—¿Estás escuchando lo que me dices?

—Sé bastante bien lo que te estoy pidiendo.

—Al parecer no lo sabes porque esto no tiene sentido alguno. No entiendo por qué quieres complacer a tu madre, tanto hasta el punto de querer fingir, querer a alguien.

—No pienses que es fingir, piensa que…

—¿Qué demonios quieres que piense, Timotheo? —Le pregunto, elevando la voz. —¿Qué es lo que quieres que piense de todo esto? ¿Vienes aquí me encierras contigo en el balcón y me ofreces comprometerme contigo por tres semanas tan solo para alegrar a tu madre? ¿es que no puedes conseguir una novia tú solo? Te aseguro que tienes a un par mujeres detrás de ti dispuestas a ayudarte con esta locura.

—Esto no tiene nada que ver con lo que yo pueda conseguir o no le has agradado a mi madre…<