Punto de vista de Bronx.

Tener a Kas en mis brazos, sonriente y contenta, se siente como un sueño. La última vez que la vi despierta fue justo después de que curó a Ashley. Desde entonces, ella solo ha estado durmiendo. Hice que los doctores de la manada le hicieran un chequeo, pero dijeron que estaba bien, que solo necesitaba dormir.

“Te vi aquí con Delilah y Musu”. Acaricio su mejilla mientras hablo. “Parecías una mamá loba protegiendo a sus cachorros. Una verdadera Luna protegiendo su manada. Me encanta verte así”.

“Mmmm, bueno, si jugamos bien nuestras cartas, algún día podría ser una mamá loba protegiendo a sus cachorros”, me arrulla ella. Entre la mirada en sus ojos y escuchar esas palabras, mi corazón se acelera.

“Quiero decir, no sé si he hecho lo que Zeus dijo que tenía que hacer todavía para tener un cachorro, pero digo, tal vez no deberíamos desperdiciar esta oportunidad para practicar cómo hacer uno, ya sabes, por si acaso”, dice Kas con su voz más inocente. Ella besa e