En la mañana había recibido un mensaje donde le citaban a lo que resultó ser un terreno baldío.Caminaba recorriendo el lugar en busca de personas, o su pequeña intentó devolver la llamada a la persona que le había citado aquí pero simplemente no respondía. Tenía más de cinco horas esperando estaba por irse pero el celular comenzó a sonar al ver que era la persona que le citó a este lugar respondió la llamada de inmediato. —Escuche llevó mucho esperando si sabe dónde está mi niña, por favor dígame es solo una niña pequeña...—Escuche no tengo mucho tiempo le llamo porque no puedo verla dónde acordamos, pero quién tiene a su hija es una persona conocida...—¡Quién es dígame por favor quien es! —gritó impaciente ante tantas largas solo quería que hablara y le dijese donde estaba su niña, además de quién era esa persona que la tenía. —Cállese y escuche no tengo tanto tiempo, la niña está en el bar Eden Garden. Es todo lo que diré no vuelva a llamar pues no responderé. La llamada
—Padre la presa ya ha llegado a la trampa. —Decia un muchacho con una sonrisa maliciosa. —Perfecto Ryan trae a la carnada. —Ordenó el moreno apagando su cigarrillo. El momento había llegado hoy acabaría con la familia que hundió su imperio, destruiría a los Lombardi desde sus cimientos. —¿Que pretendes Fred? —cuestionó furiosa Tabita entrando al deteriorado lugar—, esto no era parte del trato. —Se quejó ella molesta por el repentino cambio de planes. —Oh nena a ti tengo mucho que agradecerte, tú y tus rebuscados y torcidos planes han sido la clave para para inciar mi venganza con la asquerosa familia que me dejó refundido en una m*****a prisión de dos, por dos, por más de veinte años y querida la venganza es un plato que sabe mejor frío. —¿Por qué no me dijiste lo que harías? —se quejó la rubia mirando molesta al moreno. —Porque lo habrías arruinado con tus tonterías. —Eddi, ¿tú lo sabías? —Al inicio no lo sabía rubia pero vamos que el plan del jefazo está de locos y me va a pa
—Pensé que las perdería mi ángel y si eso pasaba yo... Besó sus labios callando lo que iba a decir, no valía la pena hablar de lo que no pasó y más porque eran cosas terribles y que era mejor no recordarlas. —Artemis lo importante es que ya todo paso, que estamos bien y que nuestra pequeña Emily está bien. —Tienes razón cariño. Ángela se acercó a la cama de Emily la pequeña pasó por mucho estos últimos días. Sintió la mano de Artemis en su hombro, le devolvíó la mirada él le regaló una sonrisa. —Estará bien mi ángel. —Lo sé Artemis, pero aún así no deja de dolerme lo que Mily vivió, si para mí fue traumante el poco tiempo que estuve allí no imagino lo que pasó Emily esas tres largas semanas. —Fue mi culpa Tabita actuó movida por la venganza, yo no debí darle alas a algo que no sería. Arrastré a Helios y a Emily a una venganza de la cual no tenían nada que ver. —No es tu culpa Artemis Tabita es una mujer adulta, ella solo pensaba en ella y más que tu rechazo le dolió que l
No era que odiara a su hermana, después de todo era su única familia. —Tabita. —¿A qué vienes? —preguntó la rubia sentada en una pequeña cama encerrada en una celda. —Pues es normal que venga soy tu único familiar tarde o temprano iba a enterarme de todo. —Respondió Zack acercándose a la cerca. De la nada comenzó a reír burlesca, su hilarante carcajada desconcertó a Zack, él miró confundido a su hermana preguntándose ¿Por qué la risa sardónica? —Ya se estás aquí para agradecerme que el rubio Lombardi murió y podrás volver con la sirvienta. —Habló Tabita con un tono inocente fingido. Negó ante el absurdo que su hermana mayor parloteaba, le habían dicho que el comportamiento de ella no era normal, posiblemente tendría algún desorden mental. Pero no creyó en nada de lo que le dijeron sabía que Tabita era astuta y era probable que fingiera para evitar la cárcel. Pero ahora que la veía frente a él, se cuestionaba en la posibilidad de que no estuviera mintiendo y, en verdad Tabita es
