Los sabores empiezan a saberme muy amargos. Sus espinas raspan mi lengua y su ardor me quema la garganta. Confesiones dolorosas Miró a la mujer delante de él y supo que tenía que hacer algo para resarcir su equivocación, las cosas se le estaban saliendo de las manos por no saber controlar sus impulsos y no podía permitirse perder la ayuda que ella le estaba brindando. ¿Pero cómo hacerlo cuando ella le atraía como nunca antes le había pasado con otra mujer? No es que Lucas se la pasara de cama en cama, no era un hombre que necesitase de la intimidad para poder existir, pese a que había tenido un par de amantes en su vida. Luego de la traición que sufrió decidió ocuparse enteramente de su carrera, se prometió no volver a enamorarse nunca más, sin embargo, Camila conseguía que todas sus ideas se contradijeran la una con la otra. —No quise ofenderte —atisbó a decir, pero en ese momento las palabras le fueron insuficientes y se volvió a quedar callado sin apartar la mirada de ella. Un
Cierra la boca o se te meterán las moscas. Mejor… tu deja caer las barreras y… Inevitable atracción Camila resopló ahogada con todo lo que estaba viviendo en ese momento, lo único positivo que había resultado de todo era que su hija estaba recibiendo una educación acorde a sus capacidades intelectuales, pensar en eso le hacía respirar un poco más aliviada, sin embargo, al ver el rostro de Lucas su estrés aumentaba de grados instantáneamente. Se sentía atraída, ya no podía negarlo, sobre todo después de haber despertado durante la noche sudorosa, con la respiración agitada y sintiendo los estragos del orgasmo que había experimentado mientras dormía. Maldijo en silencio al sentir como su cuerpo reaccionaba con solo pensar en sus aventuras nocturnas. Su lengua se paseó por su labio inferior antes de tragar saliva. Sacudió la cabeza y espantó sus pensamientos antes de pararse delante del espejo y observar su imagen. El vestido se le ajustaba perfectamente al cuerpo, el escote profu
Se cayó tu helado y lo besó el diablo.Encuentros indeseables Al bajar del auto ambos llevaban puestos sus antifaces a juego, el de ella era en tonos dorados y rojizos, el de él en el mismo tono dorado con algunas líneas negras formando figuras por toda la superficie de la misma. Camila sintió una descarga eléctrica cuando Lucas la tomó de la mano para entrar, un extraño hormigueo se extendió por su abdomen provocando que sus piernas se sintieran débiles al instante.Atravesaron el espacio con el corazón latiendo muy rápido, porque no solo ella había sentido la descarga, Lucas también se encontraba luchando internamente para poder controlarse esa noche y no echar a perder todo.—Sonríe —musito Lucas y automáticamente ella curvó sus labios dejando al descubierto una perfecta hilera de dientes blancos.Lucia hermosa y feliz de estar al lado de su esposo.La atención de algunas personas se fijó en ellos y no se apartó hasta que los vieron acercarse a la pareja Miller y saludar. Una en e
Helado, luces y diversión. ¿Quieres enamorarme?Por qué está funcionando.Solución Cuando Camila despertó ya Lucas y Sofía habían desayunado y se encontraban conversando en el despacho de él. Lucas dejó la puerta abierta, para evitar malos entendidos, estaba consciente de que la niña no era su hija y su madre era algo celosa con ella, por lo que para evitar disgustos opto por ese método. De modo que: cuando Camila bajo las escaleras pudo oír con claridad las voces de ambos.—Entonces si te gustaría salir esta tarde, solo falta convencer a tu madre —decía Lucas mientras la niña afirmaba tanto con la cabeza como con un fuerte y sonoro “sí”.Lucas le había propuesto salir esa tarde a una feria para divertirse un poco, podría subirse al carrusel o a cualquier otra atracción siempre que Camila lo aprobara. También había pensado en una posible solución para la situación de Camila, una solución que además de beneficiarlo le permitía continuar al lado de ella.—¿Convencerme de qué? —inquirió
