"Sí. Vámonos de aquí. Lejos de toda esta gente. Incluso podrías construir allí una sucursal para tu negocio".Se me encogió el corazón ante sus buenas intenciones y mis labios esbozaron una sonrisa. "Me gustaría", empecé. "Pero todavía tengo que ocuparme de algunas cosas aquí. Cuando termine con la empresa, me iré a Italia contigo". Decidí añadir, "Pero por un tiempo. Para ver dónde vivías".Sonrió. "No puedo esperar"."Yo tampoco. En cuanto a Mark, lo he pensado. Creo que últimamente he sido demasiado arrogante, al menos con él. Lo he puesto nervioso y lo he llevado al límite. Es hora de que baje el tono o simplemente pare. Ahora somos socios, no debería ser tan engreída con él"."Y tú también deberías mantener distancia con él", añadió Lucas y yo solté una risita."Eres un celoso", me burlé.Sacudió la cabeza con una suave sonrisa. "No, no me has dado ninguna razón para estar celoso. Soy tuyo y tú mía, para siempre"."Aww", tiré de él. "Sí, Lucas. Seré tuya para siempre"."Ha
Mi cuerpo se puso rígido y la sangre se drenó de mi cara."Le enviaré la dirección del hospital", dijo Mark y la línea se cortó."Oh, Dios", sintiendo la urgencia de la situación, Lucas se apartó rápidamente de mí y yo salté de la cama. "Lucas, necesito ir allí rápido". No me molesté en buscar la ropa que habíamos tirado a ciegas por la habitación. Corrí directamente a mi armario y me puse la primera prenda que vi, una camisa de vestir.Busqué mi ropa interior y me la puse. Me temblaban las manos mientras luchaba con los botones de la camisa. De repente, Lucas estaba delante de mí. Me quitó la camisa con suavidad y sin decir ni una palabra, desabrochó los botones, me la puso por encima de la cabeza y la abrochó. Me quedé allí de pie y dejé que me vistiera.Aunque Doris no era mi abuela biológica, aunque era la abuela de un hombre al que una vez detesté, seguía significando mucho para mí. La abuela Doris es una de las pocas personas que me trató bien. Ella fue la que me dio una idea
"Ya estoy aquí, abuela", sollocé."Gracias", susurró y cerró los ojos durante unos segundos. Estaba sufriendo mucho, pero no quería que lo viéramos.Me acarició el pelo y me sostuvo la mirada. Había una sonrisa triste y apenada en sus labios, "Sabes, siempre tuve la esperanza de que Mark y tú estuvieran casados por mucho tiempo... para siempre. Pero, por desgracia, él no te amaba. No te merece, así que no voy a rogarte que vuelvas con él, pero sí que estés siempre a su lado". Yo estaba apunto de decirle que incluso si estoy allí para él, Mark era demasiado orgulloso para mostrar cualquier debilidad y aceptar mi ayuda, pero ella me hizo callar."Entiendo que Mark puede ser muy autoritario y, podría decir, distante, pero créeme cuando te digo que se preocupa y necesita a alguien que se preocupe por él también. Nuestra familia puede parecer grande, pero cuando yo me vaya, Mark se quedará solo. Su madre, como sabes, es superficial e ignorante, y otros miembros de la familia le están ech
PUNTO DE VISTA DE SYDNEYLa abuela Doris sonrió a Mark y le dijo, "Gracias".Mark asintió, con los labios apretados. Luego la abuela se volvió hacia mí, "¿Dónde está Lucas? ¿Vino contigo?"."Sí", contesté rápidamente. Sé que Lucas también tenía ganas de verla. "Está esperando afuera"."Déjalo entrar, a mí también me gustaría verlo", balbuceó Doris débilmente.Me levanté y me dirigí a la puerta. Abrí la puerta y asomé la cabeza como había hecho cuando vine a llamar a Mark. Tenía los codos apoyados en la rodilla y la cabeza entre las manos. Me pregunto qué estará pensando."Hola, cariño", le dije suavemente y se levantó de un salto."Hola", dijo sin aliento y corrió hacia la puerta. "¿Cómo está?"."Bien", me encogí ligeramente de hombros, "Ella sigue aguantando". Luego le transmití el mensaje de la abuela, "Quiere verte".Lucas levantó las cejas y su boca formó una O como si no hubiera esperado que también lo llamaran.Abrí más la puerta y me aparté del umbral. "Vamos", dije y
