Despertarme en los brazos de Alex era lo que añoraba desde hacía varias semanas pero precisamente hoy era lo que menos me apetecía. Tenía la cabeza hecha un lío y no me encontraba con fuerzas para justificar mi huida de Siderium. Miré la hora en el móvil y vi que eran las tres de la madrugada. Me levanté con cuidado de no despertarlo y fui al baño. Cuando salí estaba despierto. Empezó a pedirme disculpas pero yo no tenía ánimos para hablar así que le dije que lo dejáramos para el día siguiente. Me acosté en el lado opuesto de la cama dándole la espalda. Tenía sentimientos encontrados y un nudo constante en mi garganta. Alex me pasó el brazo por la cintura y me acercó a él. Me volvió a pedir disculpas y me dijo que nos quedaríamos en Foresthill si yo quería. Una sensación de calidez se adueñó de mí corazón. Mi pareja se quedaría conmigo. Esas palabras aflojaron un poco el nudo de mi garganta. Estuvimos un rato despiertos, en silencio, pero al final el calor que me daba su cuerpo sum
Me desperté con el aroma de Alex y sus brazos envolviéndome lo que hizo que se dibujara una sonrisa en mi cara. —Buenos días ,mi amor— los labios del moreno rodearon los míos .—Buenos días — pude decir cuando cortamos el beso.Alex se levantó y rodeó la cama hasta llegar a mi lado. La visión de su cuerpo desnudo junto con su erección mañanera hizo que sintiera cosquillas en mi bajo vientre. Antes de que me diera cuenta me tenía cogida en sus brazos a estilo princesa. —Vamos a darnos una ducha mi reina—dijo encaminándonos al baño. —Como desees, mi rey——Aunque debo confesarte que me encanta que mi olor esté impregnado en cada rincón de tu cuerpo— dijo besando mi cuello. —A mí también me encanta tener tu aroma en mi piel— agarré su cara entre mis manos y acerqué sus labios a los míos para besarlo. Me encantaba estar así con él, disfrutando el uno del otro, demostrándonos nuestro amor. Nos duchamos mutuamente. Alex mojó mi pelo y luego echó champú en él y me masajeó la cabeza. Es
Recogimos todo, quedamos con Tyler, Eli, mi padre y Mérida en la casa para explicarles todo e irnos para Siderium. Alex conducía mi coche, yo ya había tenido bastante con el viaje hacia Foresthill. Llegamos a Siderium pasadas las 9 de la noche. Leroy, junto con Ben, habían ido a buscar a Savina a la cafetería para ponerla al tanto pero la cafetería estaba cerrada esa tarde. —Espero que mañana esté abierta y Savina esté allí, o por lo menos puedan darnos su teléfono o dirección——La encontraremos—el moreno me dio un beso y recogió las cajas de pizzas de la cena. Los miembros de la guardia real habían estado cenando con nosotros para organizarnos con los detalles sobre mi protección, la investigación de los asesinatos y la investigación para encontrar a más zarinas. Eran cerca de las doce cuando caímos en la cama agotados.Por la mañana desayunamos rápido y nos dirigimos a la cafetería en busca de Savina. Estaba ansiosa por volver a ver a la pelirroja y saber que estaba bien. Aparca
SavinaMi corazón latía tan rápido que pensé que en cualquier momento se iba a salir de mi pecho. Hacía más de un mes que había tenido la visión con mi destinado. En todo este tiempo había recreado su imagen en mi mente un millón de veces y ahora, por fin, esa imagen iba a ser real. El rey Alexander fue el primero en entrar en la sala seguido de varios chicos que iban hablando entre ellos. Observé uno por uno como iban entrando y casi me da un infarto cuando no vi entre ellos al melenudo de ojos avellana. ¿Mi visión se equivocó?, pero hasta ahora había ocurrido todo tal como lo había visualizado previamente . Estaba a punto de entrar en pánico y entonces lo vi. Entró en la habitación mirándome directamente a los ojos.Su aroma a cítricos me envolvió al instante. Aunque no tenía el olfato tan desarrollado como los lobos y no percibía el resto de olores como ellos, el aroma de tu pareja destinada es algo que todos los seres sobrenaturales podemos distinguir y adorar. El castaño se acerc
