¿Operador?
Tomo acción, o no duermo en paz.
La cita con Calen se pospuso hasta hoy, y esta vez no dejo volar mucho la imaginación, porque entiendo que se debe a los estudios. Han sido dos semanas intensas de las cuales no debo tomar nada, salvo los conocimientos adquiridos en el trío de estudio.
Aunque, ya presentamos el último examen. No hay mucho más que hacer aparte de lanzarnos la pelota anti estrés que usábamos para tantearnos las preguntas.
— Suficiente –profiere Xavier–. Habla chica lolita...
He atrapado la pelota antes de golpearme y sonrío. Desde su móvil, Xavi deja salir una música estridente pero acogedora, en verdad antes no oía algo de lo que él sí. En resumen: me vale ese fondo para charlar como tiene por idea.
— ¿Qué? –comen
¿Y toca el piano?¡Magníficamente!Si creen que pueden jugar con mis amigos, voy a hacerles ver su error.La Universidad está despejada, lo cual muestra que todos en sus habitaciones se prepararan. Además recuerdo que faltan tres horas para comenzar oficialmente el festejo con el recibimiento de las familias. Mamá no vendrá pues tiene algunos achaques y dolores pero me aseguró que el botiquín está lleno de medicinas y prometió asistir el año próximo. De modo que mi plan es ir los tres solos; festejar entre amigos sin necesidad de Micaela, Beck o Calen.Vengo a cancelar mi cita, por insólito que parezca a la Sociedad Italina.Encuentro un personal de servicio que pasea por el frente al que me dirijo para lanzarle mi pedido.— ¿Dónde pue
¿Grace extorsionadora?Revelaciones del cumpleaños.El corazón me late desbocado y me humedezco los labios antes de hablar. Trago.Volteo a ver a Carson que puntea su mentón hacia el ejecutivo de Dirección. Resulta que al Italo ser internado, ningún estudiante puede salir y ello nos lleva a alarmarnos si alguien pasa más de 24 horas sin ser visto y desconectado de DUDO. Ayer fue una noche extraña pero solo un resultado me tiene al borde de informar que el estudiante Xavier de la Torre está desaparecido.— Necesito el nombre, jóvenes. Debemos alertar a seguridad y a sus familiares— ¡Acaba de decirle! –enfatiza mi compañera.— También puedes decirlo tú –le respondo entre susurros.— ¿Están completamente seguras de qu
¿Modo espía?La ayuda viene del enemigo.Tuve una terrible pesadilla.A media mañana sigo recreando (por absurdo que pueda ser), la caída en la última cargada de la pieza para la apertura de la "semanas deportivas" y me digo que, lo mejor es hacerlo sin ponerle peros.— ¿No te alegra?— ¿El qué? –atiendo a West.— La nota ¡sacaste lo máximo! –casi deja el auto para que se conduzca solo– Si continuas así, serás graduada con honores.— Esa es la idea...ojalá –emito un suspiro.Más que por imaginar mi meta cumplida, por la canción romántica del play list del auto. West maneja y se mueve al ritmo para darme espacio, porque ha notado que hoy he activado mi ermitaño social. No es por ella sino por
¿Socios?Días previos, el atelier y una petulante becaria. Éste último mes mi puntaje de DUDO aumentó a 4.4.He tomado acción y vuelto hábito irme a la cama temprano para lograr dos objetivos: 1), disminuir arrugas y 2), mejorar mi piel. Además he empezado a usar una crema natural de cacahuete en alterno con unas cremas japonesas que mamá vio en un comercial de tratamiento facial y al comprarlas, me las envió. Por supuesto también hizo compra para ella y ahora ambas a la distancia comprobamos la eficacia del producto.Al quedarme dormida cuando me aburrí de ver todas las fotos de mi perfil, olvidé el móvil entre mis manos. Por tanto, de inmediato cae a un lado por causa de una llamada entrante.En vibrador como está, no me despierta el sonido, sino e
¿Fugarnos? Y cumplir una utopía con Beck...La sexta habitación no se me va de la cabeza, así como tampoco lo hace Beck.Sabía de sobra que el tiempo dentro de aquella habitación iba a ser corto. Por eso me direccioné hacia los cuadros más prominentes. Alcé la linterna y su reflector me dio en la cara, literalmente, porque era yo quien aparecía en el cuadro: con mis espejuelos viéndose negros por causa del carboncillo con que se hizo cada trazo, mi rostro lucía aburrido y el cuello de esmoquin revelaba que el retrato fue inspirado en la primera noche.Luego desplacé el foco hacia el segundo cuadro: Era Calen. Los suyo también era un retrato pero a diferencia del mío, una mano sobresalía y su índice me señalaba. Casi de la misma forma en que lo había hecho minutos atrás
¿Fugarnos? Y cumplir una utopía con Beck...La sexta habitación no se me va de la cabeza, así como tampoco lo hace Beck.Sabía de sobra que el tiempo dentro de aquella habitación iba a ser corto. Por eso me direccioné hacia los cuadros más prominentes. Alcé la linterna y su reflector me dio en la cara, literalmente, porque era yo quien aparecía en el cuadro: con mis espejuelos viéndose negros por causa del carboncillo con que se hizo cada trazo, mi rostro lucía aburrido y el cuello de esmoquin revelaba que el retrato fue inspirado en la primera noche.Luego desplacé el foco hacia el segundo cuadro: Era Calen. Los suyo también era un retrato pero a diferencia del mío, una mano sobresalía y su índice me señalaba. Casi de la misma forma en que lo había hecho minutos atrás
¿Me quiere? Reflexiones de una descalza en cierta heladería pública. *Solo por avisar: a partir de este capítulo la historia posee escenas +18 como dicen por acá. Saludos y ¡gracias por leer! Siempre tuve algo claro: mi virginidad le pertenecía a Calen.Desde mi escritorio puedo ver por la ventana a los estudiantes de Trétaro. Acaban de llegar, contrario a los de Miacent Puentes que arribaron con alba. Se ven sus sonrisas a la distancia como cliente especial que a gusto es bien recibido. O como banda de colegiales que adentran a un museo.Bajo la cabeza; no estoy feliz ni complacida.Años llevo esperando, creyendo que todo iba a pasar al tiempo justo. Desde pequeña he aguardado, un paso más, crecer, llegar a Italo, volver a ver
¿Pancartas?Tuan Chi, nervios, y fuga de Italo a media noche. Hoy inician las tres semanas deportivas y los nervios me han hecho dormir como si no hubiera mañana. Suertuda yo.Creí que West saltaría encimo llena de algarabía por contarme de anoche pero no. De modo que tampoco me despierta con otra razón. Simplemente no lo hace ella, sino alguien que llama a la puerta.— Deja, ya voy yo.West se aleja de su escritorio mientras tanto estiro un brazo para dar con los espejuelos encima del mío. Alguien habla en chino o un idioma semejante. Por tanto, me uno a West que le devuelve el saludo y más, la hace pasar. Creo que le pregunta el nombre porque la chica responde algo junto con «Tuan Chi».— ¿West... –llamo para tirarle de sus manos– qué es es