Tres semanas de locura, tres semanas viendo a mi amor tirada en esa maldita cama de hospital. No puedo dormir ni dos horas seguidas desde entonces, las imágenes de Mónica por los aires, después de que el coche la invistiera…ni me fijé en él, ni quien lo conducía, ni marca, matrícula.
Vivo en la casa de invitados de la casa de Marcos, los primeros días me encerré en mi barco, pero mi amigo vino en mi busca, vino a salvarme de hundirme en la miseria.
Marge no para de llamarme, la ignoro. Fernando como amigo y abogado, fue a la que era mi casa, a recoger mis pertenencias, para instalarme en la casita de la piscina.
Ese fatídico día, fue el último que vi reírse a Marta, a sus padres, a todos. He ido a la oficina, para presentar mi renuncia, despedirme de las personas que me importan del bufete. Cuando iba a salir por la puerta, Ivana, mi leal y fiel secretaria, me dijo
Miro a Fernando que no sabe que decir, solamente pone una mano sobre mi hombro y la aprieta. Con ese gesto, lo dice todo. Los amigos son para lo bueno y lo malo, delante de mí, tengo a dos de esa clase de amistad.-Juanjo, tranquilo. Los médicos vendrán a decirnos algo en breve -le miro incrédulo -hace una hora que entraron en quirófano con ella.-Quirófano -decimos Fer y yo al unísono.-Sí, exactamente no sabemos que ha pasado, la llevaron a hacer unas placas rutinarias, pero algo vieron y tuvieron que llevarla de urgencia al quirófano, pensabas que ella… -asiento aliviado, con los ojos llenos de lágrimas, me apoyo en el cabecero del sofá -no amigo, a tu chica le gusta llamar la atención.Nos reímos, sabiendo que puede ser lo que quieras, pero eso de llamar la atención, no es lo de ella. El teléfono de la habitación suena, es una enferme
Hoy por fín me quitan la maldita escayola de la pierna, aunque todavía tengo que andar con muletas, me va a hacer ilusión verme mi blanca, pálida y peluda pierna. Que horror, en cuanto el médico se da la vuelta, me bajo rápidamente el pantalón, Silvia que la tengo a mi lado, se ríe, aguantando la carcajada.-No te preocupes, tengo cita mañana en el Spa, nos van a hacer un completo de limpieza. Ni un pelo, te va a encontrar Juanjo cuando te vea -me dice riendo, niego con la cabeza.Salimos del hospital camino al coche, que nos llevará a la casa. El chico que nos va siguiendo a todas partes, me abre la puerta de atrás, mientras el chófer, hace lo mismo a mi amiga. Sí, tenemos seguridad las veinticuatro horas, no salimos de casa solas. Juanjo es paranoico, pero su amigo ruso, le gana por goleada.Mientras vamos por la autovía, sorteando los demás coches, juego c
Dos días solos en la casa, Petrov se lleva a Silvia a un viaje express, y así aprovechan, para dejarnos intimidad. Las fuimos a recoger a la salida del spa, día de chicas, nos dijeron. Salieron relajadas, despampanantes, más guapas imposible.Me quedo mirando a mi morena, que cuando me ve me saluda efusivamente con la mano, mientras sigue hablando con Silvia.-Tienes cara de enamorado -dice mi amigo -enamorado idiota -termina diciendo riéndose -os dejamos un par de días solos, me llevo a mi chica de viaje a Marbella -me guiña un ojo -tenemos una invitación Vip a un club nuevo, que van a inaugurar.-Vete tranquilo, me hago cargo, El Paraiso queda en buenas manos -no hace falta que le mire, noto su mirada -que pasa, no te fías de que puedo llevar nuestro negocio?-Sé muy bien que lo atenderás perfectamente, pero… -duda en seguir hablando, mientras mira a nuestras chicas -que
