Dos semanas más tarde
La entrevista entre Ashley y Austin había sido todo un éxito, y no había nadie que no hablara acerca de lo hermosamente enamorados que lucía la pareja entre el millonario y la heredera. La parte del beso y la confesión de Austin, sobre que fue lo primero que le gustó de Ashley se hizo viral en las redes sociales, tanto así que ya habían apodado al rubio entre los internautas como “el hombre perfecto”. El furor entre la pareja era tanto, que ya los consideraban como una pareja real a nivel nacional, principalmente por el indudable atractivo físico de Austin, sumándole su poder económico, y Ashley por ser una heredera y por su belleza encantadora, eran tan hermosos y perfectos, que muchos consideraban su relación como sacada de algún drama televisivo o un cuento de hadas.
Sin embargo, a puertas cerrada
Cuando llegan al pent-house que Austin usaba de vez en cuando, en esas ocasiones que el trabajo era mucho y no le daba tiempo de ir a casa, el rubio enciende las luces y Ashley puede ver que el lugar era el típico apartamento de soltero, con la misma estética gris y minimalista la cual ella ya estaba habituada a ver, porque de esa forma también estaba decorada su mansión, al parecer a Austin no le agradaba el color, ni los detalles hogareños, porque conforme se adentraban al lujoso pent-house, Ashley se podía dar cuenta que en ninguna parte habían fotografías familiares, o cualquier otro indicio que indicara calidez al entorno. Así pues, cuando Ashley vio suficiente, se acercó hacia la enorme ventana que tenia la sala, la cual le daba una vista perfecta de toda la ciudad nocturna, sin duda alguna la vista era increíble, pero al dueño parecía no importarle, o quizás ya estaba tan acostumbrado a ver ese panorama, que ya no le impresionaba tanto como a ella. De esa manera, cuan
Así pues, los minutos se convirtieron en horas, y Austin aun despierto en la sala, veía la tiempo en su celular dándose cuenta que eran las dos de la mañana. Él en ese momento, asumió que Ashley ya debía estar dormida, es por eso que con un paso lento, se encaminó hacia la habitación, viendo como la joven estaba acostada a un lado de la cama. «Me acostaré con sumo cuidado, y cuando despierte ella no se dará cuenta »piensa Austin yendo con sumo cuidado a la cama. Él sabía que sus acciones no eran las más inteligentes del mundo, sin embargo Austin las atribuía a que se encontraba tan cansado que ya no estaba actuando racionalmente, ya que en ese instante él deseaba acostarse al lado de la joven, por el simple hecho de sentirse acompañado, y porque él todavía recordaba lo bien que durmió en aquella ocasión, cuando se acostó junto a ella la primera vez que Ashley se quedó en su casa. Así pues, él hombre sin hacer nada de ruido
En la mañana siguienteLa primera en despertar fue Ashley. La joven lentamente abrió sus ojos estirando su cuerpo sin notar de momento la presencia de Austin a su lado. Pero luego cuando ella se volteó, observó como el rubio tenia el ceño fruncido mientras dormía, su frente se encontraba sudorosa mientras emitía pequeños susurros dormido. Era evidente para la pelinegra que el hombre en ese instante estaba teniendo una pesadilla, es por eso que ella se apresuró a despertarlo, tocándole uno de sus brazos, sintiendo como este se encontraba rígido.—Austin… —murmura Ashley porque juzgando por como él lucía, parecía que la pesadilla que estaba teniendo era terrible — Austin, despierta, Austin —llama la chica mientras agitaba el cuerpo del rubio.Y luego después de qu
