(PARK ETHAN)—Haz lo que quieras —espetó Matilde, con una mirada desafiante—. Aunque lo divulgues, nunca me vas a separar de mi hija. Nuestro vínculo es demasiado fuerte.—Usted ya se está encargando de eso —respondí, con un tono de voz cargado de reproche. Señalé su vientre con la mirada, recordando que Ariana estaba a punto de dar a luz—. En menos de un mes va a nacer su nieto. ¿Dónde está usted para ella? ¿Dónde ha estado durante todo su embarazo? Es su hija, Matilde. En lugar de pelear conmigo, de planear más formas de cómo separarnos y obtener el control sobre ella, debería estar con ella en las citas médicas, acompañándola en este proceso tan importante. Debería estar presente.Hice una pausa, respirando hondo para calmar la creciente indignación que sentía.—Aún no es tarde —continué, con un tono más suave, pero igual de firme—. No la voy a alejar de ella. Pero tampoco voy a permitir que siga lastimándola. Así que medite lo que va a elegir con mucho cuidado, Matilde. Haga lo co
(PARK ETHAN)—Bien, ahora que estamos todos —dije, con los ojos puestos en cada uno—, repasemos los puntos clave. Necesitamos tener claro qué vamos a exigir y cómo vamos a presentar nuestra propuesta al director Kim.Min-ho asintió y comenzó a repasar la lista que habíamos elaborado, explicando cada punto con detalle y respondiendo a las preguntas que surgían. La atmósfera en la sala se volvió más enfocada, más profesional. Ya no éramos solo amigos reunidos en la oficina de uno de ellos, éramos un equipo, un grupo unido por un mismo sueño, listo para dar un gran paso hacia el futuro.Una vez que tuvimos un borrador claro de nuestros términos, Min-ho se encargó de contactar a la secretaria del director Kim para agendar una reunión. Afortunadamente, nos dieron una cita para esa misma noche.Nos dirigimos a la empresa, que no estaba demasiado lejos de la oficina de Min-jun, un edificio moderno y elegante que ahora se sentía más un hogar. Subimos en el ascensor hasta la planta donde se en
(PARK ETHAN)—Sarah ya tiene las fotos perfectas para eso —dijo Ji-woo, con una sonrisa—. Las que nos tomó en su estudio son increíbles.—Y no olvidemos el nuevo álbum —añadió Tae-yang—. Tenemos que terminar de pulir las últimas canciones y definir la fecha de lanzamiento.—Tenemos mucho trabajo por delante —dije, con una sonrisa—. Pero estoy seguro de que lo vamos a lograr. Somos Chromatic, y vamos a demostrarle al mundo de lo que somos capaces.La energía en el estudio era contagiosa. Nos pusimos manos a la obra, trabajando juntos, compartiendo ideas, riendo y soñando con el futuro. Sabíamos que este era el comienzo de algo grande. Algo que habíamos construido con nuestras propias manos, con nuestro propio esfuerzo, con nuestro propio talento. Éramos Chromatic, y estábamos listos para seguir conquistando el mundo.Un mes después de la tensa reunión con Matilde en el hotel, la vida había tomado un nuevo rumbo, aunque no exento de cierta incomodidad. Mi ultimátum, aunque me costó un g
(PARK ETHAN)Subimos al escenario con el corazón latiendo a mil por hora. La ovación del público fue ensordecedora, una ola de energía que nos envolvió desde el primer instante. Comenzamos el concierto con una de nuestras nuevas canciones, la energía fluyendo entre nosotros y la audiencia. La música nos poseía, nos transportaba a otra dimensión.A medida que avanzaba el concierto, sentía una felicidad inmensa. Estábamos ahí, en nuestro escenario, presentando nuestra música al mundo, como artistas independientes. Todo el esfuerzo, las dificultades, las tensiones con Matilde, todo parecía haber valido la pena.Pero en medio de la euforia, una pequeña parte de mi mente estaba con Ariana. Sabía que estaba muy cerca de la fecha de parto y, aunque Sarah me había asegurado que se sentía bien y que ambas estaban disfrutando del concierto desde un área VIP especialmente acondicionada para ellas, no podía evitar cierta inquietud. Las había visto antes de subir al escenario, radiantes y emociona
