Sus manos empezaron a moverse de nuevo, su mirada se clavó en la mía, retándome a hacer un movimiento. Quise gritar, pero sus dedos se clavaron en mi muslo y ni siquiera necesitó decir nada para que yo entendiera el mensaje, ¡ni se te ocurra!Cerré los ojos y me mordí el labio al sentir fugazmente los dedos de Mark rozando el borde de mi panti. Mis rodillas se doblaron cuando su pulgar presionó mi ropa interior. Estaba segura de que la única razón por la que no me había caído al suelo sin aliento era porque el cuerpo de Mark estaba tan apretado contra el mío que apenas podía moverme."¿Sydney?". Mis párpados se abrieron de golpe cuando Lucas volvió a llamar. No puedo creer que casi me olvidé que estaba ahí. "Sydney, estás ahí, ¿verdad?". Su voz sonaba más urgente y la preocupación en su voz era más notable. Estaba medio esperando que abriera la puerta de golpe, pero en lugar de eso, raspó suavemente la puerta con los nudillos. "¿Hay alguien ahí? ¿Sydney? ¿Está todo bien?"."¡Di algo
PUNTO DE VISTA DE SYDNEY"Sydney, ¿estás bien? El doctor dijo...".Me desconecté y todo lo que decía Lucas entraba por un oído y salía por el otro. Primero, palpé la superficie sobre la que estaba acostada, me resultaba familiar. Reconocí la camiseta que llevaba puesta, era una de las de Lucas.Inmediatamente me desperté, repasé rápidamente la última vez que había estado despierta. Recordaba haber caído en los brazos de Lucas y haberme desmayado mientras él gritaba si estaba bien. Esperaba encontrarme en la habitación de un hospital, pero aquí estaba, sobre el tacto familiar de mi cama y mis sábanas.La cara de Lucas fue el último rostro que vi y, ahora, su cara seguía siendo la primera imagen al abrir los ojos."¿Estás bien?". Reiteró y me tomó de las manos. Sus cejas estaban fruncidas y la preocupación llenaba sus ojos mientras buscaban los míos. Parecía haber captado la indirecta de que no lo estaba escuchando."Estoy bien", murmuré con la voz entrecortada e intenté incorporar
"Sí. Vámonos de aquí. Lejos de toda esta gente. Incluso podrías construir allí una sucursal para tu negocio".Se me encogió el corazón ante sus buenas intenciones y mis labios esbozaron una sonrisa. "Me gustaría", empecé. "Pero todavía tengo que ocuparme de algunas cosas aquí. Cuando termine con la empresa, me iré a Italia contigo". Decidí añadir, "Pero por un tiempo. Para ver dónde vivías".Sonrió. "No puedo esperar"."Yo tampoco. En cuanto a Mark, lo he pensado. Creo que últimamente he sido demasiado arrogante, al menos con él. Lo he puesto nervioso y lo he llevado al límite. Es hora de que baje el tono o simplemente pare. Ahora somos socios, no debería ser tan engreída con él"."Y tú también deberías mantener distancia con él", añadió Lucas y yo solté una risita."Eres un celoso", me burlé.Sacudió la cabeza con una suave sonrisa. "No, no me has dado ninguna razón para estar celoso. Soy tuyo y tú mía, para siempre"."Aww", tiré de él. "Sí, Lucas. Seré tuya para siempre"."Ha
Mi cuerpo se puso rígido y la sangre se drenó de mi cara."Le enviaré la dirección del hospital", dijo Mark y la línea se cortó."Oh, Dios", sintiendo la urgencia de la situación, Lucas se apartó rápidamente de mí y yo salté de la cama. "Lucas, necesito ir allí rápido". No me molesté en buscar la ropa que habíamos tirado a ciegas por la habitación. Corrí directamente a mi armario y me puse la primera prenda que vi, una camisa de vestir.Busqué mi ropa interior y me la puse. Me temblaban las manos mientras luchaba con los botones de la camisa. De repente, Lucas estaba delante de mí. Me quitó la camisa con suavidad y sin decir ni una palabra, desabrochó los botones, me la puso por encima de la cabeza y la abrochó. Me quedé allí de pie y dejé que me vistiera.Aunque Doris no era mi abuela biológica, aunque era la abuela de un hombre al que una vez detesté, seguía significando mucho para mí. La abuela Doris es una de las pocas personas que me trató bien. Ella fue la que me dio una idea
