El salón en donde se llevaba a cabo la cena era enorme, y más lujoso que las habitaciones, todo estaba adornado con el color dorado y el plateado, el rojo predominaba más, noté que mi madre se sentaba con cierta familiaridad al lado de la mesa principal, se le veía incómoda, al parecer delante de cada mesa había una tarjeta con nuestro nombre, ese era el asiento que nos pertenecía.
Bastian no me soltó de la mano, pero entonces vi que su tarjeta estaba hasta al final de todos, realmente su asiento estaba alejado de mí, Bastian frunció el ceño al ver como todos ya estaban sentados, y solo faltaba un lugar por ocupar, el principal, mi primo estaba al lado del asiento de Bastian, y con una mirada se comunicó con él, me dio un ligero apretón de manos y me soltó para tomar asiento.
Milan estaba parado frente a mí con cara de pocos amigos, lo conocía perfectamente y sabía que algo no andaba nada bien.—Buenos días —dice sin apartar la mirada de mí.—¿Qué haces aquí? —pregunto poniéndome de pie.—Señorita Crystalle, esos no son modales —comienza a decir el ama de llaves.—¡Exacto prima! —grita con diversión Ramiro— no es manera de hablarle a tu futuro esposo.Aquellas palabras me volvieron muda, ¿lo había escuchado bien? Eso era imposible, volteo a ver a mi madre y ella baja la mirada rápidamente, al tiempo
—¿Qué pasará cuando seamos grandes y no estés a mi lado? —le pregunto a Milan mientras observamos las nubes tumbados en el pasto del parque mientras muestras madres hablan y nos vigilan.—No digas tonterías, siempre voy a estar a tu lado.—Pero en algún momento nos vamos a separar, y seremos como mamá y papá —levanto mi pequeña mano e intento atrapar una nube.—Nunca me separaré de ti, porque me voy a casar contigo —Milan me responde soltando una risita.—¿Lo prometes? —pregunto dudosa.—Lo prometo, juntos por siempre —me afirma con mucha segu
El agua caliente recorría mi cuerpo desnudo mientras mi cabeza no dejaba de dar vueltas al mismo asunto, en tres horas mi mejor amigo fingiría pedirme matrimonio frente a un montón de desconocidos, y conocidos por mi madre, era increíble como mi vida cambiaba cada vez más rápido, cuando salgo de la ducha, Bastian está sentado en la cama viendo el anillo que me había dado cuando él me pidió matrimonio.—Sabes, aún no puedo creer que estés de acuerdo con esta locura —digo sentándome a su lado.—Sé que es una locura, pero no quiero que sufras por las consecuencias de rechazar todo esto —su voz suena serena, pero sé que en el fondo está dudando.—A&u
Cierro los ojos y aún puedo recordar claramente lo que sucedió aquella noche, después de haber aceptado ser la esposa falsa de Milan.Él me puso el anillo y pude ver que Bastian intentaba acercarse a nosotros, demasiado tarde, porque el mayordomo al darse cuenta de la situación, le echó una mirada cómplice a mi madre y rápidamente nos arrebató el micrófono, mientras aquellas personas desconocidas nos felicitaban, cuando por fin la fiesta había acabado, todos nos reunimos en uno de los salones principales.—Bien, ya que terminaron su show, me retiro —les informo con molestia.—Me alegra que recapacitaras Crys —el ama de llaves parecía emocionada— en cuanto firmes unos docume
La tensión que rodeaba aquella habitación, era muy hostil, Bastian había pedido hablar con Milan antes de regresar a sus vidas normales, cuando Bastian entró, él estaba sentado viendo algo en su celular.—¿Qué es lo que pasa? —pregunta Milan con el ceño fruncido.—Solo quería recordarte que Crys es mía —¿Bastian se acerca hasta él y toma asiento frente a una mesilla de descanso.—Eso ya lo sé —responde Milan aunque en el fondo una breve esperanza crecía en su interior.—No quisiera que te ilusionaras con algo que nunca va a poder ser —Bastian sostiene la mirada sin apartarla de él.
Cuando vi a Damaris quise correr y abrazarla, pero conociéndola sabía que eso la incomodaría mucho, me acerqué a ella y ambas nos sonreímos.—Es bueno volver a verte Talle —me dice llena de felicidad— por un momento pensé que te habías olvidado de mí.—Eso jamás, te hice una promesa.—¿Quién es esta...? —el ama de llaves pregunta viendo a mi amiga de arriba abajo como si fuera una amenaza.—Es una vieja amiga —respondo sin mirarla.—Creo que tu amiga debería marcharse —comienza a decir de nuevo con su voz chillona.
Los rayos del sol le parecían un adorno para su habitación, filtrándose como ladrones a traves de las coronas, Milan abre la ventana y deja entrar el aire, sube su maleta a su cama y comienza a desempacar. Tenía en mente muchas cosas y sabía que no le quedaba mucho tiempo para tomar una decisión.Quería ayudar a Crys para que su familia no lo perdiera todo, y eso significaba casarse con ella, gustoso lo haría, pero estaba en juego su corazón, siempre la amó, estaba loco por ella, esa era tal vez su única oportunidad para poder conquistarla poco a poco, pero tenía otra opción, ayudarla y seguir con el plan de Bastian, fingir sin segundas intenciones y cuando todo esto terminara, un divorcio falso lo arreglaría todo, y seguirían siendo tan amigos como siempre. Aunque había una te
Aquella chica me ponía nerviosa, no dejaba de ver a Bastian de una manera un tanto extraña.—Bastian —susurro.Pero no me prestó atención, todo lo contrario, soltó mi mano y se acercó a ella.—¿Cómo puede ser posible? —pregunta tocando su rostro.—Es largo de contar —dice ella tomando sus manos.—Pero estás muerta —Bastian se aleja.—¿Disculpen? —digo molesta y me acerco hasta ellos— ¿qué pasa aquí?—Crys, ella es...