Me quedo paralizada unos segundos y luego cierro la puerta. Ahí estoy parada al costado del auto, viendo como su verdadera felicidad llega de sorpresa. Despierto del momento y me dirijo a saludarla.
-Danna, te ves muy bien ¿iban de salida?
-Sí, pero cr
Llego a la oficina y es un caos. Hemos tenido problemas con uno de los computadores, las impresoras se han desconfigurado y el internet se ha caído. Los llamo a todos a la sala de conferencias, porque Juan no ha llegado aún. Esta mañana salimos juntos, pero por caminos separados, tenía que reunirse con Rebeca, aunque no me dijo para qué.-Muy bien. Primero, quiero que todos guarden la calma. El internet es un problema desde la compañía. Aquellos qu
Luego de una cordial seudo despedida, anoche pude dormir bien. Hoy me he despertado descansada y con ganas de comerme al mundo. Tengo muchas cosas que hacer, pero voy con tiempo. Juan me pidió anoche si podía llevarlo hoy al trabajo, lo que me parece perfecto luego de ver su semblante.Se ve agotado, todo lo que le pasó ayer debe tenerlo mal. Pero sé que, al salir de su casa, Rebeca dejará de atormentarlo con sus celos tontos.
Por fin tenemos la bendita presentación con los Martin. Necesito salir de esto lo antes posible, creo que pediré mis vacaciones, es urgente. Tengo que apartarme de aquí antes que cometa un error terrible.En retrospectiva, las últimas tres semanas han sido más intensas que los últimos tres años. Luego del beso con Óscar, no he podido responder sus llamadas ni sus mensajes. Tengo miedo.
Despierto cansada, me levanto de todas formas porque tengo que empacar mi maleta. Afortunadamente había comprado una maleta tamaño familiar. Hoy planeo no ir a la oficina, al menos no en la mañana. Estoy encerrada, para poder concentrarme sólo en esto.Quiero terminar pronto, pero debo asegurarme que no se me quede nada. Voy al baño y guardo todo lo que tengo allí. Las compras del otro día están en la misma bolsa y en un bolso de deportes he
He tenido, por primera vez en muchos años, un sábado flojo. Me quedé en la cama todo el día y me dediqué a leer, escuchar música, ordenar mis cosas y dormir. Hoy que ya es domingo, me he dado una ducha y voy camino a casa de mi madre.Cuando entro a su casa, lo primero que hace luego de un abrazo es mirarme extraño:
Voy caminando a la oficina, he cambiado mi cartera por una mochila. Estoy algo nerviosa, porque sé que tengo que hablar con Juan. Al llegar al edificio donde está nuestra oficina, el conserje me saluda muy cordialmente, él es una sonrisa cada día, aunque esté lloviendo.Llamo el ascensor, al abrirse las puertas, Juan está en él.-Hola, Danna.-Hola… ¿ya no soy Pequeña? - evito mirarle directo a los ojos, los ascensores son peligrosos -.-Por supuesto, pero no sé de qué ánimo estás.-Estoy bien, este fin de semana sola me ayudó bastante, pero mi madre hizo el resto.- ¿Hablaste con ella? – está un poco nervioso -.-Sí, me dijo lo del anillo – me giro y lo veo a la cara, necesito que sepa que lo que le diré es verdad -. Lo siento tanto, no puedo creer que nos hiciera esto. Pero estaba asustada,
JuanHace 14 años…Hoy estamos todos contentos, por fin hemos terminado el colegio y la vida nos depara la universidad, trabajo o viajes. Estamos festejando en el restaurante de un hotel, donde nos han preparado una cena y una fiesta. Pero como aquí no podremos beber, los he invitado a mi casa, aprovechando que mis padres me la han dejado por la ocasión.Ellos están más contentos que yo, porque el cambio de colegio me hizo bien. Pero la verdad es que fue conocer a Danna lo que me ayudó.Se ha transformado en una parte importante de mi vida y, ya que ella irá a una universidad privada a estudiar diseño, haré lo mismo para que no se vaya de mi ladoEstá hermosa, luce un vestido negro, que le deja descubiertos los hombros y se ha recogido el cabello en un moño que deja a la vista du cuello. Está tan
Se me viene a la mente algunos sueños que tuve cuando me quedé con él durante su duelo por la muerte de sus padres, en realidad eran recuerdos. Los que hace poco volvieron nuevamente al estar tan cerca de él. Son vagos, difuminados, pero todos son iguales, yo soy quien le ruega que se quede conmigo, porque lo amo. No necesita decirme nada más, porque lo que para mí ahora era un sueño, alguna vez fue realidad.No sé si llorar, matarlo, odiarlo o lanzarme a él. Estoy nuevamente en medio de una tormenta que me lleva a cualquier lugar.- ¿Tuvimos sexo esa noche entonces? – pregunto al fin, con miedo de la respuesta -.-No, al menos para mí fue hacer el amor. Es por eso que nunca más volví a hacerlo con nadie que no fueras tú.-Y qué enorme diferencia, ¿verdad? – me pongo de pie u salgo al balcón. Hace frío y está osc