Me despierto cansada, como si durante la noche me hubiera tocado caminar un largo recorrido. Veo la hora, son las 7:15. Me levanto para buscar un poco de agua, tengo la boca seca y creo que eso me despertó.
Juan está vestido, tomando desayuno. Me mira sorprendido y me invita a sentarme junto a él. De pronto recuerdo lo de anoche y siento vergüenza. Veo que a él no le afectó en nada, que frustrante… pero, ¿por qué?
Decido salir de la casa, tengo que escapar de ahí. Juan aún duerme, le dejo un mensaje en el móvil y me subo al auto. Salgo de ahí, no sé a dónde voy, pero sin querer termino en casa de mi madre. Cuando me abre la puerta, su cara muestra una expresión de sorpresa y miedo. Frunzo el ceño y sonrío, no entiendo su expresión.-Danna, no te esperaba hija – dice con un tono elevado y señalando con la cabeza hacia adentro
Me quedo paralizada unos segundos y luego cierro la puerta. Ahí estoy parada al costado del auto, viendo como su verdadera felicidad llega de sorpresa. Despierto del momento y me dirijo a saludarla.-Danna, te ves muy bien ¿iban de salida?-Sí, pero cr
Llego a la oficina y es un caos. Hemos tenido problemas con uno de los computadores, las impresoras se han desconfigurado y el internet se ha caído. Los llamo a todos a la sala de conferencias, porque Juan no ha llegado aún. Esta mañana salimos juntos, pero por caminos separados, tenía que reunirse con Rebeca, aunque no me dijo para qué.-Muy bien. Primero, quiero que todos guarden la calma. El internet es un problema desde la compañía. Aquellos qu
Luego de una cordial seudo despedida, anoche pude dormir bien. Hoy me he despertado descansada y con ganas de comerme al mundo. Tengo muchas cosas que hacer, pero voy con tiempo. Juan me pidió anoche si podía llevarlo hoy al trabajo, lo que me parece perfecto luego de ver su semblante.Se ve agotado, todo lo que le pasó ayer debe tenerlo mal. Pero sé que, al salir de su casa, Rebeca dejará de atormentarlo con sus celos tontos.
Por fin tenemos la bendita presentación con los Martin. Necesito salir de esto lo antes posible, creo que pediré mis vacaciones, es urgente. Tengo que apartarme de aquí antes que cometa un error terrible.En retrospectiva, las últimas tres semanas han sido más intensas que los últimos tres años. Luego del beso con Óscar, no he podido responder sus llamadas ni sus mensajes. Tengo miedo.
Despierto cansada, me levanto de todas formas porque tengo que empacar mi maleta. Afortunadamente había comprado una maleta tamaño familiar. Hoy planeo no ir a la oficina, al menos no en la mañana. Estoy encerrada, para poder concentrarme sólo en esto.Quiero terminar pronto, pero debo asegurarme que no se me quede nada. Voy al baño y guardo todo lo que tengo allí. Las compras del otro día están en la misma bolsa y en un bolso de deportes he
He tenido, por primera vez en muchos años, un sábado flojo. Me quedé en la cama todo el día y me dediqué a leer, escuchar música, ordenar mis cosas y dormir. Hoy que ya es domingo, me he dado una ducha y voy camino a casa de mi madre.Cuando entro a su casa, lo primero que hace luego de un abrazo es mirarme extraño:
Voy caminando a la oficina, he cambiado mi cartera por una mochila. Estoy algo nerviosa, porque sé que tengo que hablar con Juan. Al llegar al edificio donde está nuestra oficina, el conserje me saluda muy cordialmente, él es una sonrisa cada día, aunque esté lloviendo.Llamo el ascensor, al abrirse las puertas, Juan está en él.-Hola, Danna.-Hola… ¿ya no soy Pequeña? - evito mirarle directo a los ojos, los ascensores son peligrosos -.-Por supuesto, pero no sé de qué ánimo estás.-Estoy bien, este fin de semana sola me ayudó bastante, pero mi madre hizo el resto.- ¿Hablaste con ella? – está un poco nervioso -.-Sí, me dijo lo del anillo – me giro y lo veo a la cara, necesito que sepa que lo que le diré es verdad -. Lo siento tanto, no puedo creer que nos hiciera esto. Pero estaba asustada,