LeroySalí de la habitación con una sonrisa en la cara. Había encontrado a mi pareja y era la mujer más hermosa y dulce que jamás había visto. Desde que la única relación seria que había tenido me dejó herido y con el corazón roto, me prometí a mí mismo que nunca más me implicaría sentimentalmente con una mujer.Eso cambió anoche,cuando restos de su aroma llegaron a mí en la puerta de la cafetería y desde entonces no había podido parar de pensar en la dueña de tan delicioso olor.¡Como habían cambiado las cosas! .Ahora estaba con el corazón que no me cabía en el pecho de felicidad y deseando pasar el resto de mi vida al lado de la pelirroja de mirada azulada. Me dirijí hacia el salón donde seguían todos esperando nuestro regreso. —¿Dónde está Savina?— Kass fue la primera en darse cuenta de mi presencia. —Está descansando en la habitación de invitados. Espero que no te importe que la haya llevado allí ——¿Qué le hiciste ya a la pobre chica para dejarla tan agotada? — Gregory siempr
Savina Llevaba tanto tiempo ocultando mi verdadero yo que cuando le conté a mi pareja todo sobre mí me sentí liberada. Sus dulces palabras prometiéndome que me protegería y que nunca más estaría sola calentaron mi corazón. Después de eso volvió a besarme. En principio fue un beso casto y dulce como el que me había dado antes pero luego su juguetona lengua se introdujo en mi boca. Nunca me habían besado así. La verdad es que mi única experiencia era un par de castos besos de piquito que me dio el hijo de la dueña de una cafetería donde trabajé un par de meses. Al día siguiente renuncié y me fui a buscar trabajo en otro sitio. Me gustaba como el castaño movía su lengua en mi boca y jugaba con la mía. Me gustaba su sabor y me encantaba como me hacía sentir. Me dejé llevar y rodeé su cuello con mis brazos. El pelilargo me subió a su regazo y empecé a notar que cada vez hacía más calor en la habitación. Estaba totalmente entregada al beso cuando Leroy lo cortó y se separó de mí unos e
Savina—Pero, ¿no puedo ir ni a por mi ropa y mis cosas de aseo? —no es que tuviera muchas cosas pero no me parecía bien que Kass tuviera que prestarme las suyas.¡Por dios, ella era nuestra futura reina!, como iba ella a aceptar dejarme su ropa. —No, no debes ir a tu casa, por lo menos por ahora. No sabemos si pueden estar vigilándola. A tu trabajo tampoco puedes ir— continuó explicándome Leroy. —Por el trabajo no hay problema, tengo una semana de vacaciones ——Con respecto a eso... —el castaño me miró angustiado. —¡¿Tampoco puedo volver al trabajo?! — pregunté indignada. —Entiende que pueden estar controlando la cafetería también——Pero necesito el trabajo—me quejé. No tenía apenas ahorros. Lo que ganaba me daba para comer y pagar los suministros a duras penas. —Si es por el dinero no debes preocuparte por eso, yo tengo de sobra para los dos— —No vas a mantenerme Leroy. Llevo desde los doce años apañándomelas yo sola con mi trabajo y así va a seguir siendo——No quise incomodart
KassEl viaje en avión fue bastante largo y cansado porque la manada Reddish Mountain estaba en la otra punta del mundo. O eso me pareció a mí. Lo primero que noté al bajarnos del avión privado fue el cambio drástico de temperatura. Veníamos del sur, de Siderium, donde todavía estábamos disfrutando del calor del verano y aquí, tan al norte, estaban en el frío invierno. Alex me colocó su chaqueta por los hombros. —Te dije que dejaras tu abrigo fuera de la maleta— susurró a la vez que agarraba mi equipaje. —Y yo te dije que puedo sacar mi chaqueta de la maleta en un segundo— repliqué —Eres mi novio, Alex, no mi padre——¿Ahora soy solo tu novio?— la sonrisa pícara que me dedicó el moreno hizo que me entraran ganas de tirarme encima de él y besarlo pero no era el momento ni el lugar así que me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios. —Eres mi novio, mi rey y mi Alfa— le susurré al oído. Sabía que la última parte lo iba a encender y no me equivoqué porque al segundo me miró