—señor Parrow...— acerca caminando muy sensual hasta llegar a él y posar sus manos en los hombros, que él al sentirla inmediatamente se gira para quedar frente a ella —no te acerques, no sé que carajos haces aquí—solo quiero pasar un rato agradable contigo—eres hermosa, pero mi mujer... no quiero perderla nuevamente— suspira —no tienes idea de lo que me ha costado que ella me dijera que me ama, de verdad no quiero meter la pata, tú me rechazabas no entiendo porque carajos ahora estás aquí, sin que te pague o te haya llamado, o quizás es una trampa de María para alejarme de mi mujer —respira... no tienes por qué pensar mal, entonces estás enamorado— Ella sonríe levemente—y mucho, además he tenido unos días de mierda, deberías... no sé, hacer tu vida, salir de ese mundo, no es bueno que muchos hombres te deseen—yo no me acuesto con ningún hombre señor Parrow, solo bailaba para olvidarme de los problemas tormentosos Ella se acerca al centro de mesa, y agarra el pequeño control, al
Cuando Sebastián abre la puerta, puede ver lo preocupado que está Calvo. —¿Qué sucede?— pregunta con el ceño fruncido—señor... Hernández intentó ingresar con una falsa identidad, cuando la íbamos a atrapar, salió corriendo y varios hombres aparecieron, no disparamos para no alertar, pero las cosas están muy complicadas, si ella vino a este lugar entonces alguien le dijo, o sino como es posible que se haya enterado.Una hora después, todos están reunidos en la habitación de Suite presencial. —¿Cómo puedes estar tan tranquila Anastasia?— pregunta Leandro al verla diferente—sé perfectamente lo que hago, y creo plenamente en lo que me dijo Channel Villareal, a mis hijos, a mi familia nada les pasará, necesito salir, si no lo hago María seguirá escondida, y tampoco pienso arriesgar a mis hijo de que ella intenté nuevamente entrar aquí —¡No saldrás!— exclama Sebastián —no puedes dejarnos, ella quiere matarte ¿Acaso no lo entiendes?Ana se acerca a Parrow, y coloca sus manos en su mejill
—¡Estás sola!— dijo Anastasia y María se aferra a su arma—Maria baja el arma— le pide Leandro al verla a la defensiva—¡No te acerques, Leandro! ¡Eres mi enemigo por estar con esta maldita perra!— gruñó María y apunta a Anastasia—¡Debes aceptar que has perdido!— exclama Anastasia al escuchar las sirenas de la policía —¿Escuchas? Ya no tienes escapatoria —¡Silencio! Yo no voy a ir a prisión— dijo enloquecidamente—Maria, mírame— ordena Leandro y ella lo hace —dame el arma, te prometo que te voy a esperar y luego nos vamos juntos como tanto querías, por favor mi amor, yo te amo ¿Entiendes?—¡Mientes!— ella lo apunta a él —¡Jamás me amaste! Preferiste a Anastasia en vez de estar conmigo, ella jamás dejará de ser una perra que baila para hombres, jamás dejará de ser una mucama, solo corrió con suerte de ser ahora millonaria por eso la odio aún más, ella debe estar tres metros bajo tierra—Maria por favor...— Leandro fue interrumpido cuando escucho varios disparos y son los otros hombre
La información que le dió la señora Camelia a Anastasia la hizo saltar de la felicidad, tanto fue su dicha que se fue a la clínica rápidamente en compañía de Channel.Al llegar a la clínica, Ana está concentrada en estar con Leandro. —¡Hermano!— lo menciona con sus ojos llorosos y manos temblorosas por la emoción, él le sonríe forzosamente—Ana...—no hables, no lo hagas hermanito, bendito Dios que estás con vida, te amo Leandro, gracias por salvarme, ¡Ay por Dios! Estoy feliz de verte despierto es un milagro —pense que era mi fin, pero como tú dices... mis sobrinos me necesitan—claro que si hermanito, y también mereces amar y ser amado, aprovecha está oportunidad de vida que te está dando Dios y disfruta tu vida —lo voy hacer hermana, tambien estoy feliz pero, deja de llorar ¿Dónde está Parrow?—trabajando pero, lo llame y no respondió mi llamado, quizás está trabajando mucho, lo mejor es ir a la empresa, estaba baja de animos por tí, pero con este gran milagro volví a la vida— An