"Ya estoy aquí, abuela", sollocé."Gracias", susurró y cerró los ojos durante unos segundos. Estaba sufriendo mucho, pero no quería que lo viéramos.Me acarició el pelo y me sostuvo la mirada. Había una sonrisa triste y apenada en sus labios, "Sabes, siempre tuve la esperanza de que Mark y tú estuvieran casados por mucho tiempo... para siempre. Pero, por desgracia, él no te amaba. No te merece, así que no voy a rogarte que vuelvas con él, pero sí que estés siempre a su lado". Yo estaba apunto de decirle que incluso si estoy allí para él, Mark era demasiado orgulloso para mostrar cualquier debilidad y aceptar mi ayuda, pero ella me hizo callar."Entiendo que Mark puede ser muy autoritario y, podría decir, distante, pero créeme cuando te digo que se preocupa y necesita a alguien que se preocupe por él también. Nuestra familia puede parecer grande, pero cuando yo me vaya, Mark se quedará solo. Su madre, como sabes, es superficial e ignorante, y otros miembros de la familia le están ech
PUNTO DE VISTA DE SYDNEYLa abuela Doris sonrió a Mark y le dijo, "Gracias".Mark asintió, con los labios apretados. Luego la abuela se volvió hacia mí, "¿Dónde está Lucas? ¿Vino contigo?"."Sí", contesté rápidamente. Sé que Lucas también tenía ganas de verla. "Está esperando afuera"."Déjalo entrar, a mí también me gustaría verlo", balbuceó Doris débilmente.Me levanté y me dirigí a la puerta. Abrí la puerta y asomé la cabeza como había hecho cuando vine a llamar a Mark. Tenía los codos apoyados en la rodilla y la cabeza entre las manos. Me pregunto qué estará pensando."Hola, cariño", le dije suavemente y se levantó de un salto."Hola", dijo sin aliento y corrió hacia la puerta. "¿Cómo está?"."Bien", me encogí ligeramente de hombros, "Ella sigue aguantando". Luego le transmití el mensaje de la abuela, "Quiere verte".Lucas levantó las cejas y su boca formó una O como si no hubiera esperado que también lo llamaran.Abrí más la puerta y me aparté del umbral. "Vamos", dije y
Mientras los miraba y los escuchaba conversar, no pude evitar recordar lo que Lucas me había contado. Era una de esas noches en las que hablábamos de todo y de nada al azar después de hacer el amor. Le había dicho mientras me acurrucaba a su alrededor, con la cabeza cómodamente apoyada en su ancho pecho..."Dime algo que no sepa de tu pasado..."."Soy el hijo ilegítimo de Harry, el marido de Doris..."."Eso lo escuché como un tropecientas mil veces", lo interrumpí con un gemido y le dije bromeando. "Dime algo que no sepa". Se rio entre dientes ante lo que dije, lo que automáticamente me hizo sonreír."De acuerdo. Te diré algo que no sabes. Mi madre se llama Serafina", empezó, con voz sombría y la mano acariciándome el pelo distraídamente.Recuerdo cómo se me habían agudizado las orejas. Lucas siempre había evitado hablar de su madre."Harry había querido una mujer más joven, ya sabes, alguien que le hiciera sentir como en sus días de juventud otra vez. Mi madre resultó ser más de
"Oh, lo siento", murmuré, ligeramente avergonzada y me alejé arrastrando los pies.Cambió el gotero de Doris, le tomó la temperatura y todo lo demás que hacen las enfermeras cuando vienen a revisar a sus pacientes y se marchó.Lucas y Doris siguieron hablando. "Ahora, me alivia mucho más que hayas encontrado la felicidad"."He encontrado la felicidad", repitió Lucas y, al mismo tiempo, Doris y Lucas se giraron hacia mí, con una amplia sonrisa en los labios de Lucas. Me ruboricé ante sus miradas, deseando que apartaran la vista. Afortunadamente lo hicieron, pero la inescrutable mirada de Mark persistió. Lo miré y levanté una ceja, y él apartó la mirada.Doris miró a Lucas, con los ojos llenos de una mezcla de tristeza, pesar y... ¿satisfacción? "Lucas", le acarició la mejilla otra vez. "Eres un buen chico. Espero que no dejes escapar lo que te hace feliz". Le sostuvo la mirada con firmeza. "Nunca la dejes ir, Lucas".Él asintió, pero la abuela negó con la cabeza. "Prométemelo".Lu