Capítulo 59: Mini infarto.
Congestión emocional.
Maldición. Es como si estuviese con todas las emociones en taponadas en la garganta y no pudiese expresarla ninguna.
Es como si nada de lo que siento pudiese salir para expresárselo a Timotheo, para que me note. Francamente, ya estoy harta de que él esté siempre pensando que estoy haciendo algo malo, lo veo en sus ojos verdes esmeralda veo como me juzga, veo como observa a su padre y espera una respuesta, una que no desea salir de mi garganta, por más que yo lo intente.
—¿Qué haces aquí? —Me pregunta mirándome a los ojos. Abro la boca para responderle, pero nada sale de éste, el padre de él se acerca y coloca una mano en mi hombro haciendo que casi de un salto del susto. —¿Qué haces con mi padre en su estudio?
—La he invitado
Capitulo 60: Besarla es el cielo. Me lanzo y la beso con intención de hacerla sentir tan incómoda como ella lo hace conmigo, pero al tocar nuestros labios, una caricia sube por mi rostro. Con mis manos agarro su mandíbula y mi boca toma el control de las caricias prolongadas como si estuviera poseída. Sus labios son tan dulces y sueves, que me hacen poner como una piedra y a la vez tan blando como el agua del oceano. Me gusta, me seduce. Su sabor me hace recordar ese sueño lejano tan vivido sobre haber hecho el amor con ella.Tan solo que no fue un sueño, al menos segun ella.Joder, no debi haber tomado tanto aquella noche, asi podria ser capaz de este sabor y sensacion tan increible.Ella me incomoda, ella me hace sentir como si yo no tuviese razón de ser. Ella me hace sentir como si yo fuese la peor persona del planeta y aún así lo úni
Supongo que todos en determinado momento han sentido la necesidad de salir huyendo, de salir corriendo, de escapar de esas personas que lo único que hacen es enfermarse emocionalmente.Timotheo Hossen me agota, me enferma, me fastidia y aún así, el amor que siento por él no disminuye, sigue con tanta fuerza que es doloroso.Es doloroso porque lo único que quiero es que dejar de huir, de lo que me hace saber lo débil que me siento a su lado.No puedo seguir en este círculo vicioso: en un momento él es el hombre perfecto para mí, me pide perdón, prácticamente se arrodilla para que me quede a su lado, sin embargo, no dice nada más, no hace nada más para
Capitulo 62: Inexplicable. Un segundo que pasa, un minuto más.El tiempo va transcurriendo y yo aquí en el sofá esperando a que mi cuñado salga de la habitación y me diga qué demonios está pasando con mi hermana, si mi sobrino está bien o si debo matarlo por lastimarla.Necesito que salga y me diga que todo va a salir bien. Maldición, no conozco a Ernest desde hace mucho tiempo, pero he llegado a tenerle cierto grado de aprecio. La relación de mi hermana y mi cuñado se dio de una forma bastante extraña. Un revolcón en Vancouver terminó haciendo que mi hermana quedara embarazada. Y esta sin proponérselo, terminó trabajando en la misma empresa a la que Ernest era el director.El resto es historia.Ahora ambos están esperando un bebé y están todos emocionados
Capitulo 63: Ahora solo me observa. —Lo siento tanto. Lo que menos deseo es verte llorar. —Me dice mi cuñado de inmediato acercándose a mí en el sofá y pasándome un brazo por encima de mis hombros. Reconfortándome. Sin embargo, no hay nada que pueda hacerme sentir mejor con respecto a la situación que sucede con Timotheo.Maldición, el hecho de decirme que su primo también está enamorado de mí es aún más doloroso de lo que jamás imaginé.La verdad es que saber que él también siente algo por mí me duele más, pues la indiferencia, pensarme que él no sentía nada por mí me hacía sentir un poco más positiva.Sabía que la diferencia de edad era un hito en nuestros inconvenientes. Nuestra situación se circunscribía a qu
Capitulo 64: Huir. Me río de forma nerviosa por escucharle, me río porque no encuentro otra cosa que hacer. La sonrisa no me llegan los ojos, los sé, aún así, mi garganta reseca mis brazos en jarra y las manos o dándome, observó a mi cuñado como si estuviese perdido la cabeza y demonios debe de haberla perdido.¿Cómo es que me está diciendo que tengo que aceptar el compromiso que su hermano me ha ofrecido?¿Cómo demonios pretende que acepte comprometerme con un hombre que lo único que piensa que estoy con él por su dinero?Y más que nada. ¿En qué cabeza cabe que él quiera que yo acepte un compromiso que terminará en 3 semanas con una nueva posición en la inmobiliaria y su familia, pensando que ellos hoy la mujer con la cual él va a casarse y a formar una fami
Capitulo 65: Colapso. —No te atrevas a irte con él. —Me amenaza mi cuñado y esto solamente hace que el deseo de largarme de aquí se haga más fuerte.—No eres quien para decirme lo que debo o no hacer.—Nene. Sien algo te importa Timotheo, no te vayas con Floyd.—Amigo, ella ha dicho que se quiere ir conmigo. ¿Cuál es tu jodido problema?—Sabes muy bien cuál es el problema, Floyd, ella no va a irse contigo. —Mi cuñado tira de mi brazo hacia él y mi cuerpo choca con su pecho.—Suéltame ahora mismo, Ernest.El seguridad de la entrada del edificio de niños ricos entra de inmediato y observa la escena se acerca a Ernest y hablando bastante claro le pregunta si todo está bien.—Todo está bien. Malcom atiende a tu jodido trabajo. —Le respond
Capítulo 66: ¿Qué hice? —Dime por favor que con quien se ha ido Neny no ha sido el desgraciado de Floyd Lewis. —Un miedo atenazador me consume. Esto no puede estar pasando.He estado evitando que él se encuentre con ella en cualquier parte porque sé de lo que es capaz ese maldito degenerado.Por eso me enojé tanto el de las rosas, creo que precisamente por eso decidí invitarla a cenar a mi departamento, porque estaba celoso, porque necesitaba marcar. La comía maldición aún sin haber admitido en voz alta que ella me pertenecía, mi alma la reclama como suya desde hacía tiempo.La cena de mi madre obligatoria fue la que arruinó mi noche.De no haber sido porque lleve a nene hasta allá, probablemente estaríamos ahora mismo tomándonos una botella de vino.Aunque el diablo en mi cabeza me hace
Capítulo 67: Ella lo sabe. —Lo hablaremos después, Tim.—Que no me estás diciendo? —inquiero poniéndome más nervioso de lo que ya estaba.—¿Qué sucede? —Esta vez es Priscila la que se ha acercado a nosotros con los brazos en jarra y mira a mi hermano y a mí de uno al otro. —¿Qué pasa con Vicky?Ernest se queda en silencio y sube sus ojos azules hacia mí. Los dos somos prácticamente de la misma estatura y Priscila es una mujer alta y esbelta. Típico cuerpo de modelo. Y, al parecer no ha podido negar sus raíces y la altura del padre de Ernest.—O me dices qué sucede con Vicky, o yo misma voy a subir a tu apartamento y averiguar por mi cuenta. —Le amenaza Priscila.—Está bien, ya está. — Tomo el móvi