Es dulce y amargo, como el sabor de tus labios luego de que las lágrimas lo bañaran. El corazón me arde por el abrazador calor de lo que tú produces en mi interior, ni todo el helado del mundo puede apagar este incendio que se propaga en todo mi ser.Primero soy madreLucas mantenía la mandíbula apretada y sus manos se habían convertido en puños luego de que Camila le contara lo que había sucedido esa tarde en su trabajo, el deseo de salir en busca de Santiago y partirle la cara le subía por la garganta, sin embargo, se mantenía en el mismo sitio por orden de ella.—Tienes que dejar ese trabajo, no puedo estar siempre a tu lado y si ese tipo te hace algo soy capaz de…—Tú no harás nada y tampoco voy a dejar mi trabajo, no puedo hacerlo —exclamo Camila con las mejillas enrojecidas, por lo que acaba de escuchar.—¡Claro que puedes dejar ese trabajo mediocre! —gritó saliendo de sí y entonces se dio cuenta de lo que había hecho.—Lamento no ser la directora general de una gran empresa, au
El alma me escuece, el silencio me agobia y tu voz entumece mis sentidos. Siento el frío de la nieve derritiéndose en mi pecho mientras tus manos abrasan la sensibilidad de mi piel. Él nos protege y me quiere Todo ese tiempo su hija había cargado con recuerdos dolorosos por culpa suya, por no haberla protegido con mayor esfuerzo. En ese momento ella sentía que su vida se quebraba igual que un espejo cuando cae al piso, vio cada momento de su vida fragmentándose al tiempo que los recuerdos de ese día se reflejaban en su mirada enrojecida. Camila cayó de rodillas y dejo salir un grito amargo que le desgarraba la garganta, su hija se bajó rápidamente del asiento y se lanzó a los abrazos abiertos que la esperaban. —Perdóname por no haberte protegido, perdóname por haber dejado que vivieras con eso todo este tiempo —gimió con dolor mientras estrujaba contra su cuerpo a Sofía. —Tú no hiciste nada malo, mami, fue él quien te lastimó —dijo con su carita escondida en el cuello de su madre
El sonido de la pasión susurra tu nombre, lo dulce de la vida está en tus labios, la fría necesidad se derrite al sentir tu piel. Nunca antes la vainilla me supo mejor que al tomarla de tu boca. Bésame Camila estaba sentada en el piso con la espalda apoyada a una de las columnas de la cama mientras se cubría el rostro con ambas manos, delante de ella estaba el cofre de madera abierto, la llave reposaba en la cerradura y varias fotografías y hojas de papel estaban regadas en el piso. Lucas sintió que su corazón se le oprimió al ver tanto dolor dibujado en un cuadro. Miro las fotografías al acercarse y vio a personas desconocidas para él, en algunas pudo reconocerla a ella siendo más joven, sintió curiosidad por las hojas de papel que reconocía como cartas, pero decidió enfocarse en la mujer destrozada que tenía delante. —Camila… —Lucas no encontraba las palabras correctas para decir—. Tienes que ser fuerte, no estás sola y yo no voy a permitir que nada te suceda. —Se agachó al lado
No tengas prisa, saborea con lentitud el dulzor de mi piel, deléitate con el elixir de mis jadeos y convierte en sirope la pasión que se desborda en mi interior, que yo planeo lamer con esmero la golosina salada de tu cuerpo. Déjame amarte Camila abrió los ojos de par en par cuando escuchó que llamaban a la puerta, miró a un lado suyo y vio que Lucas se encontraba todavía en su cama, estaba dormido. Su corazón se le quería salir del pecho, no sabía lo que había hecho, tenía claro que ella y Lucas no podían tener nada, pero aun así no podía negar cuanto había disfrutado el estar entre sus brazos. —Mami, ¿Estás despierta? Ábreme… —Trago saliva e intento respirar con normalidad antes de abrir la boca. —No me siento bien Sofía, necesito descansar, ve a tu habitación. —No puedo dormir. —Hoy no puedes dormir conmigo, ve a tu cuarto. —Le dolía no abrirle la puerta a su hija cuando siempre había amado que su pequeña se metiera en su cama a mitad de la noche buscando refugio, pero no pod