Veo como Mónica duerme, pero no para de moverse, de gritar. Dos días hace que aceptó reunirse con ese cabrón y no es capaz a dormir una hora seguida, sin tener pesadillas. Le pregunto sobre ellas, pero no se acuerda, dice que se despierta angustiada, con pinchazos en el corazón, pero nada más.Enciendo el móvil, busco el grupo de amigos, miro la hora, son las cuatro de la mañana.YO: Buenas noches. Alguien despierto?No pasan ni dos segundos, cuando salen las palabras escribiendo.MARCOS: Buenas. Que pasó?FER: Nada bueno, si estás aquí a estas horas. Mónica bien?Les cuento las pesadillas, que empezaron una vez aceptó verse con Carlos. Mi socio pregunta cuando es ese maldito reencuentro, es Fernando quien le dice que faltan cinco días.MARTA: Podéis mandarnos el avión y a primera hora estamos ahí. Si estos no quieren
Ya no me queda nada en mi cuerpo, que pueda vomitar, los nervios me están matando. Faltan dos horas para la reunión con Carlos. Hemos quedado en la supuesta oficina de Fernando, aunque yo quedé con mi abogado en que pasaba a buscarme, para que no valla sola. Aunque con la seguridad, que me pusieron, no me siento sola.Me doy una ducha, dejo que el agua caiga desde la cabeza por el cuerpo. Por un momento de debilidad, las lágrimas me caen, acordándome de los últimos años al lado de ese cabrón. Hoy se acaba todo, firmamos y se acabó la pesadilla.El sonido del móvil suena en todo el apartamento, salgo de la ducha y me pongo el albornoz, me seco rápido los pies y me calzo las zapatillas.Cuando llego al teléfono, ya colgó, me fijo en quien llamaba, frunzo el ceño, que carajo querrá. Entra un mensaje, diciendo que tengo un algo en el contestador, vacilo un moment
No puedo creerme que Mónica acepte ese puto trato. Tenía tanta rabia dentro de mí, que le quité las manos de mi cuerpo a la fuerza y salí dando un portazo.En mi cabeza solamente me sale la imagen de mi morena en la cama con ese cabrón, dentro de una semana, será completamente de él.Me echo un segundo chupito, necesito pensar que es todo un mal sueño, pero no, no es un sueño, es la realidad. Tomo de un trago el whisky y la rabia me hace estampar el vaso en la pared, haciéndose añicos.-Quieres que te pase otro vaso para estrellarlo, puede ser que después de una docena, te sientas mejor -la voz de Mónica me parece música celestial.-Ya no hay la docena, en la anterior discusión que tuve contigo, rompí un par de ellos -le digo, siguiéndole la broma, aunque ninguno se ríe.-Por mi culpa, vas a tener que beber directamen
He pasado la última semana rodeada de mis amigos. Hemos hablado, reído y cuando Juanjo no me veía, lloraba. Mañana es el día que regreso con Carlos, mañana empieza a contar los trescientos sesenta y cinco días de infierno.Pedí tener recuerdos, os puedo asegurar que me llevo un montón. Al principio solo quería estar con Juanjo, cuando nos vinieron a buscar al barco, me quería negar, pero este amago de secuestro, fue lo mejor que me pudo pasar.Silvia fue mi profesora, sí como lo leen, me dio clases aceleradas, de como evadirme, permanecer inmune, sobre todo afrontar los insultos de Carlos, vejaciones. Me repitió miles de veces, que me grabara con hierro, cada imagen con mi hombre, cada beso, acaricia, su rostro, como si eso pudiera olvidarlo.Todos los días, pasábamos juntas tres o cuatro horas. Respiraciones, mente en blanco, todo lo que me hiciera sobrevivi
No sé el tiempo que llevo llorando, me duele la cabeza, los ojos me pesan, los cierro, pero la imagen de Juanjo, cuando me tiró el agua por encima, se repite y otra vez. Esa primera vez que lo ví, me pareció el chico más guapo, que había visto en mi vida.Noto como la cama se hunde por una parte, sonrío.-Juanjo… -pero en realidad es Marta, no habla, se echa a mi lado y me abraza -no pude despedirme de él, se fue.Silvia a su vez, se echa por la otra parte y me coge de las manos, otra que tampoco habla. Me besa en la cabeza.-Habéis hecho voto de silencio? De castidad, sé que no -me río, pero sigo con los ojos cerrados -gracias por estar aquí. Os adoro.-Al abordaje!! -escuchamos gritar desde fuera, nos reímos porque reconocimos la voz de Nico -donde están las bellas damas? Traigo comida, dulces y refrescos!! Alcohol para los no embarazados!!