—No tenías que venir conmigo, yo podía haber venido sola. —No se porque ese afán de la nada, en estar atento. —¿Y por qué no hacerlo? —inquirió él con desinterés—, son mis hijos después de todo. —Respondió Helios encogiéndose de hombros, estaba agotado por el humor de la pelinegra, él solo quería estar al pendiente de ella y su embarazo. —Eso no es tu obligación, yo puedo ir y venir sola...—Gabrielle llevemos la situación como dos adultos, maduros, responsables y civilizados. —Habló el rubio bajando un poco sus gafas oscuras, suspiró cansado apagando el auto últimamente Gabrielle estaba demasiado irritable y susceptible. Salí del auto en dirección al área de consultorios, ya me había rendido Helios era insistente y no era que yo quisiera ser antipática con él; pero no podía evitar sentirme rara estando juntos, era un poco incómodo y su cercanía me ponía de nervios. Suspiró frustrado Gabrielle le trataba como si fuera un jodido leproso, la situación no era llevadera, también salió
Tres días han pasado desde el nacimiento de los mellizos, el transplante de Selene se había hecho con éxito la pequeña seguía aún inconsciente después de la cirugía la habían pasado a una habitación. Sofia logró escabullirse y ver a la niña, a pesar de que su Solecito ya no estaba a su lado estaba feliz, su pequeña viviría. Helios entró a la habitación sorprendido por la presencia de la morena, no imaginó que ella estuviera ahí. —Por favor déjame quedarme un poco más la extraño, sabes. —Suplicó la mujer derramando algunas lágrimas, mientras tomaba la manita de la pequeña pelirroja. Miró a la morena tomando a su hija de la mano, las lágrimas en su mejillas lograron remover algo en él. —Puedes quedarte tranquila Sofia no pretendía sacarte solo me sorprendiste —dijo con sinceridad—, pensé estabas aún en España. —Comentó el rubio encogiéndose de hombros. —Gracias Helios, por cierto ví a los mellizos y son preciosos, tienes suerte por estar con alguien como Gabrielle. —Dijo Sofia recor
Los días transcurrieron y era el día esperado por Helios darían de alta a su pequeña Selene, Valentina le preparó una pequeña reunión a su nieta, para darle la bienvenida a ella y a los mellizos. Acababa de alimentar a los pequeños, Valentina entró a la habitación, sorprendiendome un poco, pues aún no me adaptaba a tanta cercania de la señora para la que trabajaba.La pelirroja se acercó a la cuna para apreciar a sus nietos.—Parece que la pequeña Serena heredó la cabellera roja de su abuela. —Comientó la elegante mujer con orgullo y ternura, acariciando la mejilla de la niña.—Y tú eres la misma imagen de tu padre pequeño Apolo, Gabrielle linda ¿Cómo te sientes? —inquiere con sinceridad en sus palabras. —Estoy bien señora mis niños están sanos y mi chiquita Selene está bien. —Respondí honesta, pues que mis niños pudieran salvar a su hermanita Selene me llenaba de tanta emoción. —Me alegra querida y dime te quedarás en la mansión, o tú y Helios tienen planeado, volver a irse a el de
Nota de autora: hay tres frases que pondré aquí por si no entienden. 1-¡Bonjour petite tache de rousseur! -significa Hola pequitas! 2-bonjour sorcière je vois que ton français s'est amélioré tu as juste besoin d'une bonne baise française et c'est tout. -significa hola bruja, veo que tu francés ha mejorado, solo necesitas un buen polvo francés, 3-la vie est belle s'en souvenir, significa la vida es bella recuérdalo. Y eso es todo, es todo ahora sí a leer. Aún no me terminaba de adaptar a mi nueva etapa de maternidad, el matrimonio de Artemis y la señorita Ángela era mañana yo no supe en que momento esos dos se reconciliaron, aún así estaba felíz por ambos y por la pequeña Emily. Era probable que esas visitas furtivas a Londres fueran el escenario para su relación. Mi teléfono comenzó a sonar, al ver de reojo en la pantalla corrí apresurada, era mi querida amiga Charlotte tenía mucho sin verla. —¡Bonjour petite tache de rousseur! —Saludé a Charlie del otro lado de la pantalla. —Oh Ga
