Recogimos todo, quedamos con Tyler, Eli, mi padre y Mérida en la casa para explicarles todo e irnos para Siderium. Alex conducía mi coche, yo ya había tenido bastante con el viaje hacia Foresthill. Llegamos a Siderium pasadas las 9 de la noche. Leroy, junto con Ben, habían ido a buscar a Savina a la cafetería para ponerla al tanto pero la cafetería estaba cerrada esa tarde. —Espero que mañana esté abierta y Savina esté allí, o por lo menos puedan darnos su teléfono o dirección——La encontraremos—el moreno me dio un beso y recogió las cajas de pizzas de la cena. Los miembros de la guardia real habían estado cenando con nosotros para organizarnos con los detalles sobre mi protección, la investigación de los asesinatos y la investigación para encontrar a más zarinas. Eran cerca de las doce cuando caímos en la cama agotados.Por la mañana desayunamos rápido y nos dirigimos a la cafetería en busca de Savina. Estaba ansiosa por volver a ver a la pelirroja y saber que estaba bien. Aparca
SavinaMi corazón latía tan rápido que pensé que en cualquier momento se iba a salir de mi pecho. Hacía más de un mes que había tenido la visión con mi destinado. En todo este tiempo había recreado su imagen en mi mente un millón de veces y ahora, por fin, esa imagen iba a ser real. El rey Alexander fue el primero en entrar en la sala seguido de varios chicos que iban hablando entre ellos. Observé uno por uno como iban entrando y casi me da un infarto cuando no vi entre ellos al melenudo de ojos avellana. ¿Mi visión se equivocó?, pero hasta ahora había ocurrido todo tal como lo había visualizado previamente . Estaba a punto de entrar en pánico y entonces lo vi. Entró en la habitación mirándome directamente a los ojos.Su aroma a cítricos me envolvió al instante. Aunque no tenía el olfato tan desarrollado como los lobos y no percibía el resto de olores como ellos, el aroma de tu pareja destinada es algo que todos los seres sobrenaturales podemos distinguir y adorar. El castaño se acerc
LeroySalí de la habitación con una sonrisa en la cara. Había encontrado a mi pareja y era la mujer más hermosa y dulce que jamás había visto. Desde que la única relación seria que había tenido me dejó herido y con el corazón roto, me prometí a mí mismo que nunca más me implicaría sentimentalmente con una mujer.Eso cambió anoche,cuando restos de su aroma llegaron a mí en la puerta de la cafetería y desde entonces no había podido parar de pensar en la dueña de tan delicioso olor.¡Como habían cambiado las cosas! .Ahora estaba con el corazón que no me cabía en el pecho de felicidad y deseando pasar el resto de mi vida al lado de la pelirroja de mirada azulada. Me dirijí hacia el salón donde seguían todos esperando nuestro regreso. —¿Dónde está Savina?— Kass fue la primera en darse cuenta de mi presencia. —Está descansando en la habitación de invitados. Espero que no te importe que la haya llevado allí ——¿Qué le hiciste ya a la pobre chica para dejarla tan agotada? — Gregory siempr
Savina Llevaba tanto tiempo ocultando mi verdadero yo que cuando le conté a mi pareja todo sobre mí me sentí liberada. Sus dulces palabras prometiéndome que me protegería y que nunca más estaría sola calentaron mi corazón. Después de eso volvió a besarme. En principio fue un beso casto y dulce como el que me había dado antes pero luego su juguetona lengua se introdujo en mi boca. Nunca me habían besado así. La verdad es que mi única experiencia era un par de castos besos de piquito que me dio el hijo de la dueña de una cafetería donde trabajé un par de meses. Al día siguiente renuncié y me fui a buscar trabajo en otro sitio. Me gustaba como el castaño movía su lengua en mi boca y jugaba con la mía. Me gustaba su sabor y me encantaba como me hacía sentir. Me dejé llevar y rodeé su cuello con mis brazos. El pelilargo me subió a su regazo y empecé a notar que cada vez hacía más calor en la habitación. Estaba totalmente entregada al beso cuando Leroy lo cortó y se separó de mí unos e