Quiero dos bolas de helado sobre mi cono, uno para lamerlo lentamente y el otro para dejar que se derrita sobre tu piel mientras tus labios susurran una súplica. Mi esposa Sin mediar palabras, Santiago se acercó a Camila dando largas Zancadas, estiro su brazo para sujetar el de ella, sin embargo, una mano detuvo su movimiento y se interpuso entre él y ella. Camila sentía que se iba a desmayar, no podía respirar, le dolían los pulmones, toda su sangre se agolpó en su pecho, se sentía mareada. —Será mejor que me diga a que ha venido, porque no pienso tolerar que me falte al respeto o a mi esposa de esta manera —gruñó Lucas sosteniendo la muñeca de Santiago. El ex de Camila sonrió de lado y recompuso su postura. —¿Tu esposa? ¿Estás seguro de eso? —Cuestionó con ironía—. Hasta donde tengo conocimiento, ella es mi mujer, mi esposa y la madre de mi hija —agregó sin apartar la mirada de ella. —Y hasta donde tengo entendido, su supuesto matrimonio era falso, nunca estuvieron casados y t
No me di cuenta cuando fue que mi helado cambio su dulzor por la hiel de tus besos. Ni cuando esa hiel se hizo parte de mi vida y se convirtió en necesidad.Volatilidad Tal como habían acordado, luego de la comida Camila preparó a Sofía para salir, nunca una conversación con su hija le había costado tanto esfuerzo, pero estaba segura de que Sofía comprendía bastante bien la situación, aunque se cuidó de tocar ciertos temas porque aunque segura del grado de comprensión de su hija, no tenía duda de que continuaba siendo una niña.—Te ves muy bonita con ese vestido mami —dijo la niña sacando a Camila de su trance.Camila se miró a sí misma, llevaba un vestido veraniego en rosa pálido con estampado en flores blancas que le quedaba un poco más arriba de las rodillas. No pudo evitar sonrojarse cuando Lucas la vio y noto el destello en los ojos de él, quien también lucia, atractivo en su atuendo casual, jean rasgados y un suéter de color negro, lo hacían ver mucho más joven de lo que realme
Mis piernas se sienten casadas de correr detrás del camión de helados, aunque la verdad lo persigo para huir del demonio que me sigue desde las sombras. Error Habían pasado dos semanas desde que Camila se había convertido en la señora Cromwell, sin embargo, en su acta de matrimonio figuraba que tenía más de un año casada con Lucas. Cuando lo supo no quiso pedir una explicación, era obvio que había pagado para poder hacer que los registros cambiaran de esa manera, porque si de algo estaba segura era de que esta vez sí se había casado de verdad. Camila se encontraba en su trabajo, era encargada de una tienda que vendía todo lo necesario para decorar un evento: desde una fiesta infantil hasta una boda. Camila se encontraba distraída con la lista de pedidos para surtir el negocio cuando todo su cuerpo se estremeció y su corazón amenazó con salírsele del pecho. —Así que aquí es donde trabajas… no recuerdo que hayas tenido necesidad de esto cuando vivías en mi casa —dijo Santiago detrás
Mi sabor favorito es el de café: amargo, dulce y fuerte. Es el licor del triunfo, es el líquido que mis labios estarán saboreando cuando te vea caer… cuando los vea caer.Planes Mientras Camila, Lucas y Santiago formaban sus planes, los tres ignoraban que alguien más acechaba desde las sombras sin que ninguno supiera de su existencia, a pesar de estar delante de todos, fingiendo con su mejor sonrisa que nada sucedía, que nada que le afectaba. Sin embargo, la realidad era muy distinta a la que creían estar viviendo y todo porque esa mano invisible ya había empezado a entretejer los hilos a su antojo.Sentada cerca de la ventana de un café desde donde podía apreciar todo lo que sucedía en la calle, se encontraba Bárbara, la complaciente esposa de Santiago. Solo le bastó fijarse en el cambio de su esposo para darse cuenta de lo que estaba sucediendo y habiendo sido mucho más rápida que él, tenía en su poder toda la información necesaria para llevar a cabo su plan.Nunca antes una amant