Noah puso los ojos en blanco cuando su hermano volvió a dejar por quinta vez su mochila en el piso porque no le gustaba como le quedaba el uniforme, en ese momento deseo tener la paciencia de su padre Dylan.
— ¿Nos p-podemos ir ya? — Preguntó, otra vez — Es t-tarde, Oliver.
— No quiero ir a la escuela, Noah — se dejó caer en la cama.
— Le diré a papá Jared — dejó su mochila en el piso.
— Dudo mucho que él me convenza — le sacó la lengua y Noah le sonrió — No lo harás, Noah McDaniel Baudelaire.
— ¡Papá Dylan! — Corrió por el pasillo de las habitaciones — ¡Papá Dylan!
— ¿Qué sucede Noah? — Preguntó Jared, saliendo de la habitación con una bata de dormir — ¿Para que buscas a Dylan?
— Oliver no q-quiere ir a la e-escuela — murmuró, con la voz agitada y con sus mejillas sonrojadas — A-Ayúdame.
— Dylan está en la cocina con tus demás hermanos — se encogió de hombros — Oliver para mí es un caso perdido — volvió a entrar a la habitación — Los llevaré a la escuela cuando termine de ponerme la ropa.
— Los habladores entraran al infierno, Noah — llegó Oliver a su lado cuando su padre entró a la habitación — No podrás ir con papá Dylan...
— Oliver, ven y toma tu mochila en tu habitación en este momento y no es una broma — dijo Dylan, serio, y con la mochila de sus hijos en brazos — Alaric está enojado porque no ha llegado a la escuela y ya sabemos porque y Matt está enojado con Owen porque tampoco está en el jardín de niños — sonrió, sin mostrar los dientes — Y yo no estoy de humor por las estupideces de mis hijos no me ayudan en nada.
— Lo siento, papá — Oliver tomó sumisamente su mochila — No lo volveré hacer, papá.
— Eso espero, Oliver — acarició su cabello, y Oliver asintió, caminando hacia las escaleras — Tenemos que irnos ahora, tengo que pasar a buscar al hijo de Paola y de Alexander — recalcó las ultima palabras.
— ¿Pasaremos a buscar a Ángel? — Oliver se detuvo abruptamente — ¿Él estudiara con nosotros?
— Si — Dylan pasó uno de sus brazos por los hombros de Noah — Paola pidió un traslado de escuela hace unas semanas por culpa de cierto alfa dejó marcas en su cuerpo y él no quiso decir nombre, ¿Sabes quién le hizo eso?
— ¿Por qué tengo que saber eso? — bufó, y se dio la vuelta para irse lejos de los ojos de su papá.
— Sólo vigílalo, por favor —dijo, divertido — Y procura que no llegue tarde cuando salga de sus prácticas de futbol, tenemos una cena con un socio de tu padre.
— ¿Quién es? — Tomó su mochila y caminó a la par con su papá — ¿Lo c-conozco?
— Claro que si —dijo, triste — Es el hijo de mi hermana Andrea, la cual murió hace algunos años — Es un buen chico, no hay nada de lo cual te debas de preocupar.
— No me g-gusta Ian, papá — murmuró, incomodo.
— No te hará nada, él te cuidó cuando te secuestraron y su papá le enseñó buenos modales — tomó su mano — Mi hermana era una bruja que al final se arrepintió del mal que nos hizo y murió en paz... bueno no tan en paz.
— ¿Cómo murió? — preguntó, ya muy interesado.
— Murió en accidente de coche con el padre de Ian, ellos estaban arreglando las cosas para el bien de su hijo y lamentablemente alguien impactó contra su coche — suspiró — A veces pienso que los culpables fueron mis suegros que gracias a Dios ya están muertos — susurró, logrando que su hijo riera —Y mi propio padre que hace hasta lo imposible para seguir viviendo.
— En eso t-tienes r-razón – vio como sus hermanos ya estaban en la entrada de la casa esperando por ellos — C-Creo que el a-abuelo t-tiene a su alma g-gemela en a-algún l-lado.
— Lo dudo mucho, cariño — fue hacia la cocina y le dio su lonchera — Mi padre es demasiado frívolo como para tener un alma gemela y eso solo ocurre cuando muerde a alguien y aún no he visto a la primera persona a la cual le hace esto.
— Q-Quizás él s-siempre tuvo a su a-alma g-gemela con él y n-nunca te d-diste c-cuenta.
—Dudo mucho que mi padre tenga una alma gemela — dijo, pensativo — Pero no descarto esa idea.
