El día había amanecido perfecto.
El aire corría con tranquilidad por los jardines del gran parque. El clima se encontraba en perfecto balance, no hacía frío y no hacía calor. Las blancas nubes abarcaban gran parte del cielo y amenazaban con soltar una agradable lluvia en cualquier momento.
Las actividades académicas empezarían dentro de unos minutos y todos parecían estarse divirtiendo, tal como Dante lo había planeado. Solo había un único problema.
Una chica pelirroja de baja estatura que mantenía sus ojos de infarto parcialmente cerrados.
El dolor aun la molestaba y la había molestado toda la noche.
Wendy lucia cansada al igual que Kaylee, ambas se habían quedado toda la noche despiertas. Especialmente Wendy, la chica rubia se había asegurado que su mejor amiga tuviera todo, había cuidado su herida, su medicamen
Dante se acercó a Wendy cuando los juegos terminaron. La tomó discretamente del brazo y la obligó a verle.—Esta noche te iras a dormir a mi habitación, me dejaras dormir en tú habitación con Kaylee. Necesito hablar con ella.— ¡Que te hayas peleado nuevamente con ella no es mi problema!— le gritó.Dante enfureció y le colocó la mano en la boca. La miro amenazante y frunció el ceño.—Tengo un problema con ella, necesito hablar con ella para poder arreglarlo. Nuestros padres han escogido con quien se casara... ¿Si me caso con Kaylee te gustaría que estuviéramos peleados? ¡Ni siquiera podría coger en mi luna de miel!— ¿Crees que dejaré que Kaylee duerma contigo cuando solo sabes molestarla?— dijo Wendy.—Dime cuánto dinero quieres— soltó Dante.&
La habitación había quedado en un silencio incómodo y doloroso.Kaylee había preferido alejarse por completo de él. Los problemas que tenían con sus padres, los resolvería ella misma y no necesitaba qué Dante ahora fingieran ser el hombre perfecto, cuando sabía perfectamente que no lo era.Los pensamientos de Dante estaban completamente túrbidos y enredados, no podía dejar de pensar que los padres de la chica que tenía enfrente habían asesinado a los verdaderos padres para poder quedarse con ella y de ese modo reclamar el dinero qué les pagarían un día por ella. Si los pensamientos de Dante eran ciertos, significaba que los padres de Kaylee comercializaban con humanos, eran una clase de tratantes de blancas bastante pasivos.El simple hecho de imaginar que ella podría terminar con su hermano por dinero, lo aterraba. No quer&iac
El día prometía ser completamente agotador. Dante corría de un lado a otro, intentando obtener la pelota para su equipo, su camiseta blanca comenzaba a transparentarse a causa del sudor que comenzaba a correr por su pecho.Kaylee se mantenía aburrida en una de las bancas que se encontraba a un lado de la pista, su hombro dolía al igual que su cabeza. Su periodo estaba matándola y su rostro lo reflejaba. Ni siquiera se había aplicado una gota de maquillaje, cualquiera que la viera sabía que no la estaba pasando bien. Había podido dormir bien, a pesar de haber dormido con Dante por primera vez pero aun así había soñado con su madre, sus pensamientos estaban más allá de su realidad.Quería conocer a su madre, quería tocarla y abrazarla. Deseaba poder charlar todo el día con ella y decirle lo miserable que había sido su vida todo este tiempo,
Kaylee no quería admitirlo pero estaba llena de felicidad, su rostro demostraba su felicidad por completo. A pesar de no sonreír se podía apreciar en su mirada como su corazón estaba lleno de amor y felicidad, por primera vez en su vida.Dante por otro lado se miraba un poco más tranquilo, claro que estaba feliz, pero siempre había ocultado su felicidad y al parecer seguiría haciéndolo frente a todos. No podía creer lo que había ocurrido, ¿En verdad se había enamorado?, todo parecía indicar eso. Estaba enamorado y al parecer por primera vez. No podía recordar ni una sola vez en que se hubiera entregado al amor y ahora por primera vez, deseaba casarse.—Dante. —lo llamaron por segunda vez. El chico abrió los ojos y observó a la chica de cabello oscuro. La misma que había ocasionado el problema del pasillo hace una semana. — &ique
Toda la universidad hablaba de lo mismo, todos murmuraban sobre lo mismo. Kaylee se sentía atrapada entre tantos rumores. La mayoría de las chicas la miran con odio.Wendy parecía completamente feliz, podía notar en su rostro la magnitud de su felicidad y eso le sorprendía a la pelirroja.Finalmente Kaylee había conseguido estar con la persona que quería y él la conocía.No lo quería admitir pero Dante se había convertido en el príncipe que había venido a salvarla de su horrenda “familia”.—Cariño. — dijo Dante mientras la jalaba levemente de la cintura, Kaylee hizo un pequeño gesto de dolor y lo miró. — lo siento. —susurró él al recordar que la noche anterior la había atado con mucha fuerza. — ¿Tienes planes para hoy?—preguntó.Wendy obse
La felicidad de Kaylee se había convertido en un infierno de un día para otro. No tenía ni idea de cómo había sucedido, pero había sucedido. Su celular no dejaba de sonar y ella intentaba no contestar. Dante había llenado por completo la bandeja de mensajes, cada minuto había recibido un mensaje de su parte y ahora él no dejaba de llamar.No quería ir a la universidad y no planeaba ir. Al menos que la obligaran.Kaylee retrocedió dos pasos cuando observó al alto hombre de veinticinco años en su balcón, con el rostro totalmente tenso y su ceño completamente fruncido. Estaba furioso y Kaylee lo sabía.Él le hizo una señal para que abriera la puerta y ella se negó. Kaylee pudo leer los labios de Dante y él la estaba amenazando con romper la ventana de la puerta de cristal. Ella suspiró y con pasos completamente tembloros
Kaylee corrió con fuerza detrás de Dante y chilló cuando finalmente logró atraparlo entre sus brazos. Recargo su cabeza en su espalda y acarició levemente su pecho. Él respiraba con fuerza y ella podía escuchar lo fuerte que su corazón latía dentro de él, sabía que estaba furioso y ella no tenía ni la más mínima idea de cómo calmarlo.—Tranquilo, estoy bien. Ya no tienes por qué estar molesto. —dijo ella mientras lo acariciaba y escuchaba su corazón. Dante se alejó de ella y la miro fijamente para luego negar. Ella se mordió el labio con nerviosismo y tragó saliva.—Tranquilo.—Te juro que si vuelvo a escuchar el más mínimo comentario hacia ti, voy a matar a todos.Kaylee se llevó las manos a la cabeza y mir&oa
Kaylee se sentía extraña. Nuevamente sentía su brazo de esa manera tan extraña. Aunque se pellizcara no podía sentirlo y eso le resultaba completamente extraño. Dante llevaba cuarenta minutos frente al volante y se mantenía en completo silencio. El tráfico estaba fatal, apenas se movía un poco el auto cuando tenía que frenar. Ella podía ver como el estrés comía lentamente a ml chico a su lado y ella no sabía cómo romper el incómodo silencio que se había formado entre ellos. Pensaba en mil y unas formas de romper el silencio y no encontraba nada interesante que decir.Miró la ventana por unos segundos y observó cómo las grandes nubes oscuras comenzaban a cubrir todo el cielo. Habían anunciado una tormenta pero parecía que sería completamente diferente a lo