-¡VAYA SORPRESA! ¿Que hará aquí?
+No lo sé, adelantate. Creo que me falto por comprar, ya vuelvo. Al menos que quieras ir conmigo.
-¿Eso es una excusa para no bajar?
+Eh, no... bueno sí. Me sorprende verlo aquí pero te aseguro que no es precisamente por mí.
-No estás segura de ello Karla, vamos.
+Ve tú,luego te alcanzo.
-Está bien, como quieras. Te esperamos dentro.
David hablaba en la entrada de la casa con Elliot y mis abuelos. Estaba muy tranquilo y no quise sentir tensión por culpa de mi presencia. Cuándo la prometida de Elliot llegó a dónde ellos estaban pude darme cuenta que mi abuela le preguntó por mí, a lo que ella sólo señaló la todo terreno, me imagino que fue para indicarle que yo estaba allí.
Todos voltearon a dónde me encontraba, en David pude tristeza. Mi guardaespaldas bajo y me abrió la puerta, no sé porque me comporté como una niña malcriada pero salí del auto y tome el asiento de chófer. Salí de allí
Como lo imaginé. Me tocó sentarme en medio de Ale y David. Si antes me sentía incomoda, ahora mucho más. Elliot estaba delante de mí y lo único que hacía era sonreírme cada vez que cruzábamos mirada. Hubo una oportunidad que me tomó la mano y me guiñó el ojo una vez más.Pude sentir la tensión entre Ale y David, estaba en medio por Dios. Me controlé lo mejor que pude, pero al terminar de comer me levanté lo más rápido que pude y cogí todos los platos, la prometida de Elliot me ayudó. Estando en la cocina, ambas casi nos orinamos por la risa.-Dios Karla, ¿que ha pasado allí afuera?+No lo sé, pero estaba que me moría. Imagínate que esté Elliot y otro chico a ambos lados de ti.-¡NOOO! No me lo puedo imaginar. Es para darte un patatús.+Algo así me ib
Me senté en el parque estaba a unos pasos de mí. Vi jugar a los niños junto con sus padres e imaginé mi vida llena de amor y cariño por pequeños. Me imaginé con David, teniendo una familia. ¡Qué tonta soy! pensé. No podía ser más tonta al imaginar cosas que jamás van a pasar. Aunque la vida nos da muchas sopresas, aún así, no creo que esa sea una de las sorpresas que tiene para mí. No puedo hacerme más ilusiones con David, me estaría atormentando y no quiero.Mi teléfono me trajo de vuelta al planeta tierra. Era Ale. No contesté. Apagué mi teléfono al instante que termino de sonar. No quería hablar con nadie, quería estar totalmente sola. Necesitaba a Carmen, era la única que podía hacer que me olvidara de todo pero no quería ponerla en riesgo. Ya la había visto el día an
Estando en el todoterreno me sentí sin aire. Todo lo que estaba pasando en ese momento me estaba agobiando. David quiere vengarce. Jorge estuvo en el piso de mi tía sin ella estar. Mi mejor amiga conocía a mi chico misterioso y lo peor es que no sabía cómo, porque o que eran. No podía ser peor mi día.-¿Pasa algo? De verdad te veo muy extraña.-La llamada que recibiste, ¿era importante?-Sí, trataba de mi padre.-¿Un amigo?-No Karla, mucho más que eso.-Ah.¿MUCHO MÁS QUE ESO? ¿Entonces si eran pareja? Esto no podía estar pasando. Mi día estaba mucho peor. Mejor dejaba de decir eso. Antes de que empeore mucho más.-Karla, ¿que carajos te pasa? ¿Acaso sabes quién me a llamado?-Creo que...-¿A dónde no
