Narra Nicol Martínez Era una tarde soleada de domingo y aquí estábamos mirando con Tati la caja blanca que se encontraba arriba de mi cama... A la cual recién la había dejado un repartidor. Ninguno de las dos se animaba a abrirla.Lo que había dentro de esa elegante caja dictaminaba mi sentencia, esa que yo mismo había firmado unas noches atrás. — ¡Ya! Si tú no me lo quieres mostrar entonces lo veré yo mismo. — Tati se levanta de la cama y comienza a abrir la caja donde descansa mi traje. — Es horrible — digo mostrando mi poco entusiasmo. — No te creo. Con lo caro que cuestan los diseños ahí no puede ser feo... — me dice lleno de incredulidad. — Pues para mí es el traje más feo del mundo -— le digo encaprichada. — ¡Ooohhh! — grita de pronto cuando abre la bendita caja — ¡Nicol, por Dios! ¡Es increíble! ¿Cómo puede disgustarte esto? — Para mí no significa nada, es solo un capricho más de él y de mí madre. Si hasta parece que se han puesto de acuerdo los dos. — La verdad te
La impaciencia se reflejaba en mi rostro...Habíamos llegado una hora antes al hotel donde se haría la conferencia para anunciar la boda. Estaba aburrido sentado esperando que mi querido futuro esposo me deleitara con su presencia, y exactamente quince minutos después lo veo entrar por la puerta de acceso... sólaAl verla inevitablemente me hago la misma pregunta que me vengo haciendo últimamente ¿Conseguiría vivir con ese chica un año entero? Era totalmente incierto.Me coloco de pie acomodando mi chaqueta y me acerco a ellal... Es hora de divertirme un rato.— Debo decirte que tienes muy malos modales, cariño. ¿No piensas saludarme?Me quedo esperando su reacción, pero no llega nada. Ni un "Hola", ni una mirada.— Buenos días a ti también, Nicol — le digo suavemente.— Buenos días... — me contesta cortante.Al verla de cerca noto que está algo maquillada y debo reconocer que tiene unos labios tentadores.— ¿Has venido más dispuesta hoy mi amor? — mi pregunta atrae su mirada.— ¿Di
Narra Nicol MartínezLos días corrían con demasiada rapidez. En un abrir y cerrar de ojos estábamos a jueves, eso significaba que en dos días me convertiría en una silva. Hoy obtendríamos los resultados de los análisis que ambos nos hicimos luego de la conferencia de prensa. Las críticas de ésta eran buenas y parece que se habían creído la corta historia de nuestro amor. Mi madre casi no paraba en casa. Estaba demasiado ocupada con los asuntos de la boda, lo único que me repetía era "debes empacar" o "deja de comer", lo que me hacía pensar que le urgía que me fuera de esta casa y que en vez de bajar de peso, estaba más gordo aún. Mí cabeza explotaba. Y aquí estábamos Talía, mi maleta y yo, con las puertas de mi armario abiertas de par en par empezando a seleccionar lo que llevaría y lo que no. Lo que más me mortificaba era que al fin sabía dónde viviríamos... en su departamento. Mentiría si dijera que no me preocupaba en lo más mínimo. De hecho, me aterraba saber que él se m
Narra Alejandro SilvaEn mi vida imaginé estar en esta situación.Siempre dije que nunca me casaría y aquí estoy... parado frente al gran espejo de mi vestidor acomodando el bendito moño de mi traje negro, que parece tan rebelde como yo el día de hoy.El momento había llegado en un abrir y cerrar de ojos. Hoy me casaría, y lo más gracioso de esto, con una absoluto desconocidaA partir de mañana ella viviría aquí en mi departamento, invadiendo cada rincón con su aroma, con su presencia y con sus pertenencias. La sola idea me ponía de mal humor y eso, mezclado con mi nerviosismo, no era buena combinación.—¿Estás listo? —me pregunta Pedro asomando detrás de mí por el espejo.—No lo sé. —contesto. Mí desgano es evidente.—¿Te arrepientes? Siempre podemos planear una fuga si no estás seguro amigo. Cuenta con eso.—Nunca huí de nada. —me retracto ni bien esas palabras abandonan mí boca—. Tengo que hacer esto y lograr lo que me he propuesto si o si.—Tu moño está algo torcido... —me dice él
Narra Nicol MartínezNo lo podía creer... Lo había hecho. En un abrir y cerrar de ojos me había convertido en la esposa de Alejandro y no sólo eso, sino que me había atrevido a seguirle en su descaro y lo había besado. Él se había llevado en ese acto, mi primer beso... Estaba en estado de shock. Un sinfín de sensaciones recorrían mi cuerpo, me sentía en una nube. Pero el sentimiento que dominaba en este momento en mí era el enojo. Estaba enojada conmigo mismo porque, aunque me costara reconocerlo, había disfrutado de ese contacto entre nosotros. ¿Por qué lo había disfrutado? Gente que ni siquiera conocía se acercaba a felicitarnos y yo no me podía concentrar en lo que me decían, no los escuchaba solo asentía y sonreía falsamente. Fue Tati quien logró traerme de nuevo a tierra cuando me abrazó y me hizo tomar conciencia de la realidad que me rodeaba aquí y ahora. —¡Aay amiga, no sé qué decir! — dlla parecía feliz, mientras yo me preguntaba porqué. —No digas nada y abrázame.
