No es momento para un helado...Una nueva casa.El día llegó radiante y lleno de brillo, tanto Lucas como Camila ninguno pudo dormir durante toda la noche, así que apenas el sol se asomó en el horizonte salieron de sus camas y cada uno en su casa realizó su rutina; la de Lucas vestirse y salir al trabajo, no tenía un ama de llaves o servicio que se encargará de prepararle el desayuno, no obstante una mujer madura iba a su casa cada miércoles para realizar todo el aseo al igual que el jardinero, quien visitaba la casa cada quince días, en fin, mientras Lucas se marchaba a su trabajo, Camila se dedicaba a preparar panqueques con queso crema y miel, zumo de naranja y café.Cuando Sofía llegó a la cocina, saludo a su mamá con un beso y tomó asiento en la mesa donde ya estaba servido el desayuno. Camila debía contarle sobre la mudanza antes de que llegaran por ellas para evitar que su hija se sintiera incómoda con el cambio, aunque en parte ella tenía culpa de que ahora ambas tenga que ir
La mujer perfecta es como el mejor helado; refrescante, sutil y delicada, pero con el corazón frío y letal cuando es necesario.Lucas se quedó contemplando en silencio la escena por un momento pese a la insistente mirada de ambas, tanto la madre como la hija esperaban una respuesta de una pregunta no formulada.—Lo siento, no quise interrumpir su lectura, solo vine para ver si estaban cómodas —se disculpó luego de salir de su impresión.Camila enarcó una ceja ante su repentino ataque de caballerosidad cuando la noche anterior se había comportado como un cretino, sin embargo, decidió morderse la lengua para evitar un nuevo conflicto entre ellos.—Sí, gracias y gracias también por la ropa, la usaremos solo cuando sea necesario —contestó Camila con una media sonrisa en los labios.—Puedes tomarlo como un bono extra por tus servicios —Camila tragó saliva y tuvo que hacer use de toda su fuerza interior para no responderle como se merecía.Para ella, sus palabras, el cómo las había pronunci
Vamos, habla… mi helado se derrite. Lento, un lento y acalorado beso. Los ojos de Lucas destellaron al escuchar las palabras de Camila, sin embargo, se limitó a limpiarse con la servilleta para posteriormente ponerse de pie e invitarla al despacho mientras sus labios dibujaban una sonrisa ladeada que hizo estremecer a Camila. Ella dejó salir todo el aire de sus pulmones antes deponerse de pie y seguirlo pensando en qué demonios había pasado por su cabeza cuando acepto ayudarlo a cambio de dinero «Claro en el dinero» se dijo mentalmente y camino en silencio hasta el despacho, luego de entrar cerró la puerta y espero a que él abriera la boca de nuevo. La pregunta y el cambio de actitud de Camila dejó un poco desconcertado a Lucas, sin embargo, eso no fue razón para cambiar de postura. Era cierto que él necesitaba conocer un poco más a su supuesta esposa, pero ese no era el único motivo que lo empujaba a querer estar a solas con ella. Si no esa extraña sensación que no le daba tregua
Los sabores empiezan a saberme muy amargos. Sus espinas raspan mi lengua y su ardor me quema la garganta. Confesiones dolorosas Miró a la mujer delante de él y supo que tenía que hacer algo para resarcir su equivocación, las cosas se le estaban saliendo de las manos por no saber controlar sus impulsos y no podía permitirse perder la ayuda que ella le estaba brindando. ¿Pero cómo hacerlo cuando ella le atraía como nunca antes le había pasado con otra mujer? No es que Lucas se la pasara de cama en cama, no era un hombre que necesitase de la intimidad para poder existir, pese a que había tenido un par de amantes en su vida. Luego de la traición que sufrió decidió ocuparse enteramente de su carrera, se prometió no volver a enamorarse nunca más, sin embargo, Camila conseguía que todas sus ideas se contradijeran la una con la otra. —No quise ofenderte —atisbó a decir, pero en ese momento las palabras le fueron insuficientes y se volvió a quedar callado sin apartar la mirada de ella. Un
