Irving
El viernes llegó con la emoción de poder conocer a mi hijo. La semana se me había hecho eterna.
Lo único que me mantenía cuerdo era que Selene, Ignacio y mis abuelas, junto con Edgar, ya parecíamos una familia y habíamos comenzado con el proyecto de arreglar una habitación para Federico, mi hijo. Se siente bien decirlo.
Su habitación quedó decorada con los personajes de The Avengers, que también son mis favoritos. Esperamos que le guste, aunque si no lo hace no tendríamos problema en volver a decorar.
Luisa hablo todos los días con el abogado, confirmando que seguía en la Ciudad y que no haría una tontería. Edgar no confiaba en ella así que no la dejaba en paz.
Estoy en la oficina dando vueltas como loco. Edgar ya se cansó de regañarme pero no puedo mantenerme quieto. Estoy hecho un manojo de nervios por conoce
JulietaMe levanto muy angustiada.Es como un presentimiento de que algo malo va a pasar. Observo el reloj y es de madrugada, intento acostarme y dormir de nuevo pero no puedo. Me siento muy inquieta.Mi mente viaja hacia Irving, lo extraño, extraño sus besos y abrazos, también las noches que compartimos.Me siento muy triste, esta angustia me hace gritar y llorar con dolor. Estoy tan ensimismada en esto que siento que no me percato cuando mis padres entran a mi cabaña hasta que mi madre me rodea con cariño, y comienza a consolarme como cuando era niña, Mi padre se suma y me canta una de mis canciones favoritas.Su voz me recuerda a las veces que cuando niña cantábamos juntos. La canción de Hey Jude de The Beatles es nuestra canción.Hey, Jude, don't make it badTake a sad song and make it betterSu voz se escucha áspera y se puede no
JulietaEstoy en el terminal de autobuses preparándome para abordar, no podía volar porque no quería que pasara nada con mis bebés, me recomendaron que después de la semana 36 podría hacerlo sin problemas.Estaré casi 18 horas sentada en un autobús, pero no me importa.Estuve pensando toda la tarde y la mañana del día siguiente al mensaje de Yareny y la llamada de Selene, sobre lo que está pasando, y no, no puedo estar lejos de Irving. Un golpe en la cabeza es peligroso y además no ha despertado, eso lo hace peor.Si él no despierta no sé qué haré. Prefiero verlo vivito y coleando, aunque sea lejos de mí, pero no así, no enfermo, no dormido y mucho menos no quiero perderlo, que se vaya de esto mundo es algo que nunca podré asimilar.Respiro hondo para no romperme. Mis padres vienen conmigo, desde que hablamos sobre nu
JulietaAl despertar todo me da vueltas, me reincorporo poco a poco en la cama, siento unos brazos ayudarme a sentar, es cuando reconozco a mi madre y a mi padre. Los observo con confusión.Entonces, todo regresa a mí, todos los recuerdos: Irving dormido y el pequeño Federico secuestrado. Me pongo pálida porque todo esto duele demasiado.-Mi niña, tranquila, todo va a resolverse pronto, recuerda que tienes que estar bien por tus bebés.- Cierro los ojos para poder relajarme, mi madre tiene razón.Todo es tan difícil, que aun no puedo pronunciar palabra.-¿Qué saben del pequeño?.- Lanzo la pregunta al aire porque detrás de mis padres está Selene, Yareny e Ignacio. Ellos deben de saber algo.-Aún nada, el señor Ismael está investigando, él quería avisarle a Irving que Marcos estaba acechándolo, pero mi hermano nun
IrvingDespertar y encontrar a mi hermosa Julieta a mi lado fue lo más maravilloso del mundo. Más cuando la escuche decirme “Te amo”. No podía creer que a pesar de todo estuviera ahí conmigo.-Yo también.- Respondo con la voz ronca y cansada-Tú…- Se queda en shock y lo entiendo, fui un total cobarde con ella, no me merezco que venga a acompañarme en el hospital, que justo me doy cuenta que estoy aquí. No proceso nada más porque mi Julieta no sale del trance.-Te amo.- Le repito y entonces ella se avienta sobre mí riendo de una manera que me da vida y me hace vibrar con ella. Todo mi cuerpo se estremece entre el placer de tener a mi mujer entre mis brazos, pero también de dolor, es como si hubiera estado acostado demasiado tiempo. Julieta se da cuenta y me va soltando con delicadeza, perder su calor me molesta, me deja vacío.-Lo siento, cari&ntil