Mientras los miraba y los escuchaba conversar, no pude evitar recordar lo que Lucas me había contado. Era una de esas noches en las que hablábamos de todo y de nada al azar después de hacer el amor. Le había dicho mientras me acurrucaba a su alrededor, con la cabeza cómodamente apoyada en su ancho pecho..."Dime algo que no sepa de tu pasado..."."Soy el hijo ilegítimo de Harry, el marido de Doris..."."Eso lo escuché como un tropecientas mil veces", lo interrumpí con un gemido y le dije bromeando. "Dime algo que no sepa". Se rio entre dientes ante lo que dije, lo que automáticamente me hizo sonreír."De acuerdo. Te diré algo que no sabes. Mi madre se llama Serafina", empezó, con voz sombría y la mano acariciándome el pelo distraídamente.Recuerdo cómo se me habían agudizado las orejas. Lucas siempre había evitado hablar de su madre."Harry había querido una mujer más joven, ya sabes, alguien que le hiciera sentir como en sus días de juventud otra vez. Mi madre resultó ser más de
"Oh, lo siento", murmuré, ligeramente avergonzada y me alejé arrastrando los pies.Cambió el gotero de Doris, le tomó la temperatura y todo lo demás que hacen las enfermeras cuando vienen a revisar a sus pacientes y se marchó.Lucas y Doris siguieron hablando. "Ahora, me alivia mucho más que hayas encontrado la felicidad"."He encontrado la felicidad", repitió Lucas y, al mismo tiempo, Doris y Lucas se giraron hacia mí, con una amplia sonrisa en los labios de Lucas. Me ruboricé ante sus miradas, deseando que apartaran la vista. Afortunadamente lo hicieron, pero la inescrutable mirada de Mark persistió. Lo miré y levanté una ceja, y él apartó la mirada.Doris miró a Lucas, con los ojos llenos de una mezcla de tristeza, pesar y... ¿satisfacción? "Lucas", le acarició la mejilla otra vez. "Eres un buen chico. Espero que no dejes escapar lo que te hace feliz". Le sostuvo la mirada con firmeza. "Nunca la dejes ir, Lucas".Él asintió, pero la abuela negó con la cabeza. "Prométemelo".Lu
UN MES DESPUÉSLos días después de que declararan a la abuela en coma pasaron volando. El negocio florecía, Lucas y yo estábamos más unidos que nunca, todo iba bien o eso parecía.Mark y Sandra anunciaron su compromiso y se iba a celebrar hoy. Sandra no había podido dejar de hablar de ello por toda las redes."Me pregunto cómo se sentirán Steven y Sandra al respecto". Grace estaba viendo uno de los muchos vídeos de Sandra previos a la boda cuando lo dijo distraídamente.Yo solo alcé las cejas y no dije nada. Ella no había levantado la vista en busca de una respuesta, así que no creí que esperara una. Además, no me importaba cómo se sentían los dos para saber qué responder. Tal vez sí me importaba cómo se sentía Mark, pero solo porque después de que Doris me hiciera prometerlo, a veces me sentía responsable por él. Se me encogió el corazón al pensar en la abuela.Con el continuo crecimiento económico de Mark, las estrictas y lujosas exigencias de Sandra eran satisfechas.Si era mu
"¿Eh?". Mi cuchara llena de coco pops se congeló en el aire después de leer el pie de foto. No tenía sentido hasta que los vídeos terminaron de cargarse y vi cuáles eran los regalos de boda.Clive Christian, a petición suya, había creado un perfume de edición limitada con sus aromas favoritos. Hicieron miles de unidades para ella como regalos que compartiría con los invitados en su boda."¡Vale, esto es una locura!", exclamé y dejé caer la cuchara en mi tazón."¿Qué es eso?". Grace levantó brevemente la vista del portatrajes.Giré mi teléfono para que Grace lo viera y se rio entre dientes. "Mocosa mimada. No trabaja nada y sin embargo gasta tanto", dijo Grace mientras metía el traje de boda de Mark en un portatrajes.A diferencia de la novia, el novio simplemente había pedido un traje a medida a Luxe Vogue. Grace había dedicado su tiempo a diseñar y confeccionar el traje. Era un traje negro de tres piezas, con la textura más suave y lisa. Me pregunté cuánto tiempo le habría tomado