Para la familia Lombardi las cosas volvían a tomar su orden de a poco, la pequeña Emily había sido dada de alta y Helios mejoraba paulatinamente, los médicos comenzaron a dejar de administrar el sedante para que despertara pues ya comenzaba a mejorar. —¿Todo es para mí? —preguntó Emily emocionada al ver los regalos de sus abuelos—, gracias. —Mily la abuela Isabel te llevará a casa yo iré por ti más tarde, tu tía Gabrielle necesita ayuda y en este momento no se puede quedar solita. —Esta bien mami, pero promete que vendrás por mi y que me leerás un cuento y dormiré contigo. Gabrielle le explicó que esto podría pasar, Emily quizás iba a retroceder en su desarrollo y tendría alguna secuela del secuestro; si para un adulto es traumante, para una pequeña niña de tan solo seis años el panorama no sería mucho mejor, para la pequeña Mily fueron tres largas semanas de interminables pesadillas. —Claro que si mi princesa hermosa, está noche y todas las que quieras dormiremos juntas mi niña
Tenía más de quince minutos jugando con el cereal, su mirada estaba perdida en las hojuelas casi desechas por la leche. —Selene. —Llamé tomando asiento junto a la jovencita abstraida. —Si —respondió ella sin quitar la vista del tazón de cereal remojado. —Solecito hija, ¿qué te pasa?—No es nada mamá. —Dijo la chiquilla cabizbaja. Sabía que por esa cabeza pelirroja algo pasaba, no quería presionarla era mi niña, aunque no salió de mi, no importaba sabía cuando algo le afligía. —Mamá no iremos al paseo del lago, todos mis amigos irán, incluso tío Cole y la tía Angie estarán ahí. Ya entendía la cara larga de mi Solecito, lastimosamente no podíamos ir, yo tenía mucho trabajo además hace poco me había convertido en profesora en la universidad estatal y Helios también estaba igual de ocupado. —Selene, hija ya habíamos hablado de esto, tú eres una niña muy razonable además tu padre y yo prometimos compensarte a ti y a tus hermanos. —Ya no importa. La adolescente se levantó de la me
—Ya cálmate Angie al menos en este momento, lo menos que quieres es que Emily lo sepa ¿Verdad? —cuestionó Mía sentandose en la orilla de la cama junto a su hermana menor. —Si pero...—Pero nada Ángela —reprocho la mayor de las hermanas—, deja de actuar como demente si, llamarás más la atención y aunque creas que no te entiendo, si te entiendo esa mujer no merece estar en libertad. —Se adelantó Mía a lo que su hermana alegraría. —Si Mía está bien. —Respondí meditando en las palabras de mi hermana, dandome de cuenta que tenía razón en sus palabras. —Se puede. —Vico pasa, claro que puedes. —Dijo al ver a su prima en el umbral de la puerta. —Me enviaron por ti linda, al parecer tu hija cree que estás molesta. —Bueno las dejo solas chicas tengo un montón de cosas que hacer. Mía salió de la habitación dejando a Ángela en compañía de Victoria. —¿Y bien? Linda ¿Qué te ocurre? —inquirió la rubia de corto cabello rubio cenizo. —Me pasa que me enteré que Tabita fue puesta en libertad
Fuí a buscar a los niños en la escuela Apolo y Serena entraron al asiento trasero como siempre compitiendo entre ellos a ver quien entraba primero y Selene adelante junto a mi, la adolescente entró callada saludando a su madre solo con un movimiento de cabeza. —¿Ma adivina quién tiene novio? —preguntó el pequeño Apolo a su madre mirando con una sonrisa picara a su hermana mayor ganándose una mirada de reproche de parte de Selene. —¡Ya te dije que no es mi novio Apolo! —exclamó Selene exasperada con su hermanito menor. —Si es tu novio, haces corazoncito con su nombre en tu cuaderno. —Se burlo el niño a carcajadas. —¡Enano entrometido eres un...!—Selene nada de malas palabras. —Reprendi a Selene, definitivamente oír a Helios decir malas palabras ya estaba provocando consecuencias en los pequeños luego hablaría sobre ese tema con él. —Bueno —dijo tajante la muchacha poniendo sus brazos en jarra.El camino siguió en silencio al llegar al estacionamiento los mellizos bajaron del auto