IrvingObservo mis manos llenas de sangre, su sangre.La sangre de una de las personas que más amo en el mundo, que ayudo a mi madre, que me cuido, que siempre me protegió.No entiendo lo que pasa a mi alrededor. No entiendo lo que ha pasado.**Vamos rumbo al lugar que Marcos propuso para el intercambio. Algo en mi pecho se mueve y no sé cómo interpretarlo.Siento una opresión que me hace difícil respirar.Intento calmar todo lo que estoy sintiendo al respirar profundo, apretando y después soltando los puños. Tengo que estar bien, por mi hijo, por mi abuela que va sentada a mi lado con un rostro imperturbable, por mi Julieta y mis hijos. Por mis hermanos. Por tantas personas amorosas que esperan por nosotros.Ahora entiendo que el destino me trajo a Julieta para que pudiera valorar a todas las personas que están a mi alrededor. Ella me enseñó a amar y
JulietaEstoy angustiada, Irving se fue hace horas y lo único que supimos es que la búsqueda en las zonas que se tenía pista no había nada.Después de un rato perdimos comunicación y me sentí perdida.El amor de mi vida y mi hijo estaban lejos de mí.Estos días me di cuenta que comencé a querer a Federico y su ausencia me duele demasiado. Ahora, ambos no están.Camino por toda la habitación, dando vueltas, cruzando los brazos, descruzándolos, jalándome el cabello, peinándome…todas acciones claras de mi desesperación.-Tranquila, Julieta recuerda a tus bebés.- Me dice mi madre por enésima vez. Pero en el mismo número de veces la ignoro.-Cuñada, mi hermano va a estar bien, ya lo verás.- Me dice Ignacio con una sonrisa que me tranquiliza un poco. Este muchacho tiene u
Irving-Julieta, Edgar, tu hermano y uno de mis hombres fueron a investigar.- Me tenso más porque de verdad que Julieta está mal, ¿Cómo se atreve a salir de casa?.-Créeme que cuando se propone algo nadie la saca de esa decisión. No sé cómo lo logró pero anulo a uno de mis mejores hombres y se fue con ellos.- Me la imagino es una fiera, sonrío porque así es la mujer que amo.-Tu hijo está a salvo en tu casa.- Suelta de golpe Ismael y no puedo evitar llorar como un niño. Mi Julieta fue por él. Mi hijo está bien. Todas las emociones de la tarde y parte de la noche se agolpan en mí y no me permiten respirar, solo puedo llorar. Siento los golpes consoladores de Ismael en mis hombros y mi espalda pero ahora solo quiero sacar todo lo que siento.Al llegar a casa salgo corriendo, ni siquiera me limpio las lágrimas, nad
JulietaHan pasado dos meses desde que recuperamos a Federico.Todo va mejorando día con día. El cambio más importante es en Irving, se le ve feliz, nada nubla esa felicidad, ni los problemas que siguen en la editorial, ni el caso contra los matones de Marcos… nada le borra la bella sonrisa que siempre me hace suspirar.Eso me tranquiliza, porque me recuerda siempre que él está luchando contra sus demonios, que esta felicidad es totalmente sincera. Por momentos, se queda serio, pensativo, aún no me cuenta nada pero eso no me hace dudar de él ni preocuparme. Estoy segura que sigue trabajando en sí mismo y esos tiempos de reflexión son los que se necesita para seguir adelante.Por mi lado, soy un volcán de emociones, las hormonas me han pegado duro y fluctúan demasiado. Federico es mi pequeño enfermero y me consiente de una manera que me hace llorar de ternura. Inclus