Cierra la boca o se te meterán las moscas. Mejor… tu deja caer las barreras y… Inevitable atracción Camila resopló ahogada con todo lo que estaba viviendo en ese momento, lo único positivo que había resultado de todo era que su hija estaba recibiendo una educación acorde a sus capacidades intelectuales, pensar en eso le hacía respirar un poco más aliviada, sin embargo, al ver el rostro de Lucas su estrés aumentaba de grados instantáneamente. Se sentía atraída, ya no podía negarlo, sobre todo después de haber despertado durante la noche sudorosa, con la respiración agitada y sintiendo los estragos del orgasmo que había experimentado mientras dormía. Maldijo en silencio al sentir como su cuerpo reaccionaba con solo pensar en sus aventuras nocturnas. Su lengua se paseó por su labio inferior antes de tragar saliva. Sacudió la cabeza y espantó sus pensamientos antes de pararse delante del espejo y observar su imagen. El vestido se le ajustaba perfectamente al cuerpo, el escote profu
Se cayó tu helado y lo besó el diablo.Encuentros indeseables Al bajar del auto ambos llevaban puestos sus antifaces a juego, el de ella era en tonos dorados y rojizos, el de él en el mismo tono dorado con algunas líneas negras formando figuras por toda la superficie de la misma. Camila sintió una descarga eléctrica cuando Lucas la tomó de la mano para entrar, un extraño hormigueo se extendió por su abdomen provocando que sus piernas se sintieran débiles al instante.Atravesaron el espacio con el corazón latiendo muy rápido, porque no solo ella había sentido la descarga, Lucas también se encontraba luchando internamente para poder controlarse esa noche y no echar a perder todo.—Sonríe —musito Lucas y automáticamente ella curvó sus labios dejando al descubierto una perfecta hilera de dientes blancos.Lucia hermosa y feliz de estar al lado de su esposo.La atención de algunas personas se fijó en ellos y no se apartó hasta que los vieron acercarse a la pareja Miller y saludar. Una en e
Helado, luces y diversión. ¿Quieres enamorarme?Por qué está funcionando.Solución Cuando Camila despertó ya Lucas y Sofía habían desayunado y se encontraban conversando en el despacho de él. Lucas dejó la puerta abierta, para evitar malos entendidos, estaba consciente de que la niña no era su hija y su madre era algo celosa con ella, por lo que para evitar disgustos opto por ese método. De modo que: cuando Camila bajo las escaleras pudo oír con claridad las voces de ambos.—Entonces si te gustaría salir esta tarde, solo falta convencer a tu madre —decía Lucas mientras la niña afirmaba tanto con la cabeza como con un fuerte y sonoro “sí”.Lucas le había propuesto salir esa tarde a una feria para divertirse un poco, podría subirse al carrusel o a cualquier otra atracción siempre que Camila lo aprobara. También había pensado en una posible solución para la situación de Camila, una solución que además de beneficiarlo le permitía continuar al lado de ella.—¿Convencerme de qué? —inquirió
Quiero dos bolas de helado sobre mi cono, uno para lamerlo lentamente y el otro para dejar que se derrita sobre tu piel mientras tus labios susurran una súplica. Mi esposa Sin mediar palabras, Santiago se acercó a Camila dando largas Zancadas, estiro su brazo para sujetar el de ella, sin embargo, una mano detuvo su movimiento y se interpuso entre él y ella. Camila sentía que se iba a desmayar, no podía respirar, le dolían los pulmones, toda su sangre se agolpó en su pecho, se sentía mareada. —Será mejor que me diga a que ha venido, porque no pienso tolerar que me falte al respeto o a mi esposa de esta manera —gruñó Lucas sosteniendo la muñeca de Santiago. El ex de Camila sonrió de lado y recompuso su postura. —¿Tu esposa? ¿Estás seguro de eso? —Cuestionó con ironía—. Hasta donde tengo conocimiento, ella es mi mujer, mi esposa y la madre de mi hija —agregó sin apartar la mirada de ella. —Y hasta donde tengo entendido, su supuesto matrimonio era falso, nunca estuvieron casados y t