Narra Alejandro silva—¡Te deseo! —exclamo con la respiración agitada, mientras él devora mí piel.—¿Qué sucede Alejandro? ¿A caso no te gusta? —me sonríe con esa mirada pícara.—Al contrario, me encanta... Sigue, no pares.Vuelvo a tomar sus labios pegándola más a mi cuerpo, a la vez que camino hacia mí habitación.Al llegar caemos sobre la cama, su pequeño cuerpo debajo del mío queda perfecto. Su hermoso cuerpo encaja a la perfección.Me incorporo sobre los rodillas para comenzar a desprender mi camisa bajo su atenta mirada. Sus ojos me recorren el torso con hambre...—¿Te gusta lo que ves? —le pregunto sonriendo.—Me fascina. —dice mordiéndose su labio inferior. —No hagas eso. Me calienta demasiado... —le susurro.—¿Qué cosa? —pregunta a propósito—. ¿Esto? —vuelve a hacerlo y a mi se me estremece todo el cuerpo.—Te lo advertí... —agarro su vestido y se la abro de un tirón la parte de arriba. Arrancándole todos los botones a la pobre prenda. Ella simplemente se ríe de la situac
Narra Nicol silva Una vez que termino de acomodar mi ropa en el minúsculo lugar que me cedió él en su enorme clóset sigo por el calzado... Corro algunos suyos para hacer lugar y ubicar los míos... Tiene mucha ropa, trajes, chaquetas, camisas, ropa deportiva y hasta una vitrina para exhibir sus corbatas y sus caros relojes... Estoy ensimismada curioseando entre sus cosas cuando suena mi teléfono haciéndome sobresaltar.Por un momento se me cruza la posibilidad de que me esté observando, pero al comprobar mí celular descubro que se trata de Talia—Hola Tati... —contesto aliviada—niki... ¡Perdona que llame recién a esta hora es que acabo de volver a la vida!—¡No te preocupes estoy respirando aún! —le digo riéndome.—¡No es gracioso nicol! Juro que abrí los ojos y lo primero que hice fue llamarte Estaba preocupado por ti Niki—Pues aquí me oyes, en verdad estoy bien. Cálmate. No me ha asesinado aún.—Qué noche la de anoche amiga mia —menciona suspirando—. Es como que tu flamante esp
Narra Alejandro Silva Llego a mi departamento de mal humor. Un estado que ya se ha hecho costumbre. La situación que viví fue humillante como poco y tras de eso me encuentro con la cara que menos quiero ver en este momento, la de mi madre, y obviamente me como todo su sermón.No sé cómo diablos hizo para localizarme y arruinar mis planes, pero algo si sé... aquí Nicol tuvo algo que ver.A cada instante la odio más.Suspiro... Voy a la cocina por un trago de agua para poder tomar una pastilla, aún no me recupero de la resaca de la noche pasada y con toda esta situación mi cabeza va explotar en cualquier momento.No hay señales de ellaCreo que se encerró bajo siete llaves en el cuarto de baño, cobarde. Es lo mejor que pudo hacer.Subo a mi cuarto, me quito la ropa y sin perder tiempo me meto en la ducha. No hay nada mejor que un baño caliente.Dejo que el agua sea la encargada de relajar los músculos de mi cuerpo, me duele todo... Sonrío al recordar lo único bueno a lo largo de es