Quiero dos bolas de helado sobre mi cono, uno para lamerlo lentamente y el otro para dejar que se derrita sobre tu piel mientras tus labios susurran una súplica. Mi esposa Sin mediar palabras, Santiago se acercó a Camila dando largas Zancadas, estiro su brazo para sujetar el de ella, sin embargo, una mano detuvo su movimiento y se interpuso entre él y ella. Camila sentía que se iba a desmayar, no podía respirar, le dolían los pulmones, toda su sangre se agolpó en su pecho, se sentía mareada. —Será mejor que me diga a que ha venido, porque no pienso tolerar que me falte al respeto o a mi esposa de esta manera —gruñó Lucas sosteniendo la muñeca de Santiago. El ex de Camila sonrió de lado y recompuso su postura. —¿Tu esposa? ¿Estás seguro de eso? —Cuestionó con ironía—. Hasta donde tengo conocimiento, ella es mi mujer, mi esposa y la madre de mi hija —agregó sin apartar la mirada de ella. —Y hasta donde tengo entendido, su supuesto matrimonio era falso, nunca estuvieron casados y t
No me di cuenta cuando fue que mi helado cambio su dulzor por la hiel de tus besos. Ni cuando esa hiel se hizo parte de mi vida y se convirtió en necesidad.Volatilidad Tal como habían acordado, luego de la comida Camila preparó a Sofía para salir, nunca una conversación con su hija le había costado tanto esfuerzo, pero estaba segura de que Sofía comprendía bastante bien la situación, aunque se cuidó de tocar ciertos temas porque aunque segura del grado de comprensión de su hija, no tenía duda de que continuaba siendo una niña.—Te ves muy bonita con ese vestido mami —dijo la niña sacando a Camila de su trance.Camila se miró a sí misma, llevaba un vestido veraniego en rosa pálido con estampado en flores blancas que le quedaba un poco más arriba de las rodillas. No pudo evitar sonrojarse cuando Lucas la vio y noto el destello en los ojos de él, quien también lucia, atractivo en su atuendo casual, jean rasgados y un suéter de color negro, lo hacían ver mucho más joven de lo que realme
Mis piernas se sienten casadas de correr detrás del camión de helados, aunque la verdad lo persigo para huir del demonio que me sigue desde las sombras. Error Habían pasado dos semanas desde que Camila se había convertido en la señora Cromwell, sin embargo, en su acta de matrimonio figuraba que tenía más de un año casada con Lucas. Cuando lo supo no quiso pedir una explicación, era obvio que había pagado para poder hacer que los registros cambiaran de esa manera, porque si de algo estaba segura era de que esta vez sí se había casado de verdad. Camila se encontraba en su trabajo, era encargada de una tienda que vendía todo lo necesario para decorar un evento: desde una fiesta infantil hasta una boda. Camila se encontraba distraída con la lista de pedidos para surtir el negocio cuando todo su cuerpo se estremeció y su corazón amenazó con salírsele del pecho. —Así que aquí es donde trabajas… no recuerdo que hayas tenido necesidad de esto cuando vivías en mi casa —dijo Santiago detrás
Mi sabor favorito es el de café: amargo, dulce y fuerte. Es el licor del triunfo, es el líquido que mis labios estarán saboreando cuando te vea caer… cuando los vea caer.Planes Mientras Camila, Lucas y Santiago formaban sus planes, los tres ignoraban que alguien más acechaba desde las sombras sin que ninguno supiera de su existencia, a pesar de estar delante de todos, fingiendo con su mejor sonrisa que nada sucedía, que nada que le afectaba. Sin embargo, la realidad era muy distinta a la que creían estar viviendo y todo porque esa mano invisible ya había empezado a entretejer los hilos a su antojo.Sentada cerca de la ventana de un café desde donde podía apreciar todo lo que sucedía en la calle, se encontraba Bárbara, la complaciente esposa de Santiago. Solo le bastó fijarse en el cambio de su esposo para darse cuenta de lo que estaba sucediendo y habiendo sido mucho más rápida que él, tenía en su poder toda la información necesaria para llevar a cabo su plan.Nunca antes una amant
