Un fuerte dolor de cabeza provoca que me despierte, abro los ojos con sumo cuidado y observo los rayos del sol filtrarse por la ventana, estoy en mi habitación, había tenido un sueño en donde hacía el amor con Milan, me incorporo y al poco tiempo noto una pesadez en mi estómago, cuando me doy cuenta de lo que se trata y de como me encuentro, el alma se me cae a los pies, no había sido un sueño, todo era real. Milan estaba a mi lado completamente desnudo, y yo de la misma manera, solo nos cubre una sábana de mi antigua cama.
No lo podía creer, Milan y yo... Quito de encima de mí su mano, y me levanto, mil punzadas invadían mi cabeza, me dirijo en silencio al baño y me doy una ducha de agua fría, la luz ya había regresado, necesitaba asimi
El ambiente que se sentía en mi habitación era muy tenso, verlo así me preocupaba y me hacía sentir culpable por haber hecho el amor conMilan, y muy en mi interior deseé que todo fuera una broma.—No contestabas mis llamadas —me dice con voz ronca.No sabía que decir, me encontraba paralizada, es como si mi lengua se hubiera quedado adormecida.—¡Habla carajo! —me grita.—No es necesario que levantes tanto la voz —respondo mientras cierro la puerta, no quería que nadie se enterara de lo que pasaba entre los dos.—Pues responde, ¿por qué no me contestabas?.
Estamos en el mes dediciembre, han pasado algunos días desde que arruiné lo que tenía conBastian, aquella noche en la que salió de mi habitaciónadvirtiéndomeque si me cruzaba en su camino lo lamentaría, y no lo dudaba. Ese mismo díaMilansubió las escaleras rápidamente y al entrar se quedó mudo, supe inmediatamente que sabía lo que había ocurrido entreBastiany yo, no dijo nada y se quedóuna hora entera a mi lado, en silencio, solo se escuchaban mis sollozos chocando con brutalidad contra las paredes, y cuando por fin logré tranquilizarme le expliqué todo,él escuchómuy atento pero sin decir ninguna palabra hasta que acabé, aún recuerdo palabra por palabra que dijo.—¿Que ha
—EseBasses un perro con las mujeres, te mereces algo mejorCrys, sin duda —diceCharlottemientras se mete un pedazo enorme de burrito de carne enchilada.—Opino lo mismo, yo conozco a muchos chicos guapos, incluso más que él, cuando quieras te puedo regalar a uno de mis tantos pretendientes —hablaTharamientras avienta un enorme suspiro.—Eso si es envidia querida —Tobysuelta unas carcajadas— si las que son feas tuvieran un enorme busto como tu, tendrían la misma suerte con los hombres y entrarías en competencia.Todos comenzamos a reírnos, incluso las carcajadas deTharasobresalían más que ninguno.
Es sábado, por fin llegaron los dos días que más esperaba de cada semana,Saskiatrabajaba los fines de semana, y por lo que nos ha contado parece ser que Serena va seguido a la tienda de repostería, dice incluso que ha subido unos tres kilos, eso me entristecía, ya que en la escuela aunque nos evitábamos, me sentía mal por ella. Hoy era la prueba del vestido de mi madre, me emocionaba la idea de verla probarse un montón de vestidos, aunque me sentía mal al haberle contado a ella y aBrandonqueBastiany yo ya no eramos novios, ya pesarde eso, decidieron queBastiany yo seguiríamos siendo sus padrinos.—¿Túqué opinas hija? —me pregunta mi madre.—¿Sobre qué
Se trataba de una mala jugada, al menos para mi lo era, en cuanto nos vio Milanpude ver el dolor, la confusión y la rabia en sus ojos, así como también pude ver la diversión, el juego y la victoria ganada en los deBastian.—¿Qué significa esto? —Milanpregunta en tono serio.—Significa lo que ves —contestaBastiancon una enorme sonrisa— sabes,túconseguiste y pudiste tener aCrys, pero ella aún me pertenece, es como si te la hubiera prestado.Al decir eso sentí una rabia incontrolable, ¿quién se creía queera para hablarle así amímejor amigo?, entonces, y sin ningún remordimientoact&uacu
Eso me hacía gracia y a la vez me daba felicidad, volteé a ver aBastiany confirmé que era verdad, no me quitaba la mirada de encima, pero no me dejaría de él, por lo que sonreí y le levanté el dedo, al hacerlo,Bastiansonrió de oreja a oreja y me mando un beso en modo de burla, era oficial. Estábamos en guerra.—¡Que le den! —le digo y regresamos con los demás.Estábamos a punto de irnos de la cafetería, cuando de pronto llegóSaskiacorriendo y se dirigió aCharlotte.—Está hecho —Saskiasonreía.—¿Qué está hecho? —preg
Por fin llegó el tan esperado baile de invierno y cierre del ciclo escolar, desde queBastianhabía hecho público su noviazgo conReachel, mi vida se convirtió en un infierno. Era como si todos la respetaran y no se quisieran meter con ella por ser la chica de él, cosa que me perjudicaba notablemente, era como si la escuela entera estuviera dividida, una parte estaba conmigo y la otra parte conReachel.Bastianno paraba de observarme en todo momento y de restregarme en la cara sus besos conReachel. Yo trataba de ignorarlo la mayor parte del tiempo, pero a veces me era imposible, cuando nos encontrábamos por los pasillos, y si no había gente alrededor, me acorralaba e intentaba besarme, no dejaba de recordarme que yo era suya, y yo no paraba de abofetearlo cada que intentaba besarme, se enfurecía y se marchaba azotando y maldiciendo.
Bastianestaba muy furioso, se acercó hasta a mi y se colocó detrás, ambos nos veíamos por el espejo.—Tienes razónCrystalle, ella es muy buena en la cama, ¿tienes idea de lo mucho quedisfrutocuando se la meto?, no verdad... Ella es una experta, no como tú. Que no eres...—No sigas, no lo digas, no mientas —volteo rápidamente, estabaa punto deromper en llanto.—No sirves en la cama.Eso acabó con todo,Bastianacababa de terminar por destruir lo poco que sentía por él, una cosa era el juego que estábamos llevando, pero insultarme de esa manera era pasar mis límites, no pod&iacu