Cole me alegra que hayas decidido venir. —La castaña besó la mejilla del rubio pero, este no dejaba de mirar a la entrada del salón, se notaba intranquilo. Zoe iba a preguntar qué lo tenía tan distraído, pero vio ella también que tenía a Cole así en la entrada del salón, estaba Helios con la pequeña Selene de su mano la niña traía un vestido azul marino, que la hacía ver preciosa.Zoe sabía que Cole quería acercarse, pero no tendría el valor, aunque para eso estaba ella, para darle el valor necesario a su amigo.La castaña tomó la mano de Cole y lo arrastró, con ella.—¿Ah dónde me llevas Zoe? —exclamaba el rubio.—Tú no digas nada y sígueme si. —Dijo la chica guiñándole un ojo. Era ahora o nunca, estaba frente a Helios, el rubio la miti con extrañeza en cuanto Zoe se paró frente a él. —Helios ¿Puedo pedirte algo?—Claro amiga de bombón, por ti lo que sea es lo menos que puedo hacer, después de arruinar tu fiesta. —Dijo el de coleta guiñándole un ojo a Zoe, pero en cuanto vio a Cole
Leía el periódico como habitualmente lo hace cada mañana, era normal que el matrimonio de su hijo abarcase la primera plana, pero algo más abajo de la unión de Artemis y Ángela llamó su atención, era Helios su hijo menor, el motivo de la nota en el periódico, Suspiró cansadá intuyendo el pie de nota. "El menor de los herederos Lombardi protagoniza escena de celos en la entrada principal del hotel donde se llevaba a cabo la recepción de la boda de su hermano mayor". Dejó de leer para procesar lo ocurrido anoche, la noticia la hizo atragantarse con el café. Sabía que Helios y Gabrielle tenían una extraña relación, ambos eran muy obstinados, debía aceptar que la mayor parte de culpa la tenía su hijo. —Señora Lombardi ¿Desea algo en particular para desayunar? —musitó una joven mucama, pelinegra y ojos de igual color. —Anni solo un omelette de jamón y queso y más café. —ordenó Valentina esbozando una sonrisa a su empleada. Quedó nuevamente sola en el jardín de su casa, se dispuso termi
En cuanto salí de la universidad corrí de inmediato a casa, Juliette tenía que volver a la floristería y debía recibir a la señora Valentina y a mi Solecito, si tenía tiempo podría preparar algo dulce y rico a mi pequeña pelirroja. Al abrir la puerta casi dejo caer las llaves por la impresión en el recibidor estaba mi hermana con Helios. —Hola Gabrielle menos mal llegas, ya voy tarde tengo a unos cuantos proveedores que atender, estás en casa Helios. —Se despidió la pelinegra mayor saliendo del departamento. Selene corrió a mis brazos, su carita estaba llena de migajas de galleta. —Hola nena algo me dice que estuviste comiendo galletas. —Tomé a la pequeña en brazos Helios aún no decía nada y honestamente su silencio me desconcentraba. Flashback—Supe que retomaste tus estudios Gabrielle, me alegra que sigas adelante. —Gracias —me limité a responder tratando de no sonar incómoda—, pensé que era tu madre quien vendría hoy. —Oh si lamento no avisarte, se que soy de tus personas n
No estaba seguro de si Gabrielle aceptaría ir con él, ya que los últimos meses lo ha estado evitando, en cierta manera la entendía aunque en el fondo se alegraba de que finalmente se decidiera acompañarlos al parque. —¡Más mami! —pedía la pequeña pelirroja, que alzaba sus piernitas y se sujetaba con fuerza a las cadenas del columpio. —Mi Solecito te vas a marear. —Ver a Selene así era lo que por mucho tiempo esperaba, quería verla correr y jugar como todos los niños de su edad, Sofia siempre me llamaba para preguntar por la pequeña a pesar de llegar a un acuerdo con Helios aún no era capaz de ir a verla. Mi teléfono sonó —aguarda un momento si —al ver la pantalla de mi celular, me pareció extraño era un número desconocido, cuando estaba a punto de guardar el celular en mi bolsillo un texto llegó. "Te espero mañana en el mismo lugar está vez yo invito el caramel macchiato que tanto te gusta". —Aún usas fundas de celular con muñequitos, Gabrielle algunas cosas nunca cambian —comentó