(PARK ETHAN)—La doctora Lee ya los está esperando —nos informó una de las enfermeras, con una sonrisa tranquilizadora.Llevamos a Ariana rápidamente a la sala de partos, Sarah y yo siguiéndola de cerca, con el corazón latiendo al ritmo de un tambor enloquecido. La doctora Lee, la obstetra de Ariana, ya nos estaba esperando. Era una profesional experimentada, con una expresión serena que, a pesar del caos a nuestro alrededor, nos transmitió calma desde el primer momento. Noté las miradas de sorpresa del personal médico al verme aparecer vestido con la ropa brillante que llevaba en el concierto, con restos de maquillaje y bañado en sudor por la adrenalina y la carrera. Me sentí un poco fuera de lugar, pero mi única preocupación era Ariana.—Tranquilos, todo va a salir bien —nos dijo la doctora Lee con una sonrisa tranquilizadora mientras examinaba a Ariana—. El bebé está listo para nacer.El trabajo de parto de Ariana fue intenso, una montaña rusa de emociones y esfuerzo físico. Sarah
(PARK ETHAN)En ese momento, rodeado de mi familia y mis amigos, sentí una profunda gratitud. A pesar de todas las dificultades que habíamos enfrentado, habíamos logrado construir algo hermoso, algo que trascendía la música. Teníamos una familia, un hogar, un futuro. Y todo gracias al amor, la amistad y la llegada de este pequeño ser que sostenía en mis brazos. Liam, mi hijo, nuestro hijo, era la prueba de que después de la tormenta siempre llega la calma. Y que a veces, incluso, la calma trae consigo la mayor de las bendiciones.La primera noche con Liam fue una mezcla de agotamiento absoluto y una felicidad que nunca antes había experimentado. El hospital nos ofreció más privacidad, más comodidad para que pudiéramos estar cómodos los tres, y aunque las enfermeras se ofrecieron a llevarse a Liam al cunero para que pudiéramos descansar, Ariana y yo nos negamos rotundamente. No queríamos separarnos de él ni por un segundo.La habitación era tranquila, iluminada por una tenue luz que cr
(SARAH MILLER)El regreso de Ariana de Los Ángeles fue agridulce. La alegría de tenerla de vuelta se mezclaba con la bomba que soltó apenas cruzó el umbral del apartamento: estaba embarazada. Al principio, el silencio nos invadió a Ethan y a mí. Nos miramos, buscando respuestas en los ojos del otro, antes de volver la vista a Ariana, que nos observaba con una mezcla de nerviosismo y una inmensa ternura. Luego, la abrazamos, con fuerza, con el corazón latiendo con fuerza en nuestros pechos. La noticia nos tomó por sorpresa, sí, pero la felicidad de Ariana era contagiosa.Los meses siguientes pasaron en una especie de torbellino de emociones. El estudio de Ethan, que antes era su santuario personal, se transformó en una habitación de bebés, llena de cunas, peluches y ropa diminuta. Ver a Ethan armando los muebles con una sonrisa nerviosa era una imagen que atesoraría para siempre.Ahora, ya en nuestro séptimo mes, la vida en el apartamento había tomado una nueva rutina. Ariana, con su e
(SARAH MILLER)Sin embargo, la cercanía del concierto me generaba cierta inquietud. Ariana, con su embarazo ya avanzado, se movía con dificultad y su energía no era la misma de antes. Yo, aunque me sentía bien en general, también notaba el peso extra y la incomodidad de mi creciente vientre.Recuerdo una conversación que tuvimos los tres en el salón del apartamento, ahora con evidentes toques de hogar familiar. Los ensayos de Chromatic resonaban a través de las paredes, llenando el ambiente con una mezcla de emoción y nerviosismo pre-concierto.-Creo que podríamos faltar al concierto -dije, mirando a Ariana con preocupación. Acaricié suavemente mi vientre, sintiendo una pequeña patadita-. No creo que sea prudente que asistas así, Ariana, menos conmigo, embarazada. Mira cómo creció el bebé. Si tú entras en labor de parto, voy a ser inútil para ti.Ariana me sonrió con dulzura, pero su mirada denotaba determinación. -Yo confío en que el bebé nos dejará estar en todo el concierto -dijo,