—Ana, estoy nervioso— confiesa Parrow y ella se lanza a sus brazos, Parrow la agarra y ambos caen al suelo—¡Hija estás embarazada!— le recuerda su madre —lo sé mamá, sé que Sebastián me iba a sostener, claro que quiero ser tu esposa, pensé que no me ibas a dar un anillo, es que querido sin anillo no hay pedida de mano— sonríe Ana y luego lo empieza a besar —¡Yupi!— exclama de felicidad Aurora —mis papitos se van a casar y llevaré los anillos, que emoción mamá se pondrá un vestido de princesa— Aurora abraza a sus padres y luego se unen los niños, la familia se ve muy tierna conmoviendo el corazón de Camelia, la cual derrama lágrimas de felicidad, a diferencia de Leandro, que sí está feliz por su hermana y mejor amigo, pero la tristeza luego lo invadió, aún así, se mantuvo mirando la escena conmovedora—es hora de cenar, luego se va a enfriar y así no apetece— sugiere la señora Camelia y toma asiento, Leandro se acerca al comedor y luego cada quien toma su lugar—¡Por fin! Pensé que
—Sebastian por favor, no discutas más, vámonos y usted señor Hamilton, lo mejor es que se vaya— Anastasia agarra la mano de Parrow, quiere darle tranquilidad y seguridad—Ana, solo venía a darte mi apoyo— Hamilton trata de estar tranquilo—¡Ella no te necesita!— gruño Sebastián—Sebastian piensa en nuestro bebé, necesito estar en un entorno de paz, por favor...— súplica ella y él tensa su mandíbula, odia con todas las fuerzas de su ser a Hamilton—esta bien, me marcho, no quiero que por mi causa enfermes, después de todo, yo, sí soy un caballero, por cierto, necesito que nos reunamos, tenemos trabajo pendiente— sonríe forzosamente y Parrow no le quita la mirada de encima —programare una cita para hablar sobre el trabajo del señor HamiltonHamilton pasa por el lado de la pareja, y aunque está celoso, no lo aparenta. —¡No quiero que estés a solas con él— Sebastián empieza con sus celos, aquello que enojan a Anastasia, pero tambien la enamoran e incluso la hacen sonreír —es solo trab
—¡Mi mujer no haría algo así! Deja de ser una maldita interrupción, acepta el rechazo, acepta que ella no te quiere en su vida —¡No lo aceptó! Ella es para mí y así será, además, no se han casado, y si no me crees sobre el poder que ella me dió, aquí tengo una copia, si la quieres destruir es tu problema, yo procedí a hacer todo legal, así que vamos a sentarnos para dialogar sobre la repartición, porque no quiero ser parte de este viñedo de mierda, exijo una cantidad de dinero favorable— Hamilton está disfrutando su momento de gloriaEl abogado le entrega la copia a Parrow, el cual la recibe con desprecio y se dispone a leer para darse cuenta de la situación y que allí está la firma de su mujer, la ira empieza a incrementar en él. —¡Esto es imposible!— exclama Sebastián arrugando el papel —¡Ella jamás haría algo así!—no pienso hablar más sobre cómo pasó, te aconsejo que llames a tu abogado porque vengo a destruirteSebastián pierde el control, no asimila lo que está pasando, así que
—¿Estás molesto?—¿Debería?Anastasia baja su mirada, pero al percibir el acercamiento de su amado, su corazón se acelera. —¿Por qué no me lo dijiste?— pregunta suavizando su voz —todo fue muy rápido cariño, no quiero que pienses que no confío en tí—no me vuelvas a ocultar nada, así estemos al último minuto, es importante saberlo todo— ella lo mira a los ojos —pero te quiero confesar algo— coloca sus manos en el rostro de su amada —te veías demasiado sexy hablando de manera determinante y siendo tan precisa, de paso estás preciosaAnastasia sonríe, por fin, estaba preocupada de que se le complicarán las cosas con Parrow.—soy yo el que debe protegerte —pero mi amor, las mujeres también podemos tener poder, e incluso una mente maestra para destruir al enemigo— ella se coloca de pie y se sienta encima de Parrow —no es que sea machista mi amor, pero quiero ser yo el que te proteja ¿Estamos?— ella asienta con la cabeza y Parrow al tenerla así en esa posición está deseando poseerla —m