Kaylee no quería admitirlo pero estaba llena de felicidad, su rostro demostraba su felicidad por completo. A pesar de no sonreír se podía apreciar en su mirada como su corazón estaba lleno de amor y felicidad, por primera vez en su vida.
Dante por otro lado se miraba un poco más tranquilo, claro que estaba feliz, pero siempre había ocultado su felicidad y al parecer seguiría haciéndolo frente a todos. No podía creer lo que había ocurrido, ¿En verdad se había enamorado?, todo parecía indicar eso. Estaba enamorado y al parecer por primera vez. No podía recordar ni una sola vez en que se hubiera entregado al amor y ahora por primera vez, deseaba casarse.
—Dante. —lo llamaron por segunda vez. El chico abrió los ojos y observó a la chica de cabello oscuro. La misma que había ocasionado el problema del pasillo hace una semana. — &ique
Toda la universidad hablaba de lo mismo, todos murmuraban sobre lo mismo. Kaylee se sentía atrapada entre tantos rumores. La mayoría de las chicas la miran con odio.Wendy parecía completamente feliz, podía notar en su rostro la magnitud de su felicidad y eso le sorprendía a la pelirroja.Finalmente Kaylee había conseguido estar con la persona que quería y él la conocía.No lo quería admitir pero Dante se había convertido en el príncipe que había venido a salvarla de su horrenda “familia”.—Cariño. — dijo Dante mientras la jalaba levemente de la cintura, Kaylee hizo un pequeño gesto de dolor y lo miró. — lo siento. —susurró él al recordar que la noche anterior la había atado con mucha fuerza. — ¿Tienes planes para hoy?—preguntó.Wendy obse
La felicidad de Kaylee se había convertido en un infierno de un día para otro. No tenía ni idea de cómo había sucedido, pero había sucedido. Su celular no dejaba de sonar y ella intentaba no contestar. Dante había llenado por completo la bandeja de mensajes, cada minuto había recibido un mensaje de su parte y ahora él no dejaba de llamar.No quería ir a la universidad y no planeaba ir. Al menos que la obligaran.Kaylee retrocedió dos pasos cuando observó al alto hombre de veinticinco años en su balcón, con el rostro totalmente tenso y su ceño completamente fruncido. Estaba furioso y Kaylee lo sabía.Él le hizo una señal para que abriera la puerta y ella se negó. Kaylee pudo leer los labios de Dante y él la estaba amenazando con romper la ventana de la puerta de cristal. Ella suspiró y con pasos completamente tembloros
Kaylee corrió con fuerza detrás de Dante y chilló cuando finalmente logró atraparlo entre sus brazos. Recargo su cabeza en su espalda y acarició levemente su pecho. Él respiraba con fuerza y ella podía escuchar lo fuerte que su corazón latía dentro de él, sabía que estaba furioso y ella no tenía ni la más mínima idea de cómo calmarlo.—Tranquilo, estoy bien. Ya no tienes por qué estar molesto. —dijo ella mientras lo acariciaba y escuchaba su corazón. Dante se alejó de ella y la miro fijamente para luego negar. Ella se mordió el labio con nerviosismo y tragó saliva.—Tranquilo.—Te juro que si vuelvo a escuchar el más mínimo comentario hacia ti, voy a matar a todos.Kaylee se llevó las manos a la cabeza y mir&oa
Kaylee se sentía extraña. Nuevamente sentía su brazo de esa manera tan extraña. Aunque se pellizcara no podía sentirlo y eso le resultaba completamente extraño. Dante llevaba cuarenta minutos frente al volante y se mantenía en completo silencio. El tráfico estaba fatal, apenas se movía un poco el auto cuando tenía que frenar. Ella podía ver como el estrés comía lentamente a ml chico a su lado y ella no sabía cómo romper el incómodo silencio que se había formado entre ellos. Pensaba en mil y unas formas de romper el silencio y no encontraba nada interesante que decir.Miró la ventana por unos segundos y observó cómo las grandes nubes oscuras comenzaban a cubrir todo el cielo. Habían anunciado una tormenta pero parecía que sería completamente diferente a lo
Dante se aseguró de que Kaylee llegará lo más rápido al hospital. Nicolás se había quedado en casa y le había deseado lo mejor a ella.Ella había pasado por varias revisiones para terminar concretando que su madre había arruinado aún más la lesión de Kaylee. Dante estaba furioso, parecía un León enjaulado que no había comido por días. Estaba listo para presentar una demanda contra los padres de Kaylee y cada vez que la veía en la camilla terminaba maldiciendo miles de veces. Ella estaba completamente anestesiada y aunque podía verlo y hablar con él, no podía sentir nada e incluso hablaba como si estuviera totalmente borracha.Dante salió por un momento de la habitación, Kaylee miró fijamente el reloj mientras esperaba que él volviera. Los segundos se convirtieron en minutos y esos minutos en una ho
Kaylee abrió los ojos y se movió de manera incomoda entre los brazos de Dante. Él se encontraba a su lado, profundamente dormido mientras su torso desnudo subía y bajaba con tranquilidad. Ella lo miró por unos largos minutos mientras él se encontraba en algún profundo sueño. Sonrió levemente y recordó la perfecta noche que él había organizado para ella. Su día había sido horrible, desde sus fotos desnuda, la pelea con él y los golpes de su madre. Todo había sido horrible pero, él se las había arreglado para hacerla olvidar todo.Ella estaba segura de que no había empezado bien con él pero estaba completamente segura que terminaría viviendo un gran matrimonio a su lado.Ambos celulares de Dante sonaron, justamente al mismo tiempo. Ella se estiró levemente entre los brazos del chico y tomó ambos celulares para te
Dante azotó la puerta de su habitación y arrojo el anillo de compromiso al suelo. Gritó furioso y golpeó la pared unas cuantas veces solo para terminar de abrir los nudillos que la pelirroja había curado el día anterior. El rostro de Kaylee aparecía en su cabeza una y otra vez. Las imágenes torturaban su corazón y parecían ser pequeñas navajas que se clavaban poco a poco en su débil corazón. Todo había terminado. Kaylee lo había traicionado. No podía dejar de pensar que ella había hecho eso, todo para vengarse de él. Ella le había dicho que se vengaría de él y vaya que lo había conseguido, había arruinado su vida.Aun recordaba su rostro lleno de lágrimas, sus sollozos y la manera en qué lo había intentado detener cuando intentaba irse. Todo en ella estaba tan presente. El día anterio
Dante se sentó en el gran sofá de la oficina de sus padres. Ambos mantenían un rostro completamente serio y lo miraban como si fueran a asesinarlo en cualquier momento. Su madre evitaba verlo. Dante se mordió levemente el labio y frunció el ceño antes de mirar al suelo y mover nerviosamente sus piernas. Parecía un niño pequeño esperando el regaño de sus padres.— ¿Puedes explicar que mierda has hecho?— dijo su padre. Dante tragó saliva y alzó la mirada hacia su padre.— ¿Qué mierda he hecho?— preguntó él. — Solo he hecho negocios, ¿No es eso lo que me enseñaron a hacer?— preguntó. — ah no... Yo aprendí solo, ustedes no me enseñaron nada. Siempre se preocuparon por Nicolás.Nicolás entró a la oficina de sus padres y miró por un momento el anil