—¡Yo saldré con tu ropa!, me parece bien, es cómoda y no llama la atención —Dice Ashley, dando una vueltita para que Austin la viera.En ese momento, la joven cargaba un pantalón deportivo de algodón negro, y una camiseta de algodón color gris, que le pertenecía a Austin. Él la miró por un segundo, pensando que todo lo que usaba se le veía bien, sin embargo él jamás permitiría que ella saliera así a la calle, pero en ese instante él no era “Austin Collins” es por esa razón que aceptó que su “esposa” usara lo que ella deseaba ese día.—Estoy de acuerdo si te sientes cómoda, me parece bien. Yo saldré con esta misma ropa entonces —comenta Austin con una mínima sonrisa.Ashley abre un poco sus ojos, porque esa sonrisa que dibuj
—Comencé a tatuarme cuando tenía dieciocho años —comenta Austin mientras Ashley estaba muy atenta escuchando — quería cubrir marcas que tenía.Al decir eso, Austin se levanta la manga de su camiseta, mostrándole a Ashley el tatuaje con forma tribal que tenía, él tomó la mano de la joven y permitió que tocara esa zona de su piel para que se diera cuenta que había partes abultadas, que dejaban en evidencia que ahí tenia una cicatriz. La pelinegra se sorprendió bastante porque no se esperaba que Austin tuviera ese tipo de marcas en su cuerpo.—¿Qué te ocurrió ahí? —pregunta la joven porque el tamaño de la cicatriz era importante.—Tuve un accidente trabajando, no estaba acostumbrado, así que al principio me lastimaba bastante. Comencé a trabajar desde
Luego de aquella corta conversación por medio de mensajes de texto, Ashley terminó de comer el desayuno que Austin le había preparado, para luego entrar al baño y asear su cuerpo. Cuando ella terminó de ducharse, fue nuevamente hacia el closet de Austin para buscar algo que ponerse. Como la joven se encontraba sola, ella aprovechó el momento para revisar mas de la cuenta las cosas del rubio. Ashley con mucha paciencia, empezó a ver la ropa que el hombre tenía en su closet, la mayoría estaban en escala de grises, comenzando desde el blanco hasta llegar al negro. Por lo visto ella comprendió que al hombre no le agradaba el color, porque en sus prendas no encontró nada llamativo. —Al parecer Austin cuando no usa trajes costosos, viste con ropa deportiva sencilla… no tiene mucho estilo para ser tan millonario —murmura Ashley, porque además de las camisas y trajes, solo encontró camisetas de algodón, sudaderas entre otros. Fácilmente se pudo
Ese mismo día, al anochecer Eran quizás las ocho de la noche, cuando Ashley se le había ocurrido preparar la cena, le había enviado varios mensajes de texto al rubio preguntándole a que hora llegaría, pero él no respondió ninguno. La joven asumía que Austin se encontraba muy ocupado, y sus dudas eran resueltas, cuando llamaba al secretario Daniel para corroborar sus sospechas, y él le decía que su jefe de momento no podía responder. Sin embargo pasadas las nueve de la noche, Ashley no lo soportó mas y tuvo que llamar al rubio, porque la comida que había preparado hace dos horas, ya estaba fría en la mesa. Y así de esa forma, luego de varios intentos, finalmente Austin responde: —¡Austin, al fin puedo hablar contigo! —exclama Ashley sintiéndose feliz de inmediato —hice la cena, te va a encantar ¿A qué hora vienes? “Hola Ashley… no debiste preparar la cena” —¿Por qué n
Luego que el rubio escuchó que Ashley se encontraba muy “risueña” con su antiguo amigo, no le agradó en lo absoluto, pero a pesar de su inusual molestia por aquella inesperada noticia, Austin decidió restarle importancia pensando que no estaba mal que Ashley tuviera un reencuentro con amistades pasadas. Sin embargo aunque deseaba pensar de esa forma, todavía le seguía molestando el hecho que esa amistad, fuese con un hombre.«¿Qué me sucede?, no debería importarme esto, ¿es que acaso Ashley no puede pasarla bien con un viejo amigo?, ella es una joven normal y cuando esta farsa termine será libre de hacer lo que desee »piensa Austin para excusar sus sentimientos.—Señor Austin ¿Me está escuchando?De inmediato, Austin alza su mirada hacia el secretario Daniel, porque al parecer desde hace bastant