Los labios de Ángel se movían al mismo ritmo que los de Oliver o al menos trataba de hacerlo. Después de una intensa conversación entre ambos ahora se encontraban sobre la cama del menor besándose de una forma poco apropiada para un adolescente de trece años.
Las manos del alfa recorrían las piernas del menor con suma delicadeza para no asustarlo más de lo que ya estaba por estar lloviendo de esa forma y también porque sus padres estaban dos habitación después de la suya.
Ángel al verse en esa situación, o sea, en ropa interior y Oliver todavía con toda la ropa que había traído decidió nivelar la situación quitándole la ropa al mayor de poco sin dejar de besarlo y luego se colocó a horcadas sobre el alfa.
Oliver dejó escapar una leve sonrisa de sus labios al ver al menor tomar el control de la situación de esa manera, y no le molestaba para nada que fuese de esa forma. Solo no quería que las cosas se salieran de control y que la primera vez de su pequeño Ángel no fuese traumante.
Todavía no era el momento para que eso pasara y menos el lugar, tenía planes para eso y sobre todo el lugar perfecto para ambos.
— Espera, pequeño Ángel — detuvo los besos y colocó sus manos en los hombros del menor — Vamos muy rápido, pequeño Ángel.
— ¿Uh? — lo miró, confundido.
— No quiero que tu primera vez sea de esta forma — acarició las mejillas de su omega, las cuales se pusieron rojas de la vergüenza — No es para que te pongas de esa forma, prefiero esperar un poco más.
— Lo siento — desvió la mirada — Siento mucho si me vi en una situación...
— No — le sonrió — No es nada, es sólo que prefiero esperar un poco más y ya está. No quiero que tu primera vez sea de esta forma, quiero que sea especial en un lugar hermoso al igual que tú.
— ¿En dónde será? — Colocó sus manos en sus mejillas — Quiero saber qué tan especial será.
— Es una sorpresa, pequeño Ángel — quitó las manos de su rostro y colocó las suyas — Solo debes de confiar en mí y ya está.
— Pero quiero saber que te traes entre manos, Oliver — hizo un puchero.
— Paciencia, Ángel — besó sus labios — Pero, eso no quiere decir que no podamos disfrutar de ambos.
— ¿Qué tienes en mente? — ladeó el rostro.
— Tengo muchas cosas en mente, pero no las haré todas en una sola noche — le guiñó un ojo — Ahora sólo déjate guiar por mí.
Ángel asintió, confundido por eso, pero de todas formas se quedó quieto esperando que Oliver hiciera el siguiente paso. Y eso no tardó en llegar cuando los labios del mayor se posaron sobre los suyos besándolo como hace unos momentos atrás.
Su cuerpo fue echado hacia atrás con el mayor sobre él dejando besos húmedos por todo su cuello y clavícula. De los labios del omega salían pequeños suspiros llenos de placer y agradeció que todavía siguiera lloviendo a montones porque estaba más que seguro de que sus padres lo matarían si se llegaran a enterar de que estaba en su habitación con Oliver.
Oliver se estaba conteniendo en no dejar marcas en el cuerpo del omega para que sus padres no lo llamaran la atención por estar de calenturiento y que después sus planes se fueran al caño.
Le dio una mirada a su pequeño Ángel caído del cielo y sonrió para sí mismo cuando llegó a la erección de este y la vio bastante dura.
— ¿Mi pequeño Ángel, me puede permitir quitar esta prenda molestosa de su cuerpo? — Ángel asintió, volviendo a poner sus manos en su rostro para que Oliver no viera su sonrojo más claro que nunca.
Oliver quitó el bóxer del menor y la erección de este estaba lista para ser atendida por él, y no se esperar de mucho atenderla como se debe. Colocó sus manos sobre los muslos del menor cuando este por poco sale corriendo por como Oliver había introducido parte de su miembro a su boca sin más preámbulos.
Ángel se llevó una mano a la boca para evitar que saliera el grito que deseaba salir desde hace rato de sus labios y cerró los ojos dejándose llevar por la sensación que todo su cuerpo estaba sintiendo.
El placer de tener a Oliver satisfaciendo su cuerpo con ese oral era algo que pensaba que nunca iba a suceder a menos que fuese de vida o muerte. Era la primera vez que estaban de esa forma tan íntima.
Sólo eran besos subidos de tono, pero nunca habían llegado tan lejos como quitarse la ropa y sobre todo hacerse orales uno con el otro. Ahora estaban en su habitación disfrutando y sintiendo la adrenalina de que alguno de sus padres pudiese entrar a la habitación y dañar el momento.
Por inercia llevó una de sus manos a la cabellera azabache de Oliver y lo impulsó a que fuese más rápido que antes y el alfa no se opuso a eso. El ritmo subió drásticamente y por lo visto Ángel no aguantó mucho por lo que se corrió sin previo aviso dentro de la boca del mayor, haciendo que este tosiera por lo repentino que fue.
—Lo siento mucho, Oliver — se sentó en la cama asustado — No me di cuenta cuando pasó, en verdad lo siento mucho.