Es dulce y amargo, como el sabor de tus labios luego de que las lágrimas lo bañaran. El corazón me arde por el abrazador calor de lo que tú produces en mi interior, ni todo el helado del mundo puede apagar este incendio que se propaga en todo mi ser.Primero soy madreLucas mantenía la mandíbula apretada y sus manos se habían convertido en puños luego de que Camila le contara lo que había sucedido esa tarde en su trabajo, el deseo de salir en busca de Santiago y partirle la cara le subía por la garganta, sin embargo, se mantenía en el mismo sitio por orden de ella.—Tienes que dejar ese trabajo, no puedo estar siempre a tu lado y si ese tipo te hace algo soy capaz de…—Tú no harás nada y tampoco voy a dejar mi trabajo, no puedo hacerlo —exclamo Camila con las mejillas enrojecidas, por lo que acaba de escuchar.—¡Claro que puedes dejar ese trabajo mediocre! —gritó saliendo de sí y entonces se dio cuenta de lo que había hecho.—Lamento no ser la directora general de una gran empresa, au
El alma me escuece, el silencio me agobia y tu voz entumece mis sentidos. Siento el frío de la nieve derritiéndose en mi pecho mientras tus manos abrasan la sensibilidad de mi piel. Él nos protege y me quiere Todo ese tiempo su hija había cargado con recuerdos dolorosos por culpa suya, por no haberla protegido con mayor esfuerzo. En ese momento ella sentía que su vida se quebraba igual que un espejo cuando cae al piso, vio cada momento de su vida fragmentándose al tiempo que los recuerdos de ese día se reflejaban en su mirada enrojecida. Camila cayó de rodillas y dejo salir un grito amargo que le desgarraba la garganta, su hija se bajó rápidamente del asiento y se lanzó a los abrazos abiertos que la esperaban. —Perdóname por no haberte protegido, perdóname por haber dejado que vivieras con eso todo este tiempo —gimió con dolor mientras estrujaba contra su cuerpo a Sofía. —Tú no hiciste nada malo, mami, fue él quien te lastimó —dijo con su carita escondida en el cuello de su madre
El sonido de la pasión susurra tu nombre, lo dulce de la vida está en tus labios, la fría necesidad se derrite al sentir tu piel. Nunca antes la vainilla me supo mejor que al tomarla de tu boca. Bésame Camila estaba sentada en el piso con la espalda apoyada a una de las columnas de la cama mientras se cubría el rostro con ambas manos, delante de ella estaba el cofre de madera abierto, la llave reposaba en la cerradura y varias fotografías y hojas de papel estaban regadas en el piso. Lucas sintió que su corazón se le oprimió al ver tanto dolor dibujado en un cuadro. Miro las fotografías al acercarse y vio a personas desconocidas para él, en algunas pudo reconocerla a ella siendo más joven, sintió curiosidad por las hojas de papel que reconocía como cartas, pero decidió enfocarse en la mujer destrozada que tenía delante. —Camila… —Lucas no encontraba las palabras correctas para decir—. Tienes que ser fuerte, no estás sola y yo no voy a permitir que nada te suceda. —Se agachó al lado
No tengas prisa, saborea con lentitud el dulzor de mi piel, deléitate con el elixir de mis jadeos y convierte en sirope la pasión que se desborda en mi interior, que yo planeo lamer con esmero la golosina salada de tu cuerpo. Déjame amarte Camila abrió los ojos de par en par cuando escuchó que llamaban a la puerta, miró a un lado suyo y vio que Lucas se encontraba todavía en su cama, estaba dormido. Su corazón se le quería salir del pecho, no sabía lo que había hecho, tenía claro que ella y Lucas no podían tener nada, pero aun así no podía negar cuanto había disfrutado el estar entre sus brazos. —Mami, ¿Estás despierta? Ábreme… —Trago saliva e intento respirar con normalidad antes de abrir la boca. —No me siento bien Sofía, necesito descansar, ve a tu habitación. —No puedo dormir. —Hoy no puedes dormir conmigo, ve a tu cuarto. —Le dolía no abrirle la puerta a su hija cuando siempre había amado que su pequeña se metiera en su cama a mitad de la noche buscando refugio, pero no pod