No somos parte del mismo postre, tú eres ácido, amargo y repulsivo, mientras que en mi vida únicamente existe espacio para el dulce sabor del amor, no eres el topping que mi helado necesita.Mi mujer y mi hijaEl amanecer encontró a los amantes unidos en un beso que no parecía tener fin. Lucas se sentía complacido, extasiado, en una sola noche le había entregado a la misma mujer todo de él, su vida, su alma, su cuerpo, su lealtad, en cada beso que le había dado le juró que siempre la amaría, con cada molécula de su vida lo haría. Por su parte, Camila sentía que por primera vez sentía lo que era ser amada, su encuentro con Lucas ha sido desde todos los puntos de vista el momento de mayor plenitud para ella, no solo físicamente, internamente se sentía confiada, segura, protegida y entregada, en ese momento deseaba permanecer por siempre reflejada en sus ojos.—Buenos días —susurró Lucas al soltar los hinchados labios de Camila.Ella abrió los ojos de golpe y se dio cuenta de que efectiv
Su sabor es a fruta podrida y puedes sentirlo desde que decides cruzar el umbral de la oscuridad. Aquí no hay calidez ni luz, pero tú y solo tú puedes ser la salvación de este frío infierno.Sobre mi cadáver Lucas enfocó toda su atención en ellas e intentó olvidarse al menos por un momento de Santiago, estaba furioso no solo porque había arruinado su mañana, sino porque había lastimado a las dos personas más importantes en su vida y pese a lo desagradable que había sido el modo de descubrirlo, se dio cuenta de que la presencia del ex de su esposa había servido para darse cuenta una vez más que Camila y Sofía eran todo lo que él quería en su vida.—Llévala a su habitación, voy a pedir que le suban un vaso con agua —dijo tratando de sonar suave para no asustar más a la niña.—Está bien. —Camila le agradeció con la mirada y aupó a Sofía sobre su cuerpo para llevarla cargada.Subió con la niña en brazos, sin embargo, su cuerpo se estremecía de pies a cabeza, ella nunca se había enfrentad
El destino nos llevó a encontrarnos, mientras yo disfrutaba del dulce sabor de la vainilla, tú buscabas una salida. Es una suerte que haya sido yo y que hayas sido tú.Recordar es viv… sufrirEn la mente de Camila se gestaba una idea, una que no podía exponer porque estaba segura de que Lucas no estaría de acuerdo y haría todo por evitar que ella llevara a cabo lo que se le acababa de ocurrir, por esa razón guardó silencio y decidió actuar esa misma tarde. No podía permitir que Lucas cometiera una locura, no estaba dispuesta a permitir que el hombre que amaba se ensuciara las manos por su culpa, ni que se verá involucrado con un ser despreciable y mezquino como lo era Santiago.—¿De qué te ríes? —preguntó Lucas al verla curvar los labios.—De que al principio, cuando te conocí, creí que tú eras un hombre horrible, arrogante, narcisista, pero la verdad es que me has demostrado que en realidad viví mucho tiempo bajo el mismo techo de un verdadero monstruo —confesó y se mordió el labio
Sentarme a esperar… no soy tan paciente como para ver como el ardiente sol derrite las escasas esperanzas que tengo de continuar con la vida que siempre quise.Con la vida que conocí cuando escapé de la pesadilla.Soy la imbécil que él no olvidaEl día pintaba gris en la vida de Camila, el día anterior lo pasó sumida en sus propios pensamientos mientras buscaba la manera de calmar a su hija, que pese a que había dormido un poco y descansado, se seguía sintiendo asustada por la escena que había presenciado de su padre y Lucas. Además de que controlar la ira de Lucas le había agotado mentalmente, tanto que se fue a la cama a las ocho de la noche y ni siquiera notó la presencia de su amante cuando este entró en silencio a la habitación y se metió en su cama.—¿Te sientes bien Camila? —Alzo la vista al escuchar la voz de su jefe—. Te ves muy mal, ¿no estás descansando bien?, ¿estás enferma?—Estoy bien, señor Arturo, no se preocupe. —Juntó los labios e intentó sonreír, pero la curva se fo