Savina—Pero, ¿no puedo ir ni a por mi ropa y mis cosas de aseo? —no es que tuviera muchas cosas pero no me parecía bien que Kass tuviera que prestarme las suyas.¡Por dios, ella era nuestra futura reina!, como iba ella a aceptar dejarme su ropa. —No, no debes ir a tu casa, por lo menos por ahora. No sabemos si pueden estar vigilándola. A tu trabajo tampoco puedes ir— continuó explicándome Leroy. —Por el trabajo no hay problema, tengo una semana de vacaciones ——Con respecto a eso... —el castaño me miró angustiado. —¡¿Tampoco puedo volver al trabajo?! — pregunté indignada. —Entiende que pueden estar controlando la cafetería también——Pero necesito el trabajo—me quejé. No tenía apenas ahorros. Lo que ganaba me daba para comer y pagar los suministros a duras penas. —Si es por el dinero no debes preocuparte por eso, yo tengo de sobra para los dos— —No vas a mantenerme Leroy. Llevo desde los doce años apañándomelas yo sola con mi trabajo y así va a seguir siendo——No quise incomodart
KassEl viaje en avión fue bastante largo y cansado porque la manada Reddish Mountain estaba en la otra punta del mundo. O eso me pareció a mí. Lo primero que noté al bajarnos del avión privado fue el cambio drástico de temperatura. Veníamos del sur, de Siderium, donde todavía estábamos disfrutando del calor del verano y aquí, tan al norte, estaban en el frío invierno. Alex me colocó su chaqueta por los hombros. —Te dije que dejaras tu abrigo fuera de la maleta— susurró a la vez que agarraba mi equipaje. —Y yo te dije que puedo sacar mi chaqueta de la maleta en un segundo— repliqué —Eres mi novio, Alex, no mi padre——¿Ahora soy solo tu novio?— la sonrisa pícara que me dedicó el moreno hizo que me entraran ganas de tirarme encima de él y besarlo pero no era el momento ni el lugar así que me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios. —Eres mi novio, mi rey y mi Alfa— le susurré al oído. Sabía que la última parte lo iba a encender y no me equivoqué porque al segundo me miró
SavinaEl viaje estaba siendo bastante agradable. El vuelo fue largo pero estaba tan emocionada por montar en avión por primera vez que se me pasó rápido. Cuando mi abuela y yo nos mudamos a Siderium desde mi ciudad natal también hicimos un viaje muy largo pero fuimos en barco. Cada vez estaba más convencida de que era muy afortunada por tener a Leroy como pareja. El pelilargo estaba siempre pendiendo de mí, era muy detallista y me hacía sentir muy bien su manera de tratarme. Nos habían dado una habitación preciosa en el hotel. Era un poco más pequeña que la de la casa de Leroy pero muy acogedora. Me encantó que tuviera chimenea. La chimenea era mi parte favorita de la casa donde me crié con mi abuela, aunque esta era el doble de grande que la que había en mi casa. Llegamos de la cena con Alfa Mikael y me quité las botas en la entrada de la habitación. No quería mojar el suelo con restos de nieve. Me fui andando hasta la chimenea y me senté en la alfombra de pelo largo que había jus
LeroyLlevábamos todo el día montados en el helicóptero de Alfa Mikael escudriñando la montaña pero la suerte no nos había acompañado . Montaña Rojiza había resultado ser más grande de lo que pensábamos y lo que creíamos que era una sola montaña era, en realidad, un conjunto montañoso con muchos picos, laderas y recobecos inaccesibles. Volvimos a la manada en cuanto se puso el sol porque era peligroso que nos pillara la noche. Era invierno y el sol se iba relativamente temprano. Comeríamos algo y descansaríamos para volver a subir a la mañana siguiente. Savina no había dicho nada en todo el camino de vuelta pero no hacía falta, sabía que estaba decepcionada por no haber encontrado rastro de la zarina de su visión. —Mañana tendremos más suerte, ya verás — acaricié la suave piel de su mejilla. —¿Y si no la encontramos?, ¿y si mi visión no es en tiempo real o ni siquiera es cierta? —el tono de la pelirroja sonaba angustiado. Savina estaba sentada en el borde de la cama del hotel. Me