.— Quizás si tenga Razón Señora.—En la otra entrada encontramos a unos hombres armados eran alred
Realmente no sabía qué hacer, me sentía abrumado y cansado de todo, Maite me mandó a llamar con uno de sus trabajadores, todo me parecía extraño, porque razón todo se encontraba cerrado, estaba empezando a pensar mal, necesitaba salir de aquí, le agradeceré su buena gesto y nos marcharemos, no quiero ver a mi lucecita extinguirse, ella es todo para mí y quizá tenga razón. El moreno gorilon me indica la oficina de Maite, al entrar puedo observar todo con claridad, de lejos se oye una música movida, talvez sea una discoteca o quién sabe que es...-Alessandro toma asiento, ¿quieres tomar algo?- Pregunta la rubia mirándome de una manera coqueta, niego rápidamente, necesito decirle que nos iremos esta mismo noche.- Maite, le agradezco su buen Gesto, ahora solo venia a despedirme de usted, tenemos que irnos, muchas gracias por habernos ayudado. - La chica agranda sus ojos sin parpadear, se levanta de la silla, acercándose a mi.- Alessandro sabías tú,
La semana para mi desgracia pasa como viento en popa, ya hoy empezaré a trabajar la cosa más asquerosa que nunca llegue a imaginar hacer, todo por estúpido y por no hacerle caso a mi estrellita cuando me pidió que nos fuéramos. Me duele el alma, pero lo debo hacer para poder proteger a la persona que más amo.Pongo las manos en mi cabeza y las lágrimas salen como lluvia. Cierro los ojos y le pido a Dios que me ayude en esto y que me de valor para decírselo a mí amor.Después de media hora, divagando abro los ojos, sonreí amargamente, su desnudes me desquicia, toda la semana lo hicimos sin parar, parecíamos un par de conejos, por suerte le pedí de favor a la chica que viene a dejar la comida que me comprara anticonceptivos, para mi novia.Suspiró y beso su espalda desnuda, la amo y hacer esto es lo más feo que puede existir, creo que debo actuar sereno y hacer lo que esa mujer me pidió. La semana pasada él se enfureció al decirle que trabajaría después que pase una
No quería esta mierda me sentía sucio, asqueado, tres semanas teniendo sexo con diferentes mujeres estoy asqueado, sin embargo no puedo porque tengo miedo por mi estrellita, no permite que la alejen de mi.-Oye guapo penétrame más duró- chilla la morena debajo de mí. Levanté sus piernas en el aire y la penetre con furia y fuerzas, no quería esto me moría por ir al baño y arrogar lo poco que ingerí el día de hoy. Tengo que buscar la manera de salir de este lugar como sea. Sí o sí.Me encuentro en el cuarto de baño, lavando mi cuerpo con jabón líquido, froto cada parte con el paste no quiero que quede rastro de esas mujeres. El olor de ellas me repugna. ¡Maldición!Jamás pensé odiar a nadie, cómo ahora odio con fuerzas a Maite, es una Maldita Arpía, juro que si salgo de esta la hundiré en la cárcel.Me recuesto al lado de mi estrellita, mañana estaré con ella toda la noche, no saldré ya que la perra me dio la noche libre.-¿A qué hora volviste?-
La hermosa mujer me mira ceñuda, baja la cabeza y se sienta al borde de la cama.-¡Qué!- exclama sorprendida, mira la puerta de la habitación y luego se tapa la boca con ambas manos.-Así como oye, jamás me lo dará, nadie puede ayudarme a escapar de este infierno.-Sus ojos y boca las tiene abierta, está sorprendida.-Estas diciendo que estas aquí obligado por alguien.-No puedo decir nada más, señora- porqué eso es, ella debe tener sus 35 años es muy bonita y su cuerpo es casi perfecto pero la única que amo y le haría el amor es a mi estrellita.-Cuéntame y te juro que te ayudo sin ningún compromiso- ahora el sorprendido soy yo será posible que ella pueda ayudarme a salir de este infierno en que estoy sometido.-No sé si confiar.-Soy agente secreta de la DA (Departamento de Drogas y trata de menores)- mis ojos están a puntos de salir de mis órbitas.-Sabes porque pido esta habitación- dice viendo el lugar- Po