— S-Según leí — fue hacía sus hermanos — S-Sólo e-existe una s-sola a-alma g-gemela.
—Es hora de irnos — Jared llegó antes de que Dylan pudiese decir algo sobre lo que había dicho su hijo.
Noah le dio un beso en la mejilla a su papá Dylan y se fue corriendo hacia el carro donde ya estaban sus demás hermanos esperando por él y por Jared para poder llegar al menos unos pocos minutos de retraso a la escuela.
— Nos vemos en el almuerzo — dijo Jared, dándole un beso casto a Dylan — Pasaré por los niños cuando salgan de la escuela, ¿Por qué tienes esa carita?
— Noah me dijo algo y quiero que investigues algo o mejor dicho los pasos de alguien — mordió su labio.
— ¿A quién quieres que investigues?
—Quiero que investigues a mi padre y que me digas si mi madre aún sigue viva después de todos estos años — su expresión estaba triste.
— ¿Pero no la viste morir en el hospital?
— Así es, pero Noah dijo que sólo existe una sola alarma gemela y que a lo mejor por eso mi padre aun ni envejece.
— Investigaré sobre eso y te diré todo lo que encuentre — le dio otro beso en los labios — Nos vemos después, te amo.
— También te amo — suspiró, viendo como su esposo se iba con sus hijos.
Jared dejó a Matt y a Owen en la escuela primaria que estaba cerca de donde estudiaban sus demás hijos, Alaric, Oliver y Noah.
Les advirtió que no se retrasen cuando salgan que tiene que llevarlos a la casa temprano para que reciban al sobrino de su padre, el cual solo lo veían de vez en cuando. Lo cual pasaba cuando Ian pasaba por la escuela por ellos y los llevaba por algún aperitivo cerca de donde tenía la empresa que poco a poco fue construyendo con el dinero de su padre.
Una fábrica de Nutella.
— Por lo visto no te gusta mucho el hijo de la tía Andrea, Noah — dijo Alaric, tomando el brazo de su hermano — Él es bueno, no es como los idiotas de esta escuela que sólo se burlan de tu por tener disfonía, y créeme que es mejor tener eso a tener afonía como antes.
— Ellos solo se burlan de mi porque pierdo el habla cuando estoy nervioso o tengo miedo — movió sus manos en un gesto que no pasó de desapercibido por los alumnos de ese lugar, quienes comenzaron a murmurar entre ellos.
— Lo están haciendo otra vez, Oliver — dijo Alaric, mirando a su hermano — Es todo tuyo cuando pisa la escuela…
— Si — hizo que Noah rodeara su brazo — Es momento de ir a clases y lo mismo te digo a ti, Alaric…, contrólate con ese niño por el amor de Dios.
— No tengo culpa de que el tío Alexander y la tía Paola hagan tantas bellezas — le guiñó un ojo — Tu sabes de que hablo — eso logró que Oliver gruñera, cuando se dio cuenta de hacia dónde iba la conversación — Mira quien acaba de llegar y quien será mi compañero de clases por todo el semestre.
Noah y Oliver dirigieron su mirada hacia donde estaba el carro de Alexander donde estaba bajando su hijo mayor y si se enfocaban en los asientos traseros del vehículo estaba el hijo más pequeño de ellos dos, el pequeño Luca.
— Nos vemos en el receso, Oliver — dijo, divertido — Prometo hacer que nadie mire a tu chico.
— Ese niño y yo no somos nada de nada, Alaric — murmuró, caminando hacia la escuela — Y no me interesa lo que pase con él en lo más mínimo.
— Sí, claro — rió, y corrió hacia donde estaba el edificio donde tenía clases.
— ¿Te gusta Ángel?
—No — dijo, aun sin mirarlo — No me gustan tan pequeños…
— ¿No fue con él que te encontró papá en la habitación haciendo…?
— No digas eso — detuvo sus manos — Nadie se tiene que enterar de eso y si papá Jared lo sabe sólo porque Alaric, papá Dylan y tú lo saben es un descuido del que me arrepiento demasiado.
— Para la próxima cuando vayas hacer algo en tu habitación con alguien — entraron el salón de clases — Es lo que hago algunas veces — se fue hacia el mismo asiento de siempre.
Oliver se fue hacia donde estaba su mejor amigo, Michael.
En el receso fue el mejor de todos para Noah, quien se mantuvo junto con su primo Ángel, sino que también no se olvidó de hacer la tarea al igual que su hermano, ya que eso lograría que sus notas bajaran o que posiblemente lo sacaran del equipo en el que estaba jugando desde que tenía diez años.