— No pasa nada — dijo, tosiendo, un poco — Es solo que fue demasiado repentino y por eso comencé a toser — se quitó lo que había quedado en los labios.
— ¿Seguro que está todo bien? — preguntó, aún asustado.
— No, mi pequeño Ángel — besó sus labios — Estoy feliz de que fui el primero en darte placer y espero ser el único.
—Siempre serás el único para mí — dijo con inocencia — También espero que yo sea el último para ti.
— De eso no hay duda, mi pequeño Ángel.
*****
Noah jadeó cuando su espalda chocó una vez más contra la pared cercana a la puerta de su habitación. Las embestidas eran cada vez más placenteras y su cuerpo estaba caliente, y su entrada seguía dejando salir lubricante a montones.
Los labios de Ian estaban en su pecho dejando marcas por todo su paso. Las caricias en sus piernas, las cuales se sostenían de la cadera del alfa estaban temblorosas por todo lo que esa a sintiendo.
Llevó sus manos a los hombros de este sosteniéndose de estos para no caerse si este decidía alejarse de la pared. Tenía su labio ligeramente mordido, acallando los altos gemidos que pretendían salir de su boca.
— Eres tan perfecto y eres todo para mí — dijo Ian, con la voz ronca — Seré el último hombre con el que estés, dulce bebé.
— Sí, soy t-tuyo — suspiró el omega, dejándose llevar por la ocasión — ¿Tú eres mío?
—También lo soy, dulce bebé — buscó los labios del menor una vez más y lo llevó hacia la cama donde siguieron por horas con ese acto lleno de pasión.
Las horas en las cuales ambos pasaron teniendo sexo entre las sabanas fueron las más agotadoras por parte del menor que sentía su cuerpo pesado y eso logró que se durmiera desde que sintió su cuerpo en paz y tranquilo.
Ian por su parte se paseó por habitación sin dejar de mirar a Noah dormir con la corona de flores aun en su cabeza y con las medias puestas, lo cual era lo único que tenía en el cuerpo. Observó un momento los rayos que caían sin querer detenerse por nada del mundo. Se pasó una mano por el cabello y hacia donde estaba su pantalón de chándal, y se lo puso.
Con un suspiro, recogió todo lo que estaba en el piso y arregló lo que estaba fuera de lugar. No tenía caso que Noah se metiera en problemas porque no recogieron la habitación y porque todo el lugar estaba desordenado.
Fue hacia el baño en busca de algún ambientador para el lugar y algo húmedo para limpiar al menor.
Lo hizo de una manera que parecía mentira o una broma viniendo de él. Limpió todo lugar, todo quedó como antes lo había estado antes de entrar a la habitación. La ropa que el chico había tenido en su cuerpo la guardó otra vez en la bolsa, al igual que las medias dejando al menor solo con la corona de flores y bóxer puestos.
Se acercó a la cama mirando y tomando el pulso del chico para saber si aún estaba vivo después de las largas horas que ambos pasaron juntos, el chico solo estaba cansado y eso era bueno para él.
Tomó la bolsa una vez más y salió de la habitación yendo a la suya para evitar que alguna de las personas lo viera. Esa noche fue una de las mejores que tuvo con ese pequeño para decir que fue increíble ver la forma en la cual éste niño podía tratar de evitar que sus gemidos saliera de sus finos labios para que sus padres o hermanos no lo escucharan.
Escuchó los pasos del otro lado de la puerta y supo que ya Dylan o Jared se había despertado para ver a sus hijos antes del desayuno, con una sonrisa en los labios fue hacia el baño para darse una ducha.
En la habitación del pequeño Noah, Dylan acababa de entrar a la habitación de su hijo para que se despertara y que vaya a desayunar. Frunció el ceño al ver la corona de flores en su cabeza mientras que su rostro parecía exhausto.
— Noah — lo llamó y éste ni se movió, solo arrugó la nariz y nada más. Se quedó en su lugar, un olor leve se asomó por la corona de flores, no pudo evitar que su ceño se frunciera aún más al sentir el olor de Ian salir de ese lugar.
Volvió a llamarlo, pero este se quedó en el mismo lugar. Negó con la cabeza y fue hacia la habitación de su sobrino para que le explique la razón de que su hijo tenga esa corona de flores. Entró sin tocar a la habitación de su sobrino con la corona de flores en las manos y lo observó colocarse el saco impecable.
— ¿Por qué le diste esta corona de flores a mi hijo? — preguntó Dylan, e Ian le sonrió, confiado.
— Se la di porque es momento de que nos llevemos bien — se encogió de hombros — Pensé que sería lindo que se despertara con ella puesta y con mi olor — se sentó en la cama — Pensé que sería bueno que él despertara con ella puesta y que supiera que era mía. Es como un tratado de paz entre ambos.
— ¿Seguro que es solo eso? — Su voz sonaba desconfiada — No parece mi hijo le agrades mucho y ayer lo comprobé.
— Lo sé — asintió —Anoche aproveché que estaba durmiendo y se la puse — ladeó la cabeza — Prometo no volver entrar a la habitación de su hijo una vez más, tío.
