Los ojos de Bastian eran realmente hermosos, me gustaba, pero tenía mucho miedo de llegar a relacionarme con él, sentimentalmente, por otra parte, se parecía a Milan, con ese sentido protector, un nuevo chico que se preocupaba por mí, era amable y caballeroso.
—Está bien —le dije anotando mi número en su celular—. ¡Ya está!.
—Perfecto —dijo Bastian sacándome una foto rápidamente, y sin que pudiera oponerme.
—¿Qué haces? —le pregunté un poco asustada.
—Te acabo de tomar una foto, no tiene nada de malo, es para tenerte de perfil con tu número —Bastian no deja
—¡Deja de mirarme! —le digo aTonysonrojada.—Claro que no, te ves hermosa con esa cara de niña tonta.—¿Bromeas? —puse los ojos en blanco.—NoCrys, me gustas mucho.—¿Te digo un secretoTony? —abro el suspenso.—Estoy ansioso.—Te Amo.—¿Por siempre? —me pregunta con una sonrisa en los labios.—Por siempre —respondo.—Entonces yo te am
Me muerdo el labio inferior tratando de pensar en alguna excusa, no podía decirle queBastian, nuestro vecino, el chico que no le agradaba, se encontraba en mi habitación y me había vistosemidesnuda.—Por nada especial, solo me pareció más cómodo —digo lo más natural posible.—Entiendo, bueno, me retiro, nos vemos luego ¿está bien? —Milanse dirigía a la salida.—Sí —le sonrío.Milansalió y yo me vestí rápidamente, no era bueno que un desconocido estuviera en mi habitación, cuando terminé entré a mi cuarto pero ya no se encontrabaBastian.Sent
Cuando hay mentiras en una relación, ya sea amorosa o amistosa, el final siempre será desastroso, y algo en mi interior me decía que esta no sería la excepción.—¡Es una buena ideaCrys! —me dijoBastiancon mirada lujuriosa.—Ni de chiste, solo te hacía una broma —me bajé del carro y estiré mis brazos hacia arriba.—Me ayudarías bastante si te haces pasar por mi novia, solo sería por un mes, ¿qué dices? —estaba emocionado.—Digo que no, apenas te conozco, no llevo ni una semana en este lugar, ¿y quieres quéfinjamos ser novios? —lo miro fijamente—. Ni loca, o
No podía creer lo que habíamos hecho, realmente actuamos como dos enamorados defendiendo su amor, era emocionante y divertido, esto sería más fácil de lo que pensaba.—Lo siento —dijoBastian—. Nunca suelo hablarles así a las mujeres, pero ella saca lo peor de mí.—No tienes porque sentirte mal, es una víbora —cruzo los brazos—. No sé como pudiste soportar estar a su lado, sin morir por el veneno que suelta.Bastiancomenzó a reírse, se veía más relajado y tranquilo.—¡Atacaste aJhoanacomo toda una experta! —me dice riendo.
Cuando era pequeña, encontraba enMilanun apoyo, más que ser mi mejor amigo, lo consideraba el hermano mayor que nunca tuve, me defendía de todos y me protegía de todo, era el mejor, recuerdo aquella vez cuando un chico intentócoquetearme, en ese entonces tendríamos unos trece años,Milanse abalanzó contra él propinándole una paliza, desde ese momento nadie se metía conmigo, y él fue ganando fama de chico malo, todos lo respetaban, él era mi protector.Y ahora estaba ahí, sentado a mi lado, a punto de contarme su más grande secreto, la verdad moría de emoción por saber de quése trataba.—Y bien —hablo primero—. ¿Ya me dirás?.
No me gustaba que hablara mal de mí mejor amigo, no era malo su comentario, pero su tono de sarcasmo era insoportable hasta cierto punto.—Las cosas andan bien entre nosotros —digo dirigiéndome alclóset.—¿Y ya te dijo que no es gay?.—¿Qué? —abrí los ojos como platos—. ¿Tú cómo sabes?.—No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de eso, y de otra cosa —sonríe y se acomoda más en mi cama.—No tengo ánimos de hablar de eso —pongo los ojos en blanco.Al cabo de cinco minu
Aquellos ojos color miel se cruzaron con los míos, mi corazón se aceleraba con cada segundo que pasaba, aquel que estaba parado frente a mí, en la puerta de mi casa, era nada más y nada menos queTony, con pantalón negro y camisa de manga corta del mismo color, tenis deportivos rojos, aquel chico alto, cabello corto color avellana, tez clara y fornido, era mi ex, el que me rompió el corazón en mil pedazos, no lo podía creer, me había encontrado conTonyCreewtl.—¡Tony! —mi madre lo mira con asombro—. ¿Qué haces aquí?.—Yo... —Tonyno me quitaba la mirada de encima, parecía muy sorprendido.Mi madre estaba a punto de decir algo más, p
Puedo ver cómo en cámara lenta, aquel vaso de cristal se rompe en mil pedazos al chocar contra la pared detrás de mí, todo se había quedado en completo silencio, y cuando por fin logro reaccionar, puedo observar comoTonyesta encima deBastiangolpeándolo sin piedad, pero enseguidaBastianlogra quitárselo, y ahora es él quien se encuentra arriba deTony, no lo golpea, pero si lo sujeta de la camisa con fuerza.—¿¡Estás loco!? —Bastianle grita hecho una furia—. ¿Qué te sucede?.—¿Quédemonios pasaaquí? —el padre deBastianse levanta molesto.—Disculpen —habla la señ