Se quedó solo en la mesa cuando Ángel tuvo que ir al baño, y cuando regresó sus mejillas estaban rojas y supuso que su hermano era el causante de eso por la forma en la que entró a la cafetería estaba más radiante que nunca y eso le sorprendió de sobre manera.
— ¿Estabas con mi hermano en el baño? — preguntó, directo y sin rodeos.
— No — bebió de su zumo — No estábamos hablando de nada y tampoco lo vi.
— Se bien que mi papá te vio con mi hermano en su habitación la otra vez y que es el causante de que te cambien de escuela esta vez — subió una ceja —Eres un picaron, primito.
— Ya cállate — sus mejillas se tiñeron de rojo — Nadie puede saber eso y espero que mantengas el secreto por mucho tiempo.
— No le diré a nadie que mi querido primo encontró a su alma gemela en mi hermano el alfa…, espera un momento, ¿Estas consciente de que el celo de mi hermano está cerca?
— Si… pero no estaré con él — señaló la mesa en la que estaba Oliver — Él ya tiene con quien pasarlo — la mirada de Noah se puso seria cuando vio a su hermano con una omega, para ser más específicos con la chica que le hacia la vida imposible a quien se metiera en su camino si no se hacía lo que decía, pero eso solo ocurría con omegas.
Ángel se levantó del asiento tirando a su paso el zumo y sin decir nada salió del comedor corriendo. Noah tomó lo poco que le quedó de su desayuno, no miró a su hermano. No valía la pena verlo y menos ahora con lo que había hecho.
El resto día se fue rápido, Oliver no despegó su mirada de Noah esperando que éste le dijera algo sobre lo que sucedió con Ángel en la cafería ese día y este solo lo ignoraba.
Oliver supo que la había cagado en grande cuando vio los ojos llorosos de Ángel, y sobre todo cuando se despidió de todos menos de él.
Noah estaba de lo más nervioso, no quería que su primo Ian llegara a su casa, no le agradaba para nada tenerlo cerca de sus límites de seguridad y por obvias razones que tiene. Las veces que ambos habían estado solo, no las quería mi recordar y ahora que estaba de regreso en el estado sabía que no la pasaría mejor que como se la pasa en la escuela con los amigos de su hermano que solo sirven para burlarse de él cuando Oliver se da la vuelta.
Casi suelta un gruñido cuando intentó agarrarse de algo que no fuese las malditas ramas del árbol que daban a la habitación de su amado. Todo lo que tenía que hacer por ese niño que ese día lo miraban con el rostro lleno de tristeza. Los labios de Ángel se movían al mismo ritmo que los de Oliver o al menos trataba de hacerlo. Después de una intensa conversación entre ambos ahora se encontraban sobre la cama del menor besándose de una forma poco apropiada para un adolescente de trece años. El día pasó rápido para todos en la casa, Ian ya no estaba por lo que Noah ya no tenía que hacer nada más que dormir por largas horas después de lo que pasó en la noche de tormenta en la casa del omega. Ian estaba sentado en el piso a un lado del cuerpo de Noah pasaba de forma distraída las yemas de sus dedos por la espalda de este pensando en las cosas que han pasado en los últimos días en los cuales han estado juntos sin la necesidad de usar la fuerza bruta en el pequeño omega. Los gemelos Oliver y Noah llegaban mucho abrazados, sentándose en el césped sin importarles el clima que se estaba empleando.No necesitaban hablar, con sólo estar así sabían que se necesitaban el uno con el otro. Besó el cabello de su hermano, sintiendo como la respiracióCapítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Los estudiantes se fueron marchando poco a poco de la escuela, dejándolos a ellos parados esperando que sus padres llegasen por ellos para poder irse de allí, por suerte ninguno había hecho algún comentario sobre las flores que Ángel tenía en sus manos.Paola había ido po
Capítulo 9Noah miró a la mujer vestida con una la típica bata de hospital, esa mujer es la misma que hace algunos años había provocado que él y su hermano nacieran antes de lo previsto y que sobre todo, era la culpable de que no supiese hablar sin tartamudear.Verla sentada, mientras sus miradas se sostenían, dio pasos hacia atrás para tratar de salir de esa habitación, pero el cuerpo de Ian se lo impidió.— Déjame solo con el chico, Ian, por favor — pidió Andrea, con voz suave.— No, no — Noah trató de salir de la habitación, pero lo único que consiguió fue un fuerte apretón en uno de sus brazos — No q-quiero e-estar aquí — murmuró, mirando a Ian.— Saldré y lo mejor será que te quedes aquí o no respondo — le dio un empujón hac