-Noche de chicas. -dice Carmen-. Y Elliot, claro. -dice luego de ver a su hermano y guiñarle el ojo. -Las puedo dejar solas, ¿eh? Pero no lo haré. -dice mientras me mira-. Luego me podrían reclamar. -Ay cariño, puedes ser chica por esta noche. -le dice su prometida divertida-. Además, estamos en confianza. Estaba en otro planeta o eso parecía. No me concentraba bien, no paraba de pensar en David. Pero Elliot me trajo a la realidad cuando me empujó sin querer. -Lo siento, querida. -dice me ayuda a mantenerme de pie-. Cuánto lo siento, de verdad. -No te preocupes, no pasó nada. -digo y le sonrió-. Encantadas de tenerte en una noche de chicas. Suena un teléfono y todos volteamos a la encimera de la cocina. Era el teléfono de Elliot. Fue en su busca y al ver la pantalla me miró. Pude saber quién llamaba. Lo único que pude hacer fue sonreír como tonta y mirar a otro lado. -Hermano, ¿qué pasa
Llegamos al mejor lugar de la ciudad. Tener a Elliot y Carmen como acompañantes sin duda te consigue los mejores lugares. Carmen y su cuñada se adelantaron, le pedí a mi amiga que entrara sin mí y luego iba. Me quería preparar fisícamente para lo que venía.Conociendo a Carmen me hará beber y bailar como nunca antes. No la culpaba, ambas necesitabamos distracción y su compañía era la mejor en estos momentos. Cuando bajaba del todoterreno, Elliot se le adelanto a Alvaro y me ayudó.-Señorita, permitame. -dice con una sonrisa de oreja a oreja-. La ayudo a bajar.-¿Qué tramas, querido Elliot?-Sólo quiero ayudar a una gran amiga a bajar del coche, es todo.-Gracias, muy amable.Al bajar me entrega una mascara y me dice:-¿No te habíamos dicho que éste lugar es una f
No sé porque me dio la impresión de que él tampoco quería conocerme. Carmen que un par de ocasiones me había comentado que su hermano mayor quería verla pero que no lo hacia ya que <<su compañera de piso>> estaba ahí. ¿Quién diría que nos conoceríamos en otras circunstancias?-Ya veo. -fue lo único que dijo. Todo el camino restante fue silencio, sólo se escuchaba el ruido de las chantas y los demás autos pasando por nuestro lado.Cuándo por fin llegamos, me bajé del auto rápidamente, no esperé que él se comportara como un caballero ya que desde que nos subimos a su auto se empezó a comportar muy extraño. Algo dentro de mí estaba segura que su venganza seguía en pie. Sus ojos también me lo decían.-¿Dónde está mi tía? -pregunt&
Un par de horas más tarde Carmen me llama de nuevo. Hace media hora que había llegado al apartamento, había ido al bufete para averiguar como iban los papeles. Me han dicho que para esta semana los tendría en mis manos, sólo era firmar y la empresa estaría a mi nombre. Y mi tía salía del medio de todo esté conflicto.-Dije que te llamaría -lo primero que salió de su boca al contestar-. ¿Dónde estás?-En casa, viendo una peli, Carmen. -dije poniendo mis ojos en blanco. Cuando estás mujeres se ponían insoportables, era con todas sus ganas-. Estoy bien, te dije que no preocuparás.-Contigo es difícil no preocuparse, Karla -su sarcasmo no lo espere-. Te llamé hace una hora para decirte que casi llegabamos al lugar y no contestabas, ¿dónde estuviste?-En el bufete. Necesitaba saber cómo iban
Estando en el auto sentí como los nervios se apoderaban de mí pero no les di paso. No era momento de caer en la inseguridad, los nervios y la cobardía. Esto se iba a acabar ahora mismo, no seguiré permitiendo que mi familia y amigos estén en medio de una mierd* que no es nuestra culpa. El que quiere ser malo debe aceptar las consecuencias que conlleva.-¿Segura de esto? -pregunta Franco con un tono preocupado-. Pueden hacerte algo...-Estoy segura, Fran -digo segura-, no debes preocuparte por nada. No me necesitan muerta, aún no.-Me asustas, ¿lo sabías? -pone el auto en marcha y salimos a casa de Jorge-. Pero tus razones tendrás.El resto del camino fue silencio, Franco no se atrevía a decirme nada o no sabia que decirme, no estaba segura. De vez en cuando si volteaba a verme pero más nada. No lograba comprender porque se asustaba cuando me molestaba, ¿