— Gracias — sonrió, de forma paternal — No quiero que Jared se entere de esto, todos somos muy sobre protectores con Noah y no deseamos que nada malo le pase.
— Lo sé — volvió a asentir — Noah también es muy importante para mí y también lo cuido.
— Eso espero, Ian — se dio la vuelta — Nos vemos en el comedor en media hora — dicho esto salió de la habitación.
La sonrisa que Ian en su rostro no desapareció en todo el día.
El día pasó rápido para todos en la casa, Ian ya no estaba por lo que Noah ya no tenía que hacer nada más que dormir por largas horas después de lo que pasó en la noche de tormenta en la casa del omega. Ian estaba sentado en el piso a un lado del cuerpo de Noah pasaba de forma distraída las yemas de sus dedos por la espalda de este pensando en las cosas que han pasado en los últimos días en los cuales han estado juntos sin la necesidad de usar la fuerza bruta en el pequeño omega. Los gemelos Oliver y Noah llegaban mucho abrazados, sentándose en el césped sin importarles el clima que se estaba empleando.No necesitaban hablar, con sólo estar así sabían que se necesitaban el uno con el otro. Besó el cabello de su hermano, sintiendo como la respiracióCapítulo 6
Capítulo 7
Los estudiantes se fueron marchando poco a poco de la escuela, dejándolos a ellos parados esperando que sus padres llegasen por ellos para poder irse de allí, por suerte ninguno había hecho algún comentario sobre las flores que Ángel tenía en sus manos.Paola había ido po
Capítulo 9Noah miró a la mujer vestida con una la típica bata de hospital, esa mujer es la misma que hace algunos años había provocado que él y su hermano nacieran antes de lo previsto y que sobre todo, era la culpable de que no supiese hablar sin tartamudear.Verla sentada, mientras sus miradas se sostenían, dio pasos hacia atrás para tratar de salir de esa habitación, pero el cuerpo de Ian se lo impidió.— Déjame solo con el chico, Ian, por favor — pidió Andrea, con voz suave.— No, no — Noah trató de salir de la habitación, pero lo único que consiguió fue un fuerte apretón en uno de sus brazos — No q-quiero e-estar aquí — murmuró, mirando a Ian.— Saldré y lo mejor será que te quedes aquí o no respondo — le dio un empujón hac
Capítulo 10Oliver se escabulló lo mejor que pudo en la cama del omega en cuanto Alexander salió de la habitación, no sin antes ver si estaban dormidos en sus respectivos lugares. Solo bastaron unos minutos para que la casa quedase en silencio y Oliver se colocara a la cama.La risita que el omega dejó escapar de sus labios fue suficiente para darse cuenta de que no era el único el esperar a que todos estuviesen dormidos o que al menos estén en sus habitaciones. Dejó un beso en el cuello del omega, sintiendo como la piel bajo sus labios se erizaba con ese gesto.Había sido realmente difícil para él, el tener que contenerse durante toda la noche para no meter mano en el cuerpo del menor, y más difícil fue el tener que controlar a su hermano para que no hiciera una locura por estar de caliente con su pequeño cuñado.— Al parecer no soy el único en esperar a que todos se duerman — dijo Oliver, divertido.— Créeme que no eres el único — se dio
Capítulo 11— Creo que hemos descuidado a nuestros hijos — dijo Jared, besando los labios de su esposo — Somos unos malos padres, y por lo visto nos estamos acostumbrando a esto.— No me molesta seguir, pero me temo que tienes razón, Baudelaire. Somos como conejos — Dylan rió — Pero tenemos a los gemelos los cuales necesitan comida. — En eso tiene razón, mi hermoso omega… aquí vienen los gemelos.— ¡Papá! — Ambos se detuvieron de golpe al ver a sus padres desnudos — Esto es asqueroso — se taparon los ojos, y luego salieron de la habitación.— Te dije que no le habías puesto seguro a la puerta, Jared — Dylan golpeó su cabeza, nunca haces nada bien — Se bajó de la cama — Los niños deben de tener hambre.Jared rodó los ojos, pero se quedó en la cama viendo como el cuerpo de Dylan entraba al baño dejando la puerta entreabierta, lo que significaba una hermosa invitación para él, la cual no dudo en aceptar.Cuando bajaron a la coci
Capítulo 12La salida con los amigos de su hermano no sonaba tan mal y aparte su tía Paola le había dado permiso a Ángel en salir con ellos, solo con la condición que él estuviese presente. Era de esperarse que pusiera esa regla ya que ninguno de los padres de su cuñado confiaba para nada en su hermano, todos sabíamos que era por la fama de don Juan que tenía su querido y hermoso hermano.Pero ahora estaban en una cafetería del centro comercial, donde no había muchas personas a esa hora del día. Solo estaban Ángel, Oliver, dos amigos de su hermano y él o al menos eso fue hasta que llegó la pareja de uno de los amigos de su hermano. Una persona un poco mayor que ellos en toda la extensión de la palabra. Ya que ellos tenían diecisiete y diecinueve años.La única persona que tenía pareja al igual que él era la persona que estaba sin pareja. El chico solo podía concentrarse en las míseras palabras que Ian le